El timonel del Servel afirma ser partidario del voto obligatorio, porque a su juicio “tiende a hacer más posible la participación por temor a la sanción”. Además, añade que la nueva modalidad de sufragio trae consigo un problema, “porque tenemos el cuerpo electoral, pero ahora hay que ver si van a votar”.
Luego que 35 años al mando del Servicio Electoral, el actual director y que fuera nombrado por Augusto Pinochet, Juan Ignacio García, dejará el cargo en noviembre próximo por lo que las elecciones municipales de octubre, donde se estrena el sistema de inscripción automática y voto voluntario, será el último proceso en que participe.
Con 78 años a su haber, García se transformó en el director del Servel más longevo de la institución creada en 1925 y que ha sido encabezada por cuatro personas desde su fundación.
En entrevista a El Mercurio, García explica que deberá dejar el servicio, en el que estuvo por 48 años, debido a que la nueva ley electoral establece que a partir de noviembre, el Servel pasará a ser dirigido por un consejo.
Al respecto, el director del Servel señala que es el fin de una carrera y que hay que tomarlo como tal, agregando que “he tratado de cumplir lo mejor posible, y lo veo como natural de un proceso de renovación de gente, y no tengo nada contra eso”.
Sobre lo bueno y lo malo de mantener a una persona a la cabeza del organismo durante mucho tiempo, García explica haber pensado mucho sobre el tema y añade que “es positivo en el sentido de que me he compenetrado en esto, y además que no estoy solo aquí. Hay un personal que ha ido evolucionando en tiempo y en ingreso de personas. El personal se ha renovado, yo soy el que he durado. Y ahí está el aspecto que de alguna manera puede ser negativo: la cabeza no se ha renovado físicamente, aunque le digo con toda sinceridad que me siento extremadamente joven en cuanto a visión de lo que está pasando en los sistemas electorales. Y eso, como persona, me permite ser más joven, aunque no lo sea”.
Voto obligatorio o voluntario
Respecto a la incorporación del voto voluntario, García señala ser partidario del sufragio obligatorio, debido a que tiende a hacer más posible la participación de los electores por temor a la sanción que se aplica.
Sin embargo, menciona ser respetuoso del voluntario, añadiendo que “este es un hito histórico electoral. Chile se convertirá en un laboratorio electoral, ya que es inédito que a un registro electoral de personas se le incorporen prácticamente un 65% más de registros. El registro aumenta de una manera absolutamente desproporcionada a lo que normalmente sucede en cualquier país. Estamos ante un doble desafío: incorporar a cinco millones 200 mil personas al registro y no saber exactamente qué nivel de participación vamos a tener. Ése es el problema que tiene este sistema”.
A pesar de esta visión, García estima que este es un cambio importante como el ocurrido cuando se permitió el voto femenino en 1948 o la ley de gasto electoral de 2004.
“Tal vez éste sea el cambio más importante. Cuando entró la mujer a votar, prácticamente se dobló el padrón, y eso fue proporcionalmente mayor. En su oportunidad, ése fue el cambio más importante, pero ahora lo que pasa es que está concentrando este nuevo ingreso de personas en un segmento de la población muy determinado, que es en la gente más joven, y eso hace que sea inédito para nosotros”, afirma.
Sin embargo, señala que el voto voluntario trae consigo un problema, “porque tenemos el cuerpo electoral, pero ahora hay que ver si van a votar”.
García agrega que a pesar de respetar la decisión de modificar el sistema, “creo que el voto obligatorio en Latinoamérica pareciera más conveniente, pero la tendencia es al voto voluntario”.
Y agrega que “en Latinoamérica en general se sigue manteniendo el voto obligatorio, porque tiende a hacer más posible la participación por temor a la sanción”.
FUENTE: EL MOSTRADOR
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