"Las cosas se ven cuando empiezan a funcionar y se debió hacer la fiscalización rigurosa que no se hizo", dijo la senadora socialista, quien consideró "adecuada", pero "insuficiente" la decisión de las autoridades de decretar alerta sanitaria en Freirina y disponer el cierre temporal de la cuestionada planta faenadora de cerdos".
“Es grave que la ministra del Medio Ambiente se traslade a Freirina y resulta que fue una consultora donde ella participó la que evaluó en su momento a Agrosuper”, expresó la senadora socialista Isabel Allende, al referirse al papel que desde el mundo privado desempeñó la secretaria de Estado cuando se dio el visto bueno a la puesta en marcha de la planta faenadora de cerdos ubicada en la región de Atacama y que este martes fue cerrada temporalmente.
Respecto a la situación en la que queda Benítez, tras la información que dio a conocer El Mostrador, dijo que “yo no digo que la inhabilita, pero al menos la deja mal parada”.
Isabel Allende consideró también que la alerta ambiental decretada por el gobierno, que permitió el cese del funcionamiento de las instalaciones, fue “adecuada”, aunque a su juicio debió adoptarse hace varios meses y no después que las emanaciones de malos olores terminaran afectando y causando la indignación de toda la comunidad.
“Me parece muy adecuada la decisión del gobierno de declarar alerta ambiental y suspender temporalmente a la empresa, yo se lo dije en su minuto al ministro de Salud -Jaime Mañalich- antes que partiera a la zona, que tenía declarar cierre temporal de la empresa, sacar a los cerdos gradualmente para tomar todas las medidas y que no se vuelva a abrir hasta cuando este garantizado en un 100% que efectivamente no va a haber más problemas de malos olores y contaminación, y si no puede garantizar esto, no podrá abrir de nuevo”, señaló.
Por otra parte, la parlamentaria opositora calificó como una “pequeñez increíble” que sectores del oficialismo se justifiquen acusando que la planta se aprobó durante el gobierno de Michelle Bachelet.
“Si no fue adecuado el estudio ni lo suficientemente riguroso en su momento, hoy lo que corresponde es reparar y aquí lo que estamos reclamando es que hace 10 meses los habitantes de Freirina, que son extraordinariamente pacíficos y tranquilos, se cansaron de estar sufriendo por meses el mal olor”, sostuvo, insistiendo en que “no corresponde tampoco que nos tratemos de sacar los pillos diciendo que se aprobó en el 2007, porque las empresas siempre aseguran que tienen tecnología de punta y que no van a provocar ningún malestar”.
Finalmente afirmó que “las cosas se ven cuando empiezan a funcionar y se debió hacer la fiscalización rigurosa que no se hizo. Hemos enviado más de 3 oficios y las respuestas han sido insuficientes. Cuando las cosas están funcionando es cuando mejor se demuestra la complejidad medioambiental y la incapacidad de las autoridades regionales de no haber puesto fin a eso”.
FUENTE: EL MOSTRADOR
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