miércoles, 31 de octubre de 2012

Falta de contingente y salida de los ministros que vienen del Senado: dos de los grandes problemas que tiene el gobierno para hacer el cambio de gabinete

Por Guillermo Arellano
Para no creerlo, hay connotados dirigentes de la UDI y RN que han manifestado privadamente que no están dispuestos a “desprestigiarse” en una administración que es vista como “agotada” y sin chances de mejoras a 16 meses de su término.
Hace meses que el mundo político viene analizando el tema del cambio de gabinete del mandatario Sebastián Piñera.

Más aún ahora con los malos resultados que registraron los partidos de derecha en las recientes elecciones municipales, donde hubo derrotas en las comunas emblemáticas y se registró una merma importante en los votos a nivel de alcaldes y concejales, lo que para los expertos aceleraría la salida de los presidenciables Laurence Golborne y Andrés Allamand.

De hecho, al interior del propio oficialismo hay diferencias insalvables. En la UDI, su presidente Patricio Melero alude a la realización de las primarias por ley -pactadas a mediados del 2013- a la hora de tratar este debate. En su opinión, en enero hay que reanudar las conversaciones, porque tiempo sobra. Incluso no descarta la realización de dos ajustes ministeriales.

Por el contrario, en RN son de la idea de que salgan lo antes posible. Es decir, en el ajuste programado para mediados de noviembre, momento en el que saldrán del Ejecutivo los ministros que emprenderán candidaturas al Parlamento. Molesto, el vicepresidente de la colectividad, Manuel José Ossandón, asegura que "hace dos meses" que Golborne y Allamand tuvieron que haber salido a hacer campaña en terreno.

Como sea, el cambio de secretarios de Estado acarrea dos problemas anexos que por el momento no tienen visos de solución para el equipo de La Moneda que comanda Piñera.

Primero, ante las probables partidas de Carolina Schmidt (Sernam), Luis Mayol (Agricultura), Catalina Parot (Bienes Nacionales), Luciano Cruz-Coke (Cultura), Joaquín Lavín (Desarrollo Social), Evelyn Matthei (Trabajo), Pablo Longueira (Economía), Andrés Chadwick (Vocería) y algún otro de última hora no hay funcionarios del mismo tonelaje político y técnico que sean capaces de reemplazarlos cabalmente.

Se vienen meses claves para la próxima campaña presidencial, donde el rol del gobierno en lo relativo a anuncios y puestas en marcha de diversas políticas públicas será determinante.

Ante esto, en la suplencia de los mencionados ministros aparecen los subsecretarios que lógicamente tendrían que hacerse cargo de tal responsabilidad. Sin embargo, "segundos de abordo" como Jéssica Mualim (Sernam), Bruno Baranda (Trabajo), Pablo Galilea (Pesca), Claudio Alvarado (Presidencia) y Alfonso Vargas (Fuerzas Armadas) también dimitirán a sus puestos para postular por un cupo al Congreso. Por ende, el contingente de búsqueda se sigue acortando.

Y no sólo eso, hay connotados dirigentes de la UDI y RN que han manifestado privadamente que no están dispuestos a "desprestigiarse" en una administración que es vista como "agotada" y sin chances de mejoras a 17 meses de su término.

Se trata de referentes y fundadores de la derecha post Pinochet que de tiempo en tiempo son llamados a "apagar incendios", pero que ha dicho que "no" al primer telefonazo, como también aquellos directores y gerentes de empresas que por motivos económicos y de estrés laboral han rechazado "quemarse" en La Moneda.

A tanto llega la escasez que hasta se rumorean algunos retornos de agentes diplomáticos. Por ejemplo, la ex diputada Carmen Ibáñez, que está terminando su labor de embajadora en Grecia, estaría "pintada" para el Sernam o Bienes Nacionales, dicen en RN, pero sus ganas de volver al Congreso pesarían más.

Y Felipe Bulnes, designado como embajador en Estados Unidos luego de sus gestiones en las carteras de Justicia y Educación, suena como vocero e incluso como ministro de Interior, lo que traería como resultado el traslado de Rodrigo Hinzpeter, actual jefe de gabinete a Defensa. ¿Qué tal?

Tridente

El segundo problema para Piñera y sus boys viene de la mano con los ex senadores que tras algunos meses de labor en el gobierno querrían volver al ruedo electoral para engrosar la parrilla de sus partidos el 2013.

Son Longueira, Matthei y Chadwick, todos de la UDI, los cuales, aparte de dejar en indefensión a las regiones que representaban (Metropolitana, Coquimbo y O´Higgins), serían cuestionados por sus pares por abandonar el buque, aunque sea en tono de broma. Y, además, instalaría un nuevo frente de críticas de parte de la oposición.

Para el analista y politólogo Cristóbal Bellolio, sería "impresentable" que la Alianza recurriera a ellos para salvar algunas zonas donde RN amenaza con quedarse con el triunfo, aunque recuerda que fue en el gobierno de Michelle Bachelet donde por primera vez se sacó a una diputada PPD para ponerla de vocera de Palacio (Carolina Tohá) y se llevó a un subsecretario del Interior (también PPD) directo a la Cámara Baja (Felipe Harboe).

Mientras las directivas de la UDI y RN leen y releen, en conjunto con los ministros políticos de La Moneda, el acotado abanico de opciones que va restando, cobra fuerza que el tridente Longueira-Matthei-Chadwick termine quedándose en el Ejecutivo hasta el último día, al igual que Hinzpeter, Jaime Mañalich (Salud), Felipe Larraín (Hacienda), Cristián Larroulet (Segprés) y Pedro Errázuriz (Transportes), en suma, los "blindados" de Piñera que intentarán mantener de pie la alicaída estantería oficialista.

Pero, que quede en acta, ya hay un alcalde derrotado el pasado domingo que presentará su currículum: el RN Pedro Sabat (Ñuñoa). Luego de descartar una carrera senatorial por la VI Región, humildemente se visualiza en un cargo de confianza presidencial.

"Como hay tanta gente que va a salir como candidato a diputado, (también) podría haber unas vacantes de intendentes, subsecretarios... ahí veré. Voy a poner un aviso en El Mercurio que diga: 'ex alcalde necesita trabajo'. A lo mejor encuentro una peguita". Total, en pedir no hay engaño.

Para que lo sepan sus colegas de la Alianza que quedarán cesantes el próximo 6 de diciembre. A lo mejor, ayudan a salvar la plata en lo que va quedando de la "nueva forma de gobernar".

FUENTE:CAMBIO21

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