Elecciones en Francia: Sarkozy admite derrota y desea "suerte" a Hollande
El actual presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, reconoció su derrota en las elecciones frente al socialista François Hollande y le deseó "buena suerte". El mandatario también admitió haber sufrido mucho "porque la función que represento no haya sido respetada"
Domingo 6 de mayo de 2012| por EFE - foto: EFE
"Francia tiene un nuevo presidente, es una elección democrática, republicana" y "debe ser respetado", dijo Nicolás Sarkozy ante cientos de simpatizantes reunidos en una sala de conferencias en el centro de París.
El líder socialista logró hoy entre un 51,8 % y un 52,7 % de los votos según sondeos difundidos al cierre de los colegios electorales y que otorgan en torno a un 48 % al actual mandatario que postulaba por un nuevo período.
"He sufrido mucho porque la función que represento no haya sido respetada" dijo y agregó que "he hablado con él (Hollande) y le he deseado buena suerte".
"Deseo de todo corazón que Francia (...) pase con éxito estas pruebas, es nuestro país, es Francia (...) tenemos que pensar exclusivamente en la felicidad de Francia, en su grandeza", añadió Sarkozy.
Afirmó que "nunca" olvidará el honor de presidir el país y admitió: "no he logrado convencer a una mayoría de franceses (...) no he logrado hacer ganar los valores que he defendido con vosotros".
"Asumo toda la responsabilidad de esta derrota", continuó, "he hecho todo lo posible para hacer triunfar las ideas que nos unen". "Soy el presidente, era el jefe, y cuando hay un error es el número uno el que lo asume", dijo el controvertido mandatario entre gritos de ánimo de sus simpatizantes.
Respecto de su futuro político dijo que se prepara para "volver a ser un francés entre los franceses", aunque no precisó si eso significa una retirada completa de la vida política, como él mismo insinuó en algún momento de la campaña electoral.
Lectura de foto: Nicolas Sarkozy reconoce su derrota en las elecciones presidenciales frente al socialista François Hollande ante cientos de simpatizantes reunidos en una sala de conferencias en el centro de París.
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