Ex ministro de Pinochet y hombre clave en reformas constitucionales de 1989
Carlos Cáceres sale en defensa del modelo: “Lo que está cuestionado son los instrumentos, no el sistema”
El ex titular de Hacienda del
régimen militar entre los años 83' y 84', y del Interior poco después
del plebiscito de 1988, defiende las por ese entonces aprobadas leyes
consideradas de “amarre”, ya que considera que otorgaron estabilidad al
país. De igual modo, el presidente del Instituto Libertad y Desarrollo
calificó de "sesgada" la carta pastoral de la Iglesia Católica, por
cuanto no reconoce "todo lo que se ha avanzado en Chile".
Carlos Cáceres fue ministro
de Hacienda y del Interior durante la dictadura militar. Hoy, ante las
críticas al modelo económico ideado a finales de los años 70 por los
“Chicago Boys”, es categórico en precisar que los cuestionamientos
apuntan a las herramientas del sistema y no a su piedra angular: la
Constitución de 1980.
En el programa “Somos lo que Conversamos” de El Mostrador TV,
el actual director del Instituto Libertad y Desarrollo explica “cuando
uno habla del modelo político y del modelo económico y se pregunta qué
buscó el gobierno militar cuando asumió el poder el año 1973. No fue
otra cosa que crear las condiciones para una sociedad de libertades”.
Para la ex autoridad, cuando se habla del fracaso o agotamiento del
modelo económico y político nunca se especifica cuáles son los aspectos
que se quieren modificar. “A mi me sorprende cuando se plantea el tema
de la asamblea constituyente y todo el mundo habla, pero no he escuchado
a nadie hasta hoy día decir qué es lo que se quiere cambiar o para qué
lo quiero cambiar. No he escuchado a nadie. Ningún político, ni analista
político que haya dicho: ‘la Constitución hay que cambiarla por
ésto’…”, indica.
Por ello, aclara que hay tres aspectos específicos que lo definen: el
derecho a la propiedad privada, la subsidiariedad del Estado y una
economía abierta a la competencia internacional. “Hay que hacer una
distinción entre lo que es el sistema y lo que son los instrumentos del
sistema. El sistema no está cuestionado, ya que nadie habla hoy día de
desconocer el derecho de propiedad, podría haber un debate respecto al
rol del Estado y tampoco hay puntos diferenciadores respecto de la
apertura de la economía. Nadie dice que vayamos a una economía
eminentemente cerrada, no escucho eso. En lo que sí puede haber
cuestionamientos es en los instrumentos. Y uno de ellos es el sistema
binominal, pero no es el modelo mismo”, insiste.
Dice sentirse muy alegre que lo consideren el responsable de leyes de
“amarre” al sistema de la dictadura militar, porque “eso dio
estabilidad”. Al respecto, recuerda: “Cuando llevamos adelante la
reforma del año 1989 en momentos en que había un grado evidente de
desconfianza. La Concertación sentía una gran desconfianza del gobierno
militar y al revés. Hubo una actitud generosa ante el retorno a la
democracia, partiendo en una forma civilizada. Y esta era la reforma a
la Constitución (…) la primera vez que fui a conversar con el Presidente
Pinochet acerca de la posibilidad de una reforma constitucional, me
dijo que era casi nula. Mi respuesta a Pinochet fue: ‘Presidente,
mientras yo vea luz que corre detrás de sus dedos yo me siento con
capacidad de maniobra y le iré contando cómo van las conversaciones”.
Consultado por la carta pastoral de la Iglesia Católica que cuestiona
el modelo económico chileno, Cáceres señala: “Yo soy católico
observante y tengo serios reparos a la carta de la pastoral. Creo que la
carta pastoral de la Iglesia Católica tiene un sesgo, que me parece
inadecuado. No hay un reconocimiento de todo lo que se ha avanzado en
Chile, en materia de crecimiento económico, en materia de la reducción
de la pobreza, en menor desigualdad en los niveles de ingreso.
Marginales, pero menores. En esa declaración hay ciertas
generalizaciones que me parecen extremadamente delicadas”.
“Hay un ataque central a la palabra lucro, a la palabra
globalización. Pero, la realidad del mundo contemporáneo es la
globalización y lo que mueve a las personas es el incentivo al lucro,
¿quiere la Iglesia romper con lo que pertenece de alguna manera a la
naturaleza humana?”, recalca.
Sobre la explotación del litio, el ex ministro de Pinochet toma
postura: “Que privaticen Codelco. ¿Por qué tiene que estar el gobierno
en eso o el litio?”.
FUENTE: EL MOSTRADOR
No hay comentarios:
Publicar un comentario