A pesar de su crítica a la iniciativa impulsada por el Ejecutivo, el ex Canciller de Michelle Bachelet sostiene que la Concertación debe apoyar dos puntos que están contemplados como son el caso del aumento del impuesto a las utilidades de las empresas a un 20% y la reducción impositiva de las personas.
El ex ministro de Hacienda, Alejandro Foxley, realizó un análisis a la propuesta de reforma tributaria del Gobierno, afirmando que ésta no es “revolucionaria” ni “ambiciosa”.
En declaraciones al diario La Tercera, Foxley explica que “no, no es revolucionaria. No es muy ambiciosa, pero para ser equilibrado hay que señalar que es positivo el compromiso de que los ingresos vayan a educación, porque ese es hoy día el problema más serio”.
Quien fuera Canciller de Michelle Bachelet dijo que los dos puntos que contiene la iniciativa del Presidente Sebastián Piñera y que debe apoyar la oposición son: el aumento del impuesto a las utilidades de las empresas a 20%, afirmando que aún se está con una tasa muy baja, y la reducción impositiva de las personas, porque es “importante para aliviar a la clase media”.
A las críticas de que la reforma generaría más beneficios para las personas con mayores ingresos, el ex senador DC afirmó que “hay que contestarle al argumento de por qué le bajamos la tasa al tramo más alto, para reducir la brecha entre el impuesto a las personas y el impuesto a las empresas”.
“Si el primero en el tramo alto está demasiado arriba, más que el impuesto a las empresas, eso invita a que esas personas construyan fórmulas, legales pero artificiales, por las cuales canalizan sus ingresos para no pagar esa tasa alta. Es la paradoja en Chile de que los que están en el tramo más alto terminan no pagando impuestos o pagando una tasa muchísimo más baja”, sostuvo.
Sobre la disputa existente entre lo que se pretende recaudar con la reforma y lo que desea la Concertación, Foxley señaló que “hay una visión muy distante sobre las necesidades que el país tiene y los requerimientos de financiamiento. En la Concertación tenemos la convicción de que para resolver los temas pendientes se requiere un esfuerzo importante y ahí puede haber una diferencia, pero espero que se tenga el buen sentido de entender que es una diferencia legítima, que probablemente no se va a resolver ahora y que debiera ser tema en la campaña presidencial. Ahora hay que dar la señal al país de que frente a los problemas, por lo menos se da un paso. La recuperación de la política no se produce por milagro, se gana paso a paso”.
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