miércoles, 3 de octubre de 2012

Ex ministro de Pinochet y hombre clave en reformas constitucionales de 1989

Carlos Cáceres sale en defensa del modelo: “Lo que está cuestionado son los instrumentos, no el sistema”

El ex titular de Hacienda del régimen militar entre los años 83' y 84', y del Interior poco después del plebiscito de 1988, defiende las por ese entonces aprobadas leyes consideradas de “amarre”, ya que considera que otorgaron estabilidad al país. De igual modo, el presidente del Instituto Libertad y Desarrollo calificó de "sesgada" la carta pastoral de la Iglesia Católica, por cuanto no reconoce "todo lo que se ha avanzado en Chile".
Carlos Cáceres fue ministro de Hacienda y del Interior durante la dictadura militar. Hoy, ante las críticas al modelo económico ideado a finales de los años 70 por los “Chicago Boys”, es categórico en precisar que los cuestionamientos apuntan a las herramientas del sistema y no a su piedra angular: la Constitución de 1980.
En el programa “Somos lo que Conversamos” de El Mostrador TV, el actual director del Instituto Libertad y Desarrollo explica “cuando uno habla del modelo político y del modelo económico y se pregunta qué buscó el gobierno militar cuando asumió el poder el año 1973. No fue otra cosa que crear las condiciones para una sociedad de libertades”.
Para la ex autoridad, cuando se habla del fracaso o agotamiento del modelo económico y político nunca se especifica cuáles son los aspectos que se quieren modificar. “A mi me sorprende cuando se plantea el tema de la asamblea constituyente y todo el mundo habla, pero no he escuchado a nadie hasta hoy día decir qué es lo que se quiere cambiar o para qué lo quiero cambiar. No he escuchado a nadie. Ningún político, ni analista político que haya dicho: ‘la Constitución hay que cambiarla por ésto’…”, indica.
Por ello, aclara que hay tres aspectos específicos que lo definen: el derecho a la propiedad privada, la subsidiariedad del Estado y una economía abierta a la competencia internacional. “Hay que hacer una distinción entre lo que es el sistema y lo que son los instrumentos del sistema. El sistema no está cuestionado, ya que nadie habla hoy día de desconocer el derecho de propiedad, podría haber un debate respecto al rol del Estado y tampoco hay puntos diferenciadores respecto de la apertura de la economía. Nadie dice que vayamos a una economía eminentemente cerrada, no escucho eso. En lo que sí puede haber cuestionamientos es en los instrumentos. Y uno de ellos es el sistema binominal, pero no es el modelo mismo”, insiste.
Dice sentirse muy alegre que lo consideren el responsable de leyes de “amarre” al sistema de la dictadura militar, porque “eso dio estabilidad”. Al respecto, recuerda: “Cuando llevamos adelante la reforma del año 1989 en momentos en que había un grado evidente de desconfianza. La Concertación sentía una gran desconfianza del gobierno militar y al revés. Hubo una actitud generosa ante el retorno a la democracia, partiendo en una forma civilizada. Y esta era la reforma a la Constitución (…) la primera vez que fui a conversar con el Presidente Pinochet acerca de la posibilidad de una reforma constitucional, me dijo que era casi nula. Mi respuesta a Pinochet fue: ‘Presidente, mientras yo vea luz que corre detrás de sus dedos yo me siento con capacidad de maniobra y le iré contando cómo van las conversaciones”.
Consultado por la carta pastoral de la Iglesia Católica que cuestiona el modelo económico chileno, Cáceres señala: “Yo soy católico observante y tengo serios reparos a la carta de la pastoral. Creo que la carta pastoral de la Iglesia Católica tiene un sesgo, que me parece inadecuado. No hay un reconocimiento de todo lo que se ha avanzado en Chile, en materia de crecimiento económico, en materia de la reducción de la pobreza, en menor desigualdad en los niveles de ingreso. Marginales, pero menores. En esa declaración hay ciertas generalizaciones que me parecen extremadamente delicadas”.
“Hay un ataque central a la palabra lucro, a la palabra globalización. Pero, la realidad del mundo contemporáneo es la globalización y lo que mueve a las personas es el incentivo al lucro, ¿quiere la Iglesia romper con lo que pertenece de alguna manera a la naturaleza humana?”, recalca.
Sobre la explotación del litio, el ex ministro de Pinochet toma postura: “Que privaticen Codelco. ¿Por qué tiene que estar el gobierno en eso o el litio?”.


FUENTE: EL MOSTRADOR

No hay comentarios:

Publicar un comentario