El “huracán Bachelet" se enfrenta a la “lluvia de primarias" que le exigen en la Concertación para ser candidata presidencial
Por Luis Casanova R.
Director ejecutivo del Instituto Igualdad sentencia: Este grupo protector “se centra sólo en su candidatura en vez de que se constituya un arco amplio de fuerzas políticas y sociales que den mejor cuenta del país de hoy”. Concertación y su dualidad: Celebra que aún exista, pero lamenta las pésimas relaciones que existen entre sus componentes.
Director ejecutivo del Instituto Igualdad sentencia: Este grupo protector “se centra sólo en su candidatura en vez de que se constituya un arco amplio de fuerzas políticas y sociales que den mejor cuenta del país de hoy”. Concertación y su dualidad: Celebra que aún exista, pero lamenta las pésimas relaciones que existen entre sus componentes.
REPORTAJE PUBLICADO EN EL ÚLTIMO NÚMERO DEL SEMANARIO CAMBIO21
Uno de las esquirlas que dejó el pacto-bomba firmado por pepedés, radicales y comunistas para la próxima elección de concejales fue el acuerdo tripartito que formalizaron socialistas y democratacristianos para los comicios municipales de octubre y los procesos parlamentarios y presidenciales de 2013, lo que incluye la nominación de un candidato común para la primera magistratura a través de un procedimiento que ambas colectividades tendrán que escoger en un plazo que no debiera ser muy lejano.
Ante tal escenario, el término que más se ha escuchado en el sector es el de las "primarias internas", donde una de las competidoras fijas sería la ex mandataria Michelle Bachelet. Al frente ya hay varios contendores corriendo: el alcalde Claudio Orrego, los senadores Ximena Rincón, Ignacio Walker (los tres DC) y José Antonio Gómez (PRSD) y el ex ministro Andrés Velasco (Independiente). En calidad de suplentes esperan su oportunidad los también senadores Ricardo Lagos Weber (PPD) y Jorge Pizarro (DC).
¿Cómo operaría el sistema? Cada partido debe elegir un nombre. Por ejemplo, en el caso de la falange, como hay más de uno, a través de primarias (abiertas a la ciudadanía o cerradas sólo para militantes) se escogerá al abanderado. Luego junto al PS, que tiene a Bachelet como su única opción, se dirime al postulante del "tronco histórico" de la centro-izquierda.
Tercer paso: discusión en las urnas con el resto de la Concertación, es decir, con el PPD y el PRSD. Cuarto: un nuevo proceso ampliado a toda la oposición, en pocas palabras, con el PC, el MAS de Alejandro Navarro y el PRO de Marco Enríquez-Ominami. Quinto: la elección presidencial de noviembre de 2013 frente al elegido de la Alianza. Y sexto, la segunda vuelta si no hay un ganador que supere el 50% de los votos.
¿Contó? Son cuatro procedimientos obligados, de los cuales tres serían entre aliados concertacionistas, ex aliados del bloque que coyunturalmente hoy rechazan al gobierno de Piñera y los grupos independientes e izquierdistas que aspiran legítimamente a obtener un trozo de la torta.
Así dadas las cosas, ¿debe Bachelet -la principal figura que dispone el arcoiris según las encuestas- participar de todas estas fases antes de ponerse el traje de candidata única de la oposición?
Para el presidente del Senado y uno de los dirigentes más cercanos a la actual encargada de la ONU-Mujeres, Camilo Escalona, "es perder toda proporción y abandonar toda seriedad en política" que la protagonista de esta historia se haga presente en una "maratón de primarias". Esto, en la opinión del ex timonel PS, "no busca dar transparencia ni legitimidad a nadie, sino simplemente destruir una alternativa. Imagínese, una candidatura que debería estar más de un año metida en diferentes eventos. Yo no me presto para eso".
Orrego, desde Estados Unidos, aún sorprendido por lo que él tilda "ambiguo" e "incierto", dado que la modalidad "democrática" que convoca el acuerdo PS-DC podría adelantar la proclamación de Bachelet, indicó tajantemente que "si alguien está cansado y sin ganas de competir queriéndose quedar encerrado en la pieza, pues mejor que se haga a un lado".
"Está bueno de andar con la calculadora en la mano. No más acuerdos cupulares", alegó Rincón. "Si Michelle quiere ser nuevamente candidata de la Concertación, tendrá que someterse en igualdad de condiciones con los demás. Ella así lo ha señalado, que no traten algunos de sacar ventajas que ella no ha pedido y que creo no necesita", agregó.
Más concreto, Lagos Weber confirma la idea de primarias, "aunque hay gente (de su sector) que se resista", e insiste con que "lo más grave es la actitud de aquellos que han trajinado a Bachelet, pues no ha dicho una palabra y mucha gente habla en su nombre. Lo mejor que pueden hacer sus escuderos es guardar silencio".
Los cuidados del sacristán
Así como Lagos Weber, Orrego y variados actores políticos de la oposición han menoscabado la labor del núcleo bacheletista, definidos como los "escuderos" de la ex jefa de Estado, el analista Ernesto Águila, director Ejecutivo del Instituto Igualdad, aseguró a Cambio21 que este lote de dirigentes "más bien perjudican que favorecen las opciones de Bachelet".
A su juicio, "se centran sólo en su candidatura en vez de que se constituya un arco amplio de fuerzas políticas y sociales que den mejor cuenta del país de hoy. Además, ya se sabe que muchas veces los cuidados del sacristán terminan por matar al señor cura".
"Bachelet no necesita precisamente de escuderos. Por el contrario, lo que requiere es instalarse sobre la base de un marco político y social no sectario. Es imprescindible eliminar y remover de su entorno cualquier esbozo de sectarismo. Eso le hace mal a su repostulación", sentenció.
A su turno, el sociólogo González Llaguno destaca que como "la Concertación no ha logrado emerger un liderazgo presidencial potente que no sólo supere a Bachelet, sino también que le gane a la derecha", la facción de escuderos en cuestión "han logrado convertir a la ex mandataria en el ´factor Bachelet´".
Por otro lado, el "silencio público" y el "autoexilio político" en el que se encuentra la ex gobernante desde que dejó La Moneda el 11 de marzo de 2010, generó que sus protectores empezaran a trabajar desde ese mismo día en "generar las condiciones políticas y electorales para su regreso y, con ella, los que hegemonizan el poder interno de la Concertación".
Y en el fragor de esta batalla, el columnista dice que la tarea de los escuderos (entre los que se cuenta a Jorge Pizarro, el diputado DC Aldo Cornejo, el secretario de la fundación Dialoga, Ernesto Ottone, el ex director de la Secom de La Moneda Juan Carvajal) ha sido "fácil", porque las encuestas han afianzado la popularidad de Bachelet, por contrapartida, la administración Piñera es rechazada en casi todos sus aspectos y la ausencia de líderes en la centro-izquierda resalta su imagen por sobre cualquier otra.
Nótese que una de las condiciones que puso la funcionaria internacional para seguir al mando del buque multicolor era la posibilidad de ampliar el espectro programático hacia otros sectores, ítem que se estaría cumpliendo a cabalidad con el pacto de concejales PPD-PRSD-PC, el cual recalca Llaguno en su lectura.
Águila, en tanto, plantea que "se debe aprender la lección" sobre lo que fue la primaria regional Frei-Gómez de 2009, que "no reunía las condiciones de amplitud y convocatoria procedimental básicas que debe tener todo evento democrático" y que terminó como terminó: siendo un proceso "mal hecho que legitimó la candidatura de Marco Enríquez-Ominami y que perjudicó las opciones de la Concertación".
"Esta primaria debe ser -a diferencia de la anterior- inclusiva y dándole le posibilidad de que participen todos los candidatos que quieran participar, abierta a toda la ciudadanía, con la sola excepción de los militantes de la Alianza, y con todas las incertidumbres y rigurosidades propias de una modalidad democrática cien por ciento", concluyó.
Bolsa de gatos
Osvaldo Andrade y Ignacio Walker, timoneles de la PS y el DC, como asimismo Escalona, Pizarro y muchos otros referentes al interior de la Concertación, celebraron que tras el pacto PPD-PRSD-PC la coalición no murió y siguió trabajando en diversos temas partidarios y legislativos, como la reforma tributaria lanzada por el Ejecutivo que en estos días se discute intensamente entre el oficialismo y la oposición.
Sin embargo, lo que no pasó inadvertido fue la renuncia del propio Walker como vocero del conglomerado luego que Gómez, días antes del anuncio del acuerdo electoral con los comunistas, se negara a tomar el turno que le correspondía en la agenda.
El senador de la Quinta Región Cordillera, por medio de un escueto mensaje de correo electrónico enviado a Andrade, Gómez y Carolina Tohá, arguyó que la medida fue tomada "en señal de molestia" debido al "nuevo escenario político en materia de pactos electorales y políticas de alianzas". Además, el ex canciller resolvió no ir a una reunión extraordinaria en la que se iba a analizar el futuro del bloque y los motivos de su renuncia a la coordinación del mismo.
Lejos de mantener la calma, Walker manifestó que tiene como aspiración que "los cuatro presidentes de partidos nos sentemos a la mesa y vayamos a poner las cartas sobre la mesa", léase "en qué está cada cual desde el punto de vista de las alianzas. En la DC nuestra política de alianzas es la Concertación. Queremos saber si el PPD y el PRSD piensan lo mismo".
"Hay que poner fin al baile de máscaras. O se está por una alianza de centroizquierda que ha asegurado paz social en los últimos 20 años, gobernabilidad política y crecimiento con equidad, o se está por una alternativa que se construye desde la izquierda que significa renunciar a la vocación de mayoría y a la vocación de gobierno. Esa izquierdización a lo único que conduce es a un subsidio a la derecha y a facilitar el camino a un nuevo gobierno de derecha", remató.
En respuesta, Gómez, tal como su ideología, fue radical en su planteamiento: "Sus pataletas no pueden comprometer a la política chilena".
Fiel a su estilo conciliador, Andrade habló con Walker, Gómez y Tohá para gestionar una nueva reunión para aflojar las tensiones y ponerse a trabajar en los futuros desafíos de la oposición. Sin ir más lejos, el PPD y el PRSD mantienen una activa agenda con el PC en lo relativo a su lista conjunta de candidatos a concejales, tema que debieran retomar la DC y el PS, aunque en ausencia de Walker fue su secretario nacional Víctor Maldonado el encargado de llevar adelante la postura de la flecha roja.
Sangre en el ojo
Si entre los socios de la Concertación los ánimos no están de los mejores, la convivencia con las huestes progresistas y comunistas tampoco pasa por un buen momento.
Para muestra está el llamado del senador Escalona contra la plana mayor del PC. "Yo creo que no tienen que meterse en los líos de la Concertación, ni directa ni indirectamente. Al comienzo no tenían interés en ingresar a la Concertación y su política era el Juntos Podemos y, de pronto, por arte de birlibirloque, eso se modificó hacia un acuerdo con la mitad de coalición. Entonces, no me parece sana su conducta", disparó.
El abogado y diputado Hugo Gutiérrez agarró el guante por el martillo y la hoz: "A Escalona la falta comprensión y debiera demostrar un poco más de grandeza. No tenemos ninguna pretensión de querer inmiscuirnos, pero creo que tenemos también el derecho de plantear la necesidad de superación de ésta por un conglomerado mayor que permita enfrentar a la derecha. Si eso no lo entiende es porque tiene una miopía inexplicable".
Y esto no para aquí. Cristian Warner, vocero del PRO, rechazó que el pacto PC-PRSD-PPD adopte el nombre de "Frente Progresista" e incluso amenazó con acudir a tribunales si tal denominación se concreta en las próximas semanas. ¿No que entre el "girardismo" y los cercamos a MEO quedó una conexión programática entablada desde la primera vuelta de 2009? Como diría el fallecido rockero argentino, Luca Prodán: "Mejor no hablar de ciertas cosas".
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