lunes, 27 de mayo de 2013


La gran mentira del Señor Elizalde

Publicado el 27 Mayo 2013
Escrito por Claudio Filippi
Recientemente, vía twitter, Álvaro Elizalde, vocero de la Pre-candidata de la Concertación Michelle Bachelet, trató de mentirosos a la Radio Bio Bio por informar, que 6 estudiantes hacían en Chillán una manifestación contraria a su abanderada. Lo extraño, es que esa manifestación si ocurrió, a pesar de lo reducido de su tamaño, como lo comprobó ese confiable medio radial posteriormente (1).
Al parecer, esa conducta evidencia una postura moral bastante laxa sobre el acto eminentemente humano de la mentira que posee el vocero Sr. Elizalde, pues cuando él era Superintendente de Seguridad Social faltó manifiesta y probadamente a la verdad, cuando en Septiembre del año 2009 defendía públicamente que un médico debía emitir alrededor de cien licencias médicas al año, cifra que se utilizó para criminalizar el aumento de licencias médicas emitidas en el país en los últimos años, hecho que fue, sin más análisis técnico, condenado y tipificado como fraudulento en base a ese mismo indicador. Incluso motivó la denuncia a tribunales de varios profesionales que superaban largamente esa cifra “técnica” (2) (3)
Sin embargo, en ningún momento el Sr. Elizalde explicó o dio referencias de cómo se había obtenido esa cifra y al parecer hacía uso de la media aritmética, obtenida al contrastar el número de licencias emitidas con el número de médicos que emiten licencias, utilizando ese instrumento estadístico como supuesto “indicador de fraude”.
No debemos olvidar que la media estadística es una medida estadística de tendencia central que define en conjunto con la desviación estándar una población que posee una distribución normal, es decir una población que se distribuye según la ecuación definida por el matemático Carl Friedrich Gauss (1777-1855) y que posee importantes características para definir lo que es normal estadísticamente (4) (5):
  1. Tiene una única moda, que coincide con su media y su mediana.
  2. La curva normal es asintótica al eje de abscisas. Por ello, cualquier valor entre y es teóricamente posible. El área total bajo la curva es, por tanto, igual a 1.
  3. Es simétrica con respecto a su media. Según esto, para este tipo de variables existe una probabilidad de un 50% de observar un dato mayor que la media, y un 50% de observar un dato menor.
  4. La distancia entre la línea trazada en la media y el punto de inflexión de la curva es igual a una desviación típica. Cuanto mayor sea ésta, más aplanada será la curva de la densidad.
  5. El área bajo la curva comprendida entre los valores situados aproximadamente a dos desviaciones estándar de la media es igual a 0.95. En concreto, existe un 95% de posibilidades de observar un valor comprendido en el intervalo.
  6. La forma de la campana de Gauss depende de los parámetros. La media indica la posición de la campana, de modo que para diferentes valores de la gráfica es desplazada a lo largo del eje horizontal. Por otra parte, la desviación estándar determina el grado de apuntamiento de la curva (Figuras 1 y 2).. Cuanto mayor sea el valor de ésta, más se dispersarán los datos en torno a la media y la curva será más plana. Un valor pequeño de este parámetro indica, por tanto, una gran probabilidad de obtener datos cercanos al valor medio de la distribución
Fig. 1. Diferentes distribuciones normales con igual media pero diferentes desviaciones estándar.
Fig. 2. Diferentes distribuciones normales con igual desviación estándar pero diferentes medias.
Por lo mismo, para definir la normalidad de la emisión de licencias médicas debieron haberse considerado las desviaciones estándar con respecto a la media que posee la emisión de licencias médicas, suponiendo que es una población homogénea que se distribuye normalmente, es decir que posee las características señaladas anteriormente.
Eso está por demostrarse, pues epidemiológicamente es grave un error metodológico mezclar en el análisis de la normalidad de la emisión de licencias médicas datos provenientes de las diferentes especialidades médicas, los diferentes niveles de atención, los diferentes grupos etarios, el nivel socioeconómico y las diferentes zonas geográficas del país. Esto, por cuanto, no es lo mismo, por ejemplo y sólo doy cuatro de ellos (6):
  1. Trabajar como psiquiatra en la zona oriente del país con adultos de los estratos socioeconómicos más pudientes que como psiquiatra en la Provincia de Arauco con los mismos adultos pero de estratos socioeconómicos más empobrecidos.
  2. Trabajar como psiquiatra con adultos que como psiquiatra de adultos mayores.
  3. Trabajar como pediatra que como psiquiatra de adultos jóvenes.
  4. Trabajar como ginecólogo que trabajar como geriatra.
Ese análisis no lo realizó ni lo demostró el Sr. Elizalde, pues le bastó mostrar una cifra de cien licencias por médico, para señalar que los aumentos en la emisión de licencias médicas sólo eran producto de un fraude sostenido y sistemático cometido por los médicos y los trabajadores que eran sus pacientes. Y con eso salió en defensa de los fondos públicos y privados que estaban comprometidos.
Así mismo, no juzgó que el aumento del gasto en licencias médicas podía ser producto simplemente de un aumento de la población trabajadora y de sus aportes previsionales en salud, para lo cual habría sido interesante comparar la evolución de los gastos per cápita por conceptos de licencias médicas, debidamente considerados bajo la luz de los aumentos inflacionarios. Es reconocido públicamente por el mismo Ministerio de Salud el efecto que el empleo provoca en el aumento de las Licencias Médicas (7).
O desde otro punto considerar variables de carácter epidemiológico, como por ejemplo un interesante dato complementario: el aumento sostenido de la tasa de suicidios en el país, la que subió de 5,6 por 100 mil habitantes en el año 1991 a 13 por 100 mil habitantes (Gráfico 1 y Fig. 3) (8)
Gráfico 1:
Evolución en Chile de la Tasa de Suicidio por 100 mil habitantes años 1991-2010
Año
Tasa
1991
5,6
1992
5,9
1993
4,8
1994
5,3
1995
5,7
1996
6,5
1997
6,3
1998
6,2
1999
6,9
2000
6,8
2001
9,6
2002
10,4
2003
10,2
2004
10,4
2005
10,8
2006
10,3
2007
10,3
2008
11,6
2009
10,7
2010
13
Fig. 3:
Evolución en Chile de la Tasa de Suicidio por 100 mil habitantes años 1991-2010
No, el Sr. Elizalde no hizo ese análisis, a pesar de ser la máxima autoridad de la Superintendencia de Seguridad Social y de la debida probidad con la que debe actuar cada funcionario público, no comprometiendo los derechos que los ciudadanos deben poseer frente a la administración. Prefirió criminalizar a los trabajadores y a los médicos cómplices de éstos fraudulentos seres patológicos que buscan masivamente eludir sus obligaciones laborales.
Si esa lógica falaz se hubiera trasladado a otra área de la realidad nacional, bien habría podido significado que algún personero del Gobierno de entonces, que era el de la actual Precandidata Michelle Bachelet, hubiera acusado de ladrón todo aquel que superara la cifra de ingresos de US$ 18.000, que es el ingreso per cápita anual de Chile. Así todo juez, empresario, profesional, etc. de Chile habría pasado a tal categoría, lo que es un absurdo metodológico, por no decir, una estupidez.
Uno de los más claros argumentos que demuestran que el Sr. Elizalde faltó a la verdad, es que en los años que han seguido se ha cambiado, sin explicación alguna a la opinión pública, la media de licencias por médicas emitidas por los profesional, cifra que ha pasado de 100 Licencias por médico a 1.000 Licencias Médicas anuales por médico, lo que representa un 1.000% superior a la cifra utilizada originalmente por Elizalde, lo que de por sí es un escándalo (9) (10).
¡Ojalá las remuneraciones chilena hubieran cambiado en esa proporción!
Me pregunto: ¿Qué habría pasado si el IPC, o algún otro indicador económico hubiera variado en esa proporción?... ¿Estaríamos tranquilos?
¿Cuál fue nuestra reacción frente a los errores del INE?
Entonces, queda claro que el Sr. Elizalde faltó a la verdad.
Sin embargo, las preguntas son dos:
La primera: ¿Lo hizo intencionalmente, es decir con conocimiento de que faltaba a la verdad?
La respuesta está ajena a las posibilidades de conocimiento nuestro, pues sólo podemos analizar lo que públicamente sabemos de los hechos. Quedará a otros poder responder esa pregunta.
La segunda: ¿Qué perseguía Elizalde?
Nuevamente tenemos sólo los hechos de conocimiento público para poder responder.
Una alternativa posible es que el Sr. Elizalde actuó de buena fe y de genuina preocupación por el tema de cuidar los fondos públicos y privados. Es una posibilidad que nos es obligado pensar y que nos lleva a suponer que la cifra fue trucada intencionalmente por otros o que se dio en el contexto de una ineficiencia técnica y administrativa del trabajo de la SUSESO que dependía directamente de Elizalde.
La respuesta nuevamente nos es esquiva y solamente podemos hablar de los hechos e inferir a partir de los datos que públicamente se conocen.
Surge entonces otra pregunta: ¿Quién se beneficiaba de la implementación de una política de criminalización de la emisión de licencias médicas?
Y esta línea de razonamiento debe partir de algunos hechos reconocidos por todos:
El mercado de los planes privados de salud (ISAPRES) que tiene actualmente cerca de 2,8 millones de personas están en un claro estancamiento y retroceso, tal y como lo reconocen las instancias gubernamentales y académicas (11) (12)
En ese contexto, el aumento de las rentabilidades de los dineros de los inversionistas sólo puede darse en base a un aumento de los costos de los productos, es decir de los planes de salud, o por el otro en una disminución de los costos operativos de las ISAPRES. Y nos olvidemos que el principal costo operativo de las ISAPRES es el Subsidio de Incapacidad Laboral o Licencia Médica. Es tal la importancia de que un representante de las ISAPRES señaló en el pasado de que toda disminución de los montos cancelados por concepto de Licencias Médicas iría directamente a las utilidades.
Y ambas alternativas para aumentar las rentabilidades han estado siendo aplicadas.
Por un lado el intento de subir los costos de los planes de salud, hecho públicamente conocido, el que ha llevado al Ministerio de Salud a intentar aplicar un IPC de la Salud para garantizar dicho aumento.
Por el otro, la política de criminalización de las Licencias médicas y rechazo sistemático de las mismas, la que ha contado con un valioso instrumento legal originado en la gestión de la entonces Presidenta y actual precandidata Michelle Bachelet. En ese tiempo, a fines del 2009, se envió al parlamento la actual ley 20.585, promulgada por la administración de Sebastián Piñera en Mayo del año 2012.
Este instrumento legal se ha transformado en un mecanismo de amedrentamiento hacia los profesionales y ha permitido la implementación de una política sistemática y absolutamente planificada de rechazo de licencias médicas por parte del Ministerio de Salud y sus COMPIN dependientes, bajo el argumento de racionalizar la utilización de éste derecho de los trabajadores.
Es absolutamente interesante que el mismo año de implementación de ésta ley, es decir el año 2012 las ISAPRES obtuvieron una cifra record de aumento de las utilidades (Tabla 2) (13).
Tabla 2
(Fuente: Fundación SOL y Superintendencia de Salud)
¿Estarán relacionados ambos hechos? No lo sabemos, pues no conocemos mayores antecedentes.
Lo importante es que el ciudadano sin voz, aquel que diariamente concurre a los COMPIN, a las ISAPRES o a la SUSESO, aquel trabajador de clase media que hace uso de una Licencia Médica, el que ha sido perjudicado por ésta política de criminalización del uso de un derecho laboral adquirido en la dura historia de lucha sindical de nuestro país (14) (15) (16) (17).
A sabiendas de que es una conocida estrategia de manipulación de la opinión pública el uso de estadísticas manipuladas, es que es consideramos que es muy grave el hecho de que el Sr. Elizalde faltará comprobadamente la verdad utilizando cifras falsas (18) (19).
Lo es aún más cuando en nuestro país existe un difuso límite entre el poder político y el poder económico, tal y como lo han demostrado escándalos recientes que muestran como autoridades políticas de todos los sectores reciben sendos apoyos del mundo empresarial (20)(21).
Por eso, es que creemos que es muy importante aclarar por qué el Sr. Elizalde faltó a la verdad.
Y lo es aún más cuando él es la voz de una precandidata que aspira a presidir Chile durante los próximos cuatro años, heredera política del Presidente Socialista Don Salvador Allende Gossens, quien vivió y murió por defender los derechos de los trabajadores.
En honor de la debida transparencia que merece el pueblo de Chile, el vocero Sr. Elizalde debe aclarar por qué mintió para criminalizar la emisión de Licencias Médicas.
¡Chile lo exige!
Dr. Claudio Filippi Peredo
Coordinador
Asociación Ciudadana Contra el Lucro en Salud.
 
FUENTE: CLARIN

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