La particular semana del “perdón” de Piñera. Un empresario, un sociólogo y un sacerdote ironizan con el “gesto” divino del presidente y evalúan sus efectos
Por Luis Casanova R.
Roberto Fantuzzi, presidente de Asexma; Pablo Huneeus, autor de diversos textos; y Hugo Tagle, religioso y académico, dan su particular visión sobre la llamativa petición del mandatario. Entre la ironía y la crítica, el resultado es un entretenido potpurrí que deja a Piñera al borde de la “extremaunción”.
Roberto Fantuzzi, presidente de Asexma; Pablo Huneeus, autor de diversos textos; y Hugo Tagle, religioso y académico, dan su particular visión sobre la llamativa petición del mandatario. Entre la ironía y la crítica, el resultado es un entretenido potpurrí que deja a Piñera al borde de la “extremaunción”.
El presidente Sebastián Piñera pasó a la historia como el primer mandatario que pide "perdón" de los errores que ha cometido en su gestión en una cuenta pública del 21 de mayo.
Sin embargo, como en su discurso del Congreso Nacional no fue muy explícito, en una serie de entrevistas que concedió a los canales de televisión el pasado 23 de mayo tuvo que especificar los alcances de esa sorprendente solicitud.
Fue acá donde el jefe de Estado explicó que "creamos muchas expectativas al comienzo", en el sentido que "el cambio iba a llegar en forma instantánea", cuando en realidad "los cambios toman tiempo. Además, muchos de los conflictos sociales como Magallanes, Aysén, e incluso Freirina, pudimos haberlos enfrentado en forma más oportuna".
Ante tal acto de reconocimiento, que fue eclipsado por las críticas lanzadas a la ex presidenta Michelle Bachelet en lo referido a su manejo de la crisis en las horas posteriores al terremoto del 27F (ver notas aparte), tres profesionales tomaron con pinzas a especie de hito político y evalúan sus efectos en la opinión pública en conversación con Cambio21.
A ver qué sale.
Pelea segura
"No decir por qué se pide perdón deja un gusto amargo", indicó el empresario y presidente de Asexma, Roberto Fantuzzi. Luego entrega un particular ejemplo.
"Es como si le digo a mi señora: perdón... chuta, a la vieja se le deben venir mil cosas a la cabeza (risas), que le puse los cuernos o le pego en la nuca, qué se yo. Pregúntale a cualquier casado: si el perdón no lleva el adjetivo le sale pelea segura. Hay que poner la coma cuando se pide perdón, si no es como lanzarlo en el aire, no queda concretado. Cada uno puede interpretar un perdón distinto", alega.
"No tiene nada de malo pedir perdón. Cuando yo me equivoco me disculpo y yo he cometido miles de errores. Es habitual. Nosotros los empresarios somos de carne y hueso y corre sangre por nuestro cuerpo. No tenemos nada distinto al resto", continúa, para después narrar un singular testimonio:
"Hay una fundación que se llama Emprender, que tiene por objetivo ayudar a los empresarios, que por lo general son solos y abandonados. Entonces, hacen reuniones para conversar entre sí, dado que es la única manera soltarse lo que tienen en su interior. Tal como lo dijeron Lorenzo Constanz (presidente de la CPC) y el senador Ricardo Lagos Weber: los dos pilares para mantener la democracia, ambos, estamos completamente desprestigiados".
Certero, el industrial anticipa que "esto de la pedida de perdón en una semana el mundo lo va a olvidar. Si hubiera sido por algo concreto, creo que le estarían penando sus palabras, como podría ser por la salud o los freirinos y el olor que se sentía a cinco kilómetros. De verdad, todos le pedirían rendición de cuentas en un plazo prudencial".
Que pague
Sin rodeos, el sociólogo y ex rostro de televisión, Pablo Huneeus, señaló que "la gente ve a Piñera como un vendedor ambulante, de esos que se paran en las esquinas a vender cosas. Es una cantinela que sigue y sigue y sigue. Las personas saben de qué habla, pero no qué dice. Habló de perdón, pero no se nota nada, no dijo nada.
"Cuando tú estás arrepentido, pagas, como sucede con el sistema procesal penal, donde se paga con plata. No se saca nada con meter preso a la gente. ¿Y qué ha pagado él? Con su gran fortuna, ¿ha indemnizado a alguien por sus errores? El arrepentimiento es otra cosa; implica una pena que lo da la confesión y luego una penitencia. Se tiene el perdón de los pecados a través de la penitencia. ¿Y qué penitencia ha tenido él? Quizás se trataba de la extremaunción; pidió perdón por sus pecados porque se va para el otro mundo. Quizás, eso quiso decir como católico que es", ironizó.
En su opinión, "por algo en Estados Unidos le dijeron que era un lame duck, textualmente un pato cojo, o sea un político que no tiene futuro. Están ahí hasta que se termina su período no más. Entonces, cuando pide perdón general es porque está con el confesor recibiendo la extremaunción".
"Y ojo que los bonos que anunció no vendrían a ser una penitencia porque no son de su plata, son políticas estratégicas globales que vienen del Fondo Monetario Internacional para acallar el descontento social y la protesta. Pasa en Egipto, en Grecia, en España y en todas partes como paliativo", agregó.
Huneeus insiste con que Piñera "tiene una fortuna demás para dar un bono gigantesco a cada una de las personas agraviadas del terremoto, que no le han dado nada, a las víctimas de HidroAysén. Tiene plata para pagar un par de milloncitos a cada uno de los que perdieron un ojo o lo han apaleado y herido en las manifestaciones. Él debiera decir: yo le doy un millón a cada uno. ¿Cuántas son las víctimas de su política represiva? Cinco mil, diez mil. Para él no es nada eso. Quedaría como rey. Oiga, ¡si es mucho más rico que Farkas, pues! Quizás no como Paulmann o los Matte, pero tiene".
¿Arrogante?
Entrando en el terreno de la fe, el sacerdote Hugo Tagle opta por valorar "positivamente"•el gesto de "nobleza" de Piñera que, a su juicio, "enaltece el cargo y a él mismo" y que trae implícito "una invitación al diálogo, a la buena convivencia y a tolerar al otro".
"Está muy crispado el ambiente y con demasiadas tensiones innecesarias, donde el mundo político en general tiene una labor ejemplificadora importante que ejercer, en el buen trato y en el diálogo. Y ellos no han estado a la altura", aseveró.
El religioso acentúa el hecho que Piñera haya pedido perdón. "Fue bueno y atinado, no fue excesivo tampoco, fue austero, sobrio, no desmedido, ni pirotécnica. Al contrario, estuvo en su justa medida. Si hubiese sido demasiado exagerado, ahí uno empezaría a sospechar sobre si hay algo de circo", aclara.
¿El jefe de Estado intentó aproximarse al mundo cristiano? "No, de ninguna manera haría esa lectura. Fue en un entorno general... ahora el presidente, y esto lo digo con todo cariño, se muestra algo arrogante en su discurso. Tiene una inteligencia superior y parece estar muy consciente de eso. Y por eso, a veces, cae mal en muchos círculos. Pero esto de pedir perdón causó una buena impresión. Nótese que los políticos se muestran muy arrogantes por lado y lado y creo que las haría muy bien reconocer sus fallas", contestó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario