Allamand, Longueira y Bachelet, los candidatos más serviles al poder financiero
A Chile le hace falta un
contador y que opere con transparencia. El erario público mezquina
educación gratuita y de calidad a los pueblos, y la plata está, pero se
la llevan unos pocos gracias a favores pagados.
Las arcas matrias continúan siendo a
saqueadas con concesiones millonarias sobre los recursos naturales y su
explotación indiscriminada por parte de unos pocos de origen
trasnacional y a la par de capitales “chilenos” de 7 a 10 familias que
aprovechan las brechas de un modelo tejido por las urdiembres de la
banca y la generación de deuda en la población, siguen operando.
Desregulados en sus propia crisis,
tratan de compensar con sus inmensos parques privados y áreas de
conservación de las que han desplazado pueblos originarios, y por otro
lado avanzan con una expansión forestal sin precedentes secando la
Tierra hacia el sur , y hacia el norte la minería sin escrúpulos
contaminando el agua dulce detectándose en últimos estudios niveles
mortales de sustancias tóxicas asociadas a su proceso productivo.
El mar se lo han repartido en desmedro
del pescador artesanal y el agua dulce que “conservan” en el sur ya le
han puesto precio mercantilizándola… hasta el aire tiene un valor en el
mundo etéreo del que gozan unos pocos.
Las cuentas a ellos se las llevan
organismos contables internacionales expertos en evasión tributaria,
mientras el chileno de a pie sigue siendo un contribuyente del 19%, que
paga un elevado diezmo incluso por elementos de la canasta básica como
son el pan, la leche, los libros.
Los partidos políticos, los supuestos
garantes de la voluntad popular de la representación del colectivo por
sobre intereses particulares atraviesan una crisis de legitimidad que
se evidencia, con el pago de sus candidaturas y otros bonos, que les dan
y ofrecen las grandes corporaciones para que cuiden sus intereses.
Frente a ello la economía social desde
una base social que fue fragmentada, intenta reagruparse con educación
popular y cooperativismo para irrumpir en el escenario político para
traer directamente sus voces y tratar de elevarlas mediante una
papeleta en los próximos comicios presidenciales.
Candidaturas como las de Roxana Miranda
de la herramienta política llamada Partido Igualdad, reflejan lo
señalado. Corrientes políticas surgidas del estudiantado como los
Autónomos, Revolución Democrática van por cupos para las parlamentarias
y entran al juego democrático. Algunos serán absorbidos, hacia la
derecha con dinero, otros darán un paso a la izquierda y ahí se sumaran
radicales, comunistas, corrientes anarquistas, el sentir mapuche,
aymará, el sentir de los pueblos, de facciones regionalistas,
socialistas, latinoamericanistas y tantos más.
Candidaturas presidenciales como la de
Marcel Claude también recogen el sentir con firmeza y se deja ver su
simpatía en sectores amplios del estudiantado. Algo más tibio, no menos
despierto aparece, Marco Enriquez-Ominami. Restándole a él, su tocayo
Parisi que también restará votos a la derecha, si llega a la papeleta .
Velasco, otro servil de los poderes
financieros aparece en una DC derechizada donde el único espíritu que
podría salvarla es más bien el cristiano de un Claudio Orrego. Se ve
firme a un radical José Antonio Gómez que ha salido a dar el golpe de
timón en la Concertación preparando la brújula a Bachelet que ya
aterrizó tratando de poner orden en las filas pero aún sin dar la
garantía de fondo, que una Nueva Constitución solo es legítima si nace
de una Asamblea Constituyente amplia y participativa.
Pero como dijimos, el descrédito de los
que ya fueron lo crearon ellos y el voto chileno se vuelve cada vez
más informado gracias a las Redes Sociales y la ciudadanía despierta.
En cuanto los medios de comunicación masivos, tienen una gran misión
ética los colegas periodistas, y los llamamos a que aunque la propiedad
del medio no esté en sus manos, asuman la rebeilón contra los editores
censuradores, es momento de apuntar cámaras y micrófonos para
propiciar el profundo debate de lo que nos está pasando como sociedad
chilena, mostrar lo que se esconde tras los millones, y elevar los
cambios que se están demandando como sociedad en las calles, en los
muros, en nuestras voces.
Es lo nuevo contra lo viejo lo que ya no
se quiere más, y hay que ver quién pueda representar mejor lo que los
pueblos queremos. Para nosotros está más o menos claro, no es Longueira,
ni Allamand. Michelle Bachelet tendría que ser exorcizada y solo si
los demás se unieran en una candidatura, con código de honor y llama de
los pueblos de Chile, podrán competir contra el capital que financiará
las siguientes presidenciales amarrando los destinos del país.
¡Hey!, Pensar es gratis, actuar unidos, el desafío.
El Ciudadano
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