lunes, 3 de diciembre de 2012

Reportaje

Insultos, alegatos y contradicciones: la nueva forma de competir en primarias. UDI divide a la derecha por uniones civiles homosexuales

Por Luis Casanova R.
Primer debate entre los presidenciables de la derecha deja en claro que hay un elemento de “hábito democrático” que no pertenece al “ADN” de la Alianza, el cual -según analista- es “terreno inexplorado” que equivale a “darle golpes a ciegas a una piñata”. La novedad del año: sectores duros de la UDI se oponen a legislar sobre las uniones civiles homosexuales, proyecto que relanzó Piñera con ayuda de personeros gremialistas y de RN.


La felicitada decisión de realizar primarias para elegir al candidato presidencial del oficialismo no ha estado exenta de conflictos en el sector, siendo el más significativo el cruce de declaraciones, interpelaciones, comparaciones y diferenciaciones que se han dado entre Laurence Golborne (UDI) y Andrés Allamand (RN) desde que ambos salieran apuradamente del gabinete de Sebastián Piñera para hacer campaña.

Ya instalados en la arena de competencia, los contendores tuvieron su lanzamiento en sociedad, el denominado "cónclave de centro-derecha" organizado por los institutos Libertad y Libertad y Desarrollo y la fundación Jaime Guzmán, centros de estudios ligados a RN y la UDI, en el que los ex ministros mostraron sus principales lineamientos ideológicos y programáticos.

De manera irónica, el experto electoral del PPD, René Jofré, escribió en Twitter que el único problema fue que no "había nadie de centro" en el evento.

Más en serio y al hueso, el columnista de El Mercurio, Carlos Peña, sostuvo que al ex parlamentario por la región de Los Ríos "parece pensar que la política consiste en decirle a la gente adónde y cómo hay que ir". Mientras que el ex ejecutivo de Cencosud "quiere agradar", pero "tiene la actitud del advenedizo que pisa huevo" y que, además, lanza arengas "de esas que los gerentes de retail hacen a las fuerzas de venta".

Más ponderada, la analista María de los Ángeles Fernández señaló a Cambio21 que hay un elemento de "hábito democrático" que no pertenece al "ADN" de la Alianza, cual "introduce desafíos y problemas adicionales que van a intentar sortear de una manera u otra".

"Están en un campo y ámbito que nunca han explorado y que aparentemente no les es propio, porque están acostumbrados a decidir entre cuatro paredes y en reuniones de directorio", agregó.

El cientista Patricio Gajardo anticipa desde el Instituto Libertad que las primarias presidenciales, sean del color que sean, y más aún después del voto voluntario que se vio en las municipales, "van a tender a polarizarse, donde los candidatos van a tener posturas más drásticas y más definidas. Los discursos basados en ambigüedades se quedarán un poco al margen. Y este clima va a ir in crescendo".

Sin embargo, ajeno a un aplaudido encuentro que fue tildado como "académico" y que tuvo como destinatarios a un sector de la "élite política" de la coalición gobernante, es lo que rodea al incipiente trabajo en terreno lo que de cierta manera enturbia y le quita fluidez al mismo. Las señales están a la vista y ya han provocado más algún desaguisado. Veamos.

Uniones que desunen

El preludio del primer cara a cara entre los ex titulares de Obras Públicas y Defensa fue el anuncio de Piñera acerca del relanzamiento de la "agenda política" del Ejecutivo.

Acá postergados proyectos de ley que fueron promesas de campaña electoral, a saber, el Acuerdo de Vida en Pareja (heredero del Acuerdo de Vida en Común redactado por Allamand), el voto de los chilenos en el extranjero, la elección directa de los Consejeros Regionales, plebiscitos y consultas comunales, fideicomiso ciego, regulación del lobby, ley de partidos, perfeccionamiento del sistema binominal y la mantención de la inscripción automática y el voto voluntario volvieron a salir a escena.

Como era de esperar, en la UDI abrieron los ojos con el tema de las uniones civiles entre personas del mismo sexo y las reuniones que protagonizó por separado la vocera de Palacio, Cecilia Pérez (RN), con el escritor Pablo Simonetti y el dirigente Rolando Jiménez, líderes del mundo gay provenientes de la fundación Iguales y del Movimiento de Liberación Homosexual (Movilh).

Felipe Ward, jefe de los diputados gremialistas, fue el encargado de exteriorizar la molestia luego de elaborar un texto en el que calificó las conversaciones como un "hecho grave que quiebra las confianzas". De paso, le exigió a la ex intendenta que admitiera su error y que de una buena vez se cuadre con el compromiso de Piñera, en el sentido de no llevar el debate al Parlamento. "Intenta poner una cuña dentro de los partidos de la Alianza y eso favorece a un candidato por sobre otro", acusó.

"No es bueno establecer una institucionalidad similar al matrimonio. Y es un error tratar de abordar algo que se pide por parte de ONG homosexual, siendo que ellos describen esto como el primer paso para un objetivo mayor: el matrimonio homosexual. Considerando que el gobierno no es partidario de eso, esto no se entiende", alegó el diputado Arturo Squella en La Tercera.

"Yo creo que es al revés -respondió en el mismo medio su colega de bancada Edmundo Eluchans-. Esto es una salida jurídica muy adecuada para evitar precisamente el matrimonio homosexual. Nosotros en muchas materias somos un muro de contención. La UDI se opuso tenazmente al divorcio de una manera incluso porfiada. Al final, nuestra opinión importó poco, porque fue una avalancha incontenible lo que pensaba la ciudadanía".

Lo que vino después fue la tensión interna que se posó sobre Golborne, quien apoya la regulación de las parejas de hecho, pero que se vio obligado a aclarar prestamente su rechazo al matrimonio gay. RN, estratégicamente y en una audaz jugada, apostó a que el ex hombre fuerte del MOP impusiera su visión ante una UDI que volvió a mirar con molestia a las huestes de Palacio, toda vez que fue uno de los suyos, Andrés Chadwick, el que propició, en conjunto con el legislador Hernán Larraín, el reenvío del tema a la Comisión de Constitución del Senado.

Se sube el telón

Marcelo Martínez, sociólogo de la Universidad de Santiago de Chile, es categórico: "la famosa agenda de Piñera busca ayudar al posicionamiento público de Allamand y Golborne". Eso sí, critica que simultáneamente "no genera acuerdos políticos ni valóricos en la coalición de gobierno. Por ende, es paradojal su relanzamiento".

El experto manifestó también en este espacio que "cuando se dice que van a legislar sobre el voto de los chilenos en el exterior, eso es una tremenda puesta en escena. Y en este contexto, ambos van a aparecer planteando otras temáticas progresistas que luego quedarán convertidas en una situación de poco impacto. Creo que es un salvavidas y una oportunidad para que ellos puedan desarrollarse y permite que opinen, hablen y fijen posiciones".

"Es lo mismo que el AVP o AVC -prosigue-. Aquí la regulación de las relaciones de personas del mismo sexo genera una exposición favorable como asunto cultural y valórico. ¿Qué es lo que pasa en la práctica? Se trata sólo de un peso simbólico para muchas personas homosexuales, que buscan concretar un matrimonio propiamente tal que incluye además la posibilidad de hacer familia y adoptar hijos. Y, lógicamente, es ahí donde la derecha no estará dispuesta a aceptar ese tipo de cosas".

A grito pelado

Como si faltaran elementos de choque en esta coyuntura, apareció el curioso flanco de discusión abierto por la ministra del Trabajo, Evelyn Matthei (UDI). La secretaria de Estado rotuló como "asqueroso" el comportamiento de los diputados de oposición que rechazaron algunas de las partidas de su cartera en la Ley de Presupuesto 2013 que se tramita en el Congreso.

Tan molesta estaba la ex senadora, partidaria de Golborne, que incluso afirmó tener "todo el derecho de preguntarle a Michelle Bachelet si avala esta forma asquerosa de hacer política".

Y no se quedó tranquila. En el programa de TVN "Estado Nacional" volvió a usar la palabra "huevón" que tanta polémica le acarreó cuando se trenzó en una fuerte discusión con legisladores de la Concertación. La ex militante de RN se refería a los candidatos de derecha y de su par de Economía, Pablo Longueira, cuando sentenció que los aspirantes a la presidencia "no debieran ser una cosa cuadradita, perfectita, si no el huevón no va a sacar ningún voto".

"Las opiniones de Matthei no merecen ningún comentario y no valen la pena, porque alguien que siendo ministra emite ese tipo de juicios no está en su sano discernimiento", retrucó el senador DC Jorge Pizarro.

El parlamentario bacheletista aseveró que el Ejecutivo está realizando una "campaña del terror" para defender su posición en el Congreso al decir que pretenden dejar sin financiamiento los proyectos sociales y asegurando que como aún quedan instancias para aprobar la ley sólo intentan mejorarla.

"Caer en esta sarta de chantajes comunicacionales y morales me parece inoperante y contribuye a demostrar que son incapaces de llegar a acuerdo. La única herramienta que tenemos para enfocar el presupuesto para que genere mayor igualdad es rechazándole las partidas que nos parecen malas, porque toda la iniciativa en materia económica la tiene el gobierno", espetó.

"Lamentablemente, esta es la nueva forma de gobernar: el amedrentar, el amenazar con una prepotencia, soberbia y una descalificación increíble con quienes estamos ejerciendo el papel que nos dieron los chilenos al elegirnos como diputados y senadores", complementó el dirigente.

Hasta Longueira llamó a terreno a su correligionaria. "No comparto las descalificaciones, vengan de donde vengan, porque no contribuyen a dignificar la política. Se debe meditar y respetar al que piensa distinto", acotó.

La piñata

Se viene el último mes del año y el profesor Gajardo es cauto al explicar que la dura performance de Matthei y "lo protocolar" del primer intercambio de conceptos protagonizado por Golborne y Allamand, "responde a una línea muy puntual de análisis, dado que se han ido dando enfoques distintos a través de declaraciones de todos los actores en los medios de comunicación de manera presente".

Sin perjuicio de lo anterior, lo que quedó en el tapete fue ver a un Golborne rebelándose con su llamado de urgencia a no entregarle el poder a la Concertación y el Partido Comunista, sumado a las pocas ganas que hay en la derecha de "irse para la casa" el 11 de marzo de 2014.

Para María de los Ángeles Fernández, "todas las ideas sirven si lo que se quiere es afinar bien la puntería para saber lo que quieren los votantes".

"Pero más allá de eso, -insiste- lo fundamental es ver a la Alianza examinando este terreno inexplorado de las primarias. Es como estar dándole golpes a ciegas a la piñata, producto de una desafección ciudadana que es natural, más todavía con un estudio reciente que informa que sólo el 5% de los chilenos milita en algún partido, cifra que es el votante duro que asegura una primaria, pero donde la expectativa no es que va a votar tanta gente. Es un terreno pantanoso".

Tan pantanoso como los días que se vienen; con ministros siendo tentados a dejar sus cargos para trabajar por Golborne o Allamand, con órdenes presidenciales que rara vez se obedecen y con postulados de campaña que, lejos de unir, comienzan a estirar un elástico que promete con romperse antes de llegar a las urnas.

FUENTE: CAMBIO 21

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