miércoles, 16 de mayo de 2012

Hoy se reanudan las protestas estudiantiles Por qué es tan cara la universidad en Chile

La familia chilena de menor ingresos percibe un promedio mensual de US$275, por lo que debería dedicar casi 20 meses de salario para costear un solo año de universidad de uno de los integrantes del grupo familiar. ¿A qué se debe que tengamos la educación superior más cara del mundo?.


La vida de Constanza, en estos momentos, está marcada por una deuda que le llevará más de una década en pagar.
Esta joven estudiante de antropología, de 23 años, debe unos US$20.000 para poder estudiar la mayor parte de su carrera universitaria. Y si termina de cursar las materias, y debe alguna cuota, no podrá titularse.
La historia de Constanza -que usted puede ver en el video que acompaña a esta nota- es un ejemplo de lo que vive gran parte de los más de 900 mil estudiantes universitarios en este país.
Chile es el país con la educación superior más cara del mundo según la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, y el único en América Latina donde todas las universidades son pagas, una situación que muchos estudiantes perciben como injusta.
Por ello, el movimiento aglomerado en la Confederación de Centros de Estudiantes de Chile (Confech) tiene desde el año pasado protestando en las calles del país. Y este miércoles se reanudan las manifestaciones.
La gratuidad de las universidades chilenas desapareció en los años 80 durante el gobierno militar de Augusto Pinochet.
Desde entonces la cantidad de estudiantes en educación superior se quintuplicó.
Este aumento estuvo acompañado de un crecimiento económico (aunque con elevados índices de desigualdad), pero en la actualidad, la demanda de jóvenes que quieren ingresar a las universidades no tiene precedentes.
Pero los costos son enormes. ¿Por qué?

Precio de una educación

En otros países de la región: BBC Mundo revisó los precios de la carrera de periodismo en diferentes universidades privadas de América Latina, para graficar el costo por país de una carrera. Universidad Católica de Argentina: US$4980; Universidad Católica de Chile: US$8.400; Universidad Pontificia Javeriana de Colombia: US$4.300; Universidad La Salle, en México: US$8.200; Universidad Católica de Perú: US$3760 (según número de créditos que inscriba); Universidad Católica Andrés Bello, de Venezuela: US$3.200 (a tasa de cambio oficial). Fuente: páginas web de cada universidad
“En las últimas décadas aumentaron mucho los costos de la educación superior porque la disposición a pagar es muy alta. Las universidades captaron eso y por ello fijan los precios a su criterio”, señaló a BBC Mundo Claudia Sanhueza, profesora del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Diego Portales.
Por su parte, el ministro de Educación de Chile, Harald Beyer, le dijo a BBC Mundo, que se debe a una mezcla de factores: la falta de inversión en educación superior, la concentración de esfuerzos de los fondos públicos en otras áreas como preescolar y escolar y el crecimiento y desarrollo demográfico de la población joven.
Un informe publicado en 2009 en conjunto por el Banco Mundial y la OCDE -un ente que agrupa a las naciones más ricas del planeta- muestra que el precio promedio anual de la matrícula universitaria es de US$3.400.
Si bien en Estados Unidos o Australia, por ejemplo, la matrícula puede ascender a decenas de miles de dólares, cuando se compara el promedio chileno con el poder adquisitivo se observa que US$3.400 son iguales a 22% del Producto Interno Bruto per capita.
Y no hay otro país en el mundo en donde la educación superior sea tan costosa.
“Las carreras más caras triplican estos costos, lo que resulta insostenible para un país como Chile”, señaló a BBC Mundo Manuel Riesco, del Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo, en Santiago.
Riesco tomó estadísticas del Ministerio de Educación del 2010 y de la encuesta oficial de hogares y encontró que el costo promedio de las universidades ahora se encuentra por encima de los US$4.000 anuales. Esta cifra es equiparable al ingreso mensual promedio de la familia chilena de mayor poder adquisitivo.
“De los otros sectores familiares ni hablar”, aseveró Riesco.
Según sus cálculos, basados en números oficiales, la familia chilena de menor ingresos percibe un promedio mensual de US$275, por lo que debería dedicar casi 20 meses de salario para costear un solo año de universidad de uno de los integrantes del grupo familiar.

¿No hay becas?

El Estado chileno, según la OCDE, ayuda a un 13,8% de los estudiantes con becas, lo cual se encuentra bastante por debajo de la media de los países que integran dicho bloque, en donde incluso Estados Unidos, con una reconocida matrícula costosa (aunque menor a Chile en relación al poder adquisitivo), aporta 51%.
De ahí que el crédito se convirtió en una de las las principales vías de los estudiantes para poder estudiar una carrera universitaria.
En Chile, nuevamente con datos de la OCDE, el Estado asume 18% del total de la matrícula mientras que las familias asumen el costo del 82% restante, una tasa que supera a la de cualquier otro país del mundo.
Riesco afirma que hay 455.000 estudiantes que han recibido el llamado Crédito con Aval del Estado (CAE), un financiamiento en donde el gobierno actúa de garante para aquellos con mérito académico.
El total de estos préstamos otorgados suma unos US$2.200 millones y deja un promedio de deuda por estudiante de US$4.900.
“Estos créditos han sido asumidos en su mayor parte por familias más modestas y el monto promedio representa poco menos de 18 meses de ingresos de una familia del quintil (de menor ingresos) más pobre”, dice Riesco.

¿Vientos de cambio?

Los costos de la educación ha dado pie a numerosas protestas por parte de estudiantes chilenos.
Los costos de la educación ha dado pie a numerosas protestas por parte de estudiantes chilenos.
Tras más de un año de manifestaciones estudiantiles, el gobierno del presidente Sebastian Piñera anunció recientemente una serie de reformas para tratar de atender lo que los propios funcionarios del gobierno reconocen como “desigual”.
“La idea es modificar el sistema de financiamiento (de la educación superior) porque es muy gravoso para los estudiantes y las familias”, dijo Beyer a BBC Mundo.
La propuesta diseñada desde el despacho de Beyer, recibida esta semana por el Congreso, baja a partir de 2013 el interés de los créditos de 6% a 2% anual, limita el monto máximo de pago mensual hasta 10% del ingreso del deudor y después de 180 cuotas mensuales se condona la deuda.
Para ello, el Estado intervendría directamente en el financiamiento y saca a los bancos del papel de prestamista.
“Es un cambio radical con el sistema que había, que tenía cuotas fijas y tasas de 6% anual. Era muy gravoso”, afirma Beyer.
“Para esto excluimos al 10% más rico de la población porque esto es un crédito subsidiado y dada la distribución de ingresos (de Chile) donde el 10% de la población se lleva 39% del ingreso nacional, entregarle también un crédito subsidiado no era equitativo”, agregó.
El gobierno también introdujo al legislativo un proyecto para que se apliquen los nuevos criterios a las deudas ya vigentes entre estudiantes y la banca, en donde el Estado asumiría las diferencias.
Para financiar estas y otras reformas en educación, el gobierno busca modificar el sistema tributario de Chile, con una propuesta que generaría US$1.000 millones al Fisco.
“El compromiso es destinarlo todo a la educación”, aseveró Beyer.
Además de modificar el sistema de financiamiento se pretende elevar el número de becas para cuadruplicar en 2014 las más de 100.000 ayudas financieras que se dan actualmente a estudiantes universitarios por año.
“Tal vez las movilizaciones (estudiantiles) adelantaron este proceso, pero estas ideas eran parte del programa de gobierno del presidente Piñera”, afirma el titular de Educación.
“Pero hay ciertas cosas que han planteado (los estudiantes) que el gobierno no ha acogido y no está en su agenda acoger, porque no van en la dirección de mayor calidad y equidad, como en específico la gratuidad”, añadió.
Y es este el punto de desacuerdo principal para la dirigencia política universitaria. Algunos reconocen que las reformas son un avance, pero demandan que se establezca la gratuidad de la educación universitaria.
Esta es una de las principales razones por las que vuelven las marchas al país.

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