miércoles, 31 de octubre de 2012

Enojo del mandatario no amaina desde la noche del domingo

Tensión entre Piñera y Allamand marca antesala de inminente cambio de gabinete

RN se prepara para el desembarco de su presidenciable. El timonel, Carlos Larraín, ya le ofreció ocupar la sede del partido como centro de operaciones de su campaña, apenas salga del gabinete, algo que todo apunta a que sucedería la próxima semana. Las municipales cortaron el elástico y ya no queda margen para forzar la permanencia de Golborne ni del titular de Defensa en el Gobierno.
Aunque han pasado tres días, en Palacio se comenta que al Presidente Sebastián Piñera aún no se le pasa el enojo con su ministro de Defensa, Andrés Allamand, por eclipsarlo durante la noche del domingo: sabía que era el único que había ganado algo con las elecciones municipales y lo hizo notar con creces a través de sus declaraciones con tono de estadista en pleno patio de La Moneda, mientras el oficialismo no se recuperaba del shock de las derrotas. En RN ya tomaron nota que el escenario actual es favorable para Allamand y el timonel, Carlos Larraín, ha dado señales concretas que no escatimará esfuerzos para respaldarlo y potenciarlo con miras al 2013.
Antes que terminara el fracasado cóctel en Palacio el domingo en la noche, finalmente Piñera resolvió hablar, sin dar espacio a preguntas y poniendo el acento, no en la derrota, sino en los niveles de abstención y la importancia de la libertad de los ciudadanos para ejercer o no su derecho a voto. Se había dicho que se evitarían las declaraciones paralelas, pero mientras el Presidente ni siquiera terminaba de subir las escaleras rumbo a su despacho, Allamand se instaló en el patio frente a las cámaras y afirmó que “esta no ha sido una buena elección para la centroderecha y el gobierno”.
Acto seguido, dijo que el proyecto de la centroderecha estaba vigente y que la brecha con la oposición era remontable de aquí a noviembre del próximo año, clavando de inmediato la bandera para llenar el vacío de liderazgo que se produjo en el sector. Allamand no terminó de hablar cuando ya había sacado ronchas en Palacio y se comentaba que su gesto había caído como plomo al Presidente. Además es sabido que Piñera y el segundo piso de asesores se inclinan porque Golborne sea el abanderado del sector, pues es a quien ven con más posibilidades de triunfar.
Si ya el Presidente estaba enojado la noche del domingo —como ha confesado más de una autoridad en privado— con los resultados electorales de la Alianza, que dejaron en evidencia el error cometido por La Moneda al modificar el esquema original y acceder a la estrategia gremialista de la presidencialización de la campaña, los dichos de Allamand fueron la guinda de la torta. Y hasta hoy, se comenta, el enojo del mandatario no amaina.
Pero también pesa en esa molestia —reconocen en el gobierno y el entorno de Allamand— que tras las elecciones no le quedó margen de acción a Piñera y está obligado a sacarlos a los dos cuanto antes del gabinete. Eso, a pesar que el mandatario no quería precipitar la salida para evitar que se desate la carrera presidencial, dejándolo a él y su gobierno en un segundo plano.
“El Presidente tiene que leer bien los resultados del domingo, él es un político y sabe que la decisión de sacar a Allamand y Golborne ya no puede depender de su temor al síndrome del pato cojo”, confiesan en el gobierno.

La ronda

Así, no es casual que las últimas horas en La Moneda hayan estado marcadas por una indiscutida ronda de consultas con varios ministros, para sondear y hacer cuajar el ajedrez del nuevo tablero ministerial ante los cambios que se avecinan. El vocero Andrés Chadwick encabezó la tarea. Se reunió con Golborne el lunes en la tarde y ayer al medio día, por más de una hora, con Allamand.
Es sabido que Carlos Larraín jamás desperdicia la oportunidad de tratar de reducir el espacio de poder que tiene la UDI. Basta recordar que en las parlamentarias del 2009, puso su no despreciable capacidad financiera y su capital político desde la presidencia de RN en la candidatura a senador de Francisco Chahuán en la V Costa, para neutralizar la opción senatorial de Joaquín Lavín. Y le resultó. Por lo mismo, medio en broma, medio en serio, en el gobierno reconocen que a Larraín “le encanta joder a la UDI, casi es uno de sus motivos de vida desde que era concejal en la Municipalidad de Las Condes”, por lo que en el círculo de hierro de Allamand saben que el timonel RN no escatimará en esta jugada.
Tras la catarsis que fue el comité político del lunes en Palacio analizando los resultados municipales, la UDI se allanó a bajar la bandera de mantener a Golborne hasta marzo y reconocer que el fin de año es un buen momento. Si RN ha dicho públicamente que llegó la hora del ajuste, “pelear por unas cuantas semanas no tiene sentido”, agregaron en el gobierno.
Hoy el Presidente parte a Isla de Pascua y se espera que a su regreso, originalmente previsto para el domingo, venga con el cuadro ministerial resuelto. Todo apunta a que Golborne y Allamand están viviendo sus descuentos y saldrían en el ajuste de gabinete de la próxima semana en la que se van las autoridades que quieren postular al Congreso el próximo año.
En ese contexto, un dato no menor es que Chadwick también se reunió ayer en la tarde, por separado, con la ministra del Trabajo, Evelyn Matthei y el titular de Economía, Pablo Longueira, quienes no cerraron la puerta a sumarse a la lista de quienes salen del gabinete.

La dupla con Carlos

Carlos Larraín no perdió tiempo y trascendió que ya habló con Allamand para ofrecerle dos oficinas en el segundo piso de la sede de RN en calle Antonio Varas, para que ocupe esas instalaciones como centro oficial de operaciones de su campaña presidencial.
La idea del timonel es clara. Quiere fortalecer, precisaron, el eje Allamand-RN como base de su campaña y razones tiene más de una. Comentan en el entorno del ministro, que Larraín sabe que el favorable escenario que ha tomado la opción presidencial de Allamand generará un efecto positivo a su gestión interna: este nuevo aire a la opción presidencial del partido fomentará la unidad interna, se cerrarán filas y se replegarán las disidencias.
Pero además es sabido que Carlos Larraín jamás desperdicia la oportunidad de tratar de reducir el espacio de poder que tiene la UDI. Basta recordar que en las parlamentarias del 2009, puso su no despreciable capacidad financiera y su capital político desde la presidencia de RN en la candidatura a senador de Francisco Chahuán en la V Costa, para neutralizar la opción senatorial de Joaquín Lavín. Y le resultó.
Por lo mismo, medio en broma, medio en serio, en el gobierno reconocen que a Larraín “le encanta joder a la UDI, casi es uno de sus motivos de vida desde que era concejal en la Municipalidad de Las Condes”, por lo que en el círculo de hierro de Allamand saben que el timonel RN no escatimará en esta jugada.
De noviembre a mayo serán meses claves para las aspiraciones presidenciales del ministro de Defensa. Es el tiempo que tiene para capitalizar todo lo ganado tras las municipales, especialmente la caída del “balcón del triunfo” que sufrieron Golborne y la UDI, luego que no ganara ninguno de los candidatos emblemáticos que el ministro MOP apoyó en terreno.
“Si antes del domingo había dudas en la Alianza de elegir al abanderado único a través de primarias, eso ahora se acabó, ahora la discusión será cuándo es el mejor momento”, confiesan en el gobierno como uno de los principales triunfos de Allamand.
Aunque recalcan que el mejor triunfo fue el hecho que quedó en evidencia que “las sonrisas y los besos con las señoras en terreno” no son suficientes, aludiendo directamente al estilo que desplegó Golborne estos meses.
Como nunca —recalcan en La Moneda— lo que se necesita con miras al 2013 son “campañas con contenido”, por lo que llegó el momento de desplegar la trayectoria y el currículum político. “Un animal político como Allamand sabe perfectamente cómo hacer eso”, agregaron.

FUENTE: EL MOSTRADOR

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