Investigación especial: autoridades educativas coinciden en que hay que poner fin a las fundaciones en las universidades públicas
Por Equipo Cambio21
El Rector de la Universidad Alberto Hurtado, padre Fernando Montes, el ex secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) y ex vicerrector de la Universidad de Chile Patricio Basso y el cientista político y académico Ricardo Israel, coincidieron en la necesidad de transparentar el sistema para evitar irregularidades. Especial énfasis pusieron en sus críticas a las fundaciones.
El Rector de la Universidad Alberto Hurtado, padre Fernando Montes, el ex secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) y ex vicerrector de la Universidad de Chile Patricio Basso y el cientista político y académico Ricardo Israel, coincidieron en la necesidad de transparentar el sistema para evitar irregularidades. Especial énfasis pusieron en sus críticas a las fundaciones.
Patricio Basso: "Nunca me mostraron los estados financieros"
El ingeniero Patricio Basso, ex secretario ejecutivo de la CNA y ex
vicerrector económico de la Universidad de Chile, dice que, pese a su
cargo, durante su gestión en la casa de Bello no tuvo acceso a la
información de las ahora cuestionadas fundaciones.
"Fui vicerrector entre los años 94 y 98, cuando ya existían esas fundaciones, y nunca logré tener acceso a sus estados financieros, porque siempre se me respondió que eran parte de las respectivas facultades a las que estaban vinculadas. Lo mismo le pasó a la Contraloría, de manera que no puede intervenir. Ciertamente en algo que no está siendo controlado existe una posibilidad de que exista lucro, pero no necesariamente. Hay que investigarlo y pronunciarse al respecto".
Entrevistado por Cambio21, atribuyó esto a
una serie de restricciones burocráticas que dificultan la competencia.
"El control de la Contraloría debería ser siempre muy estricto, pero no
restrictivo, que impida que se hagan las tareas que quieran realizar,
siempre y cuando éstas sean de orden académico."
Insiste en que las fundaciones no debieran existir, salvo las que se
puedan justificar por razones de mejor operación de la universidad y no
de pago de sobresueldos a los académicos. "No veo por qué no es posible
transparentar las remuneraciones que perciben los académicos, porque no
es necesario pagarles por fuera. Si las tareas que hacen son en
beneficio de la actividad propia de la universidad perfectamente podrían
hacerse dentro del ámbito de la universidad y no a través de las
fundaciones".
Dice que de no ser así, a lo menos debería existir una norma que
estableciera que todas las fundaciones fueran "consideradas para todos
los efectos legales como parte de las propias universidades y, por lo
tanto, ser sujetas a los mismos controles. Con eso bastaría para que la
Contraloría y la opinión pública puedan estar tranquilas".
Además, se muestra abiertamente contrario a legislar el lucro: "La
comunidad de académicos y estudiantes son lo que hace una universidad;
la discusión, ese ambiente universitario que va más allá de las cátedras
específicas. Ese ambiente universitario no puede ser un ambiente de
lucro. No puede ser que el estudiante pase a ser cliente".
Por eso, Basso considera necesario que se dicte una ley de educación superior, "donde en particular se definan claramente todas las implicaciones de lucro y sus penalidades, porque actualmente decir sólo que las universidades son sin fines de lucro, sin especificar más, es lo que ha dejado un vacío legal importante".
Ricardo Israel: "Transparentarlo todo"
El cientista político Ricardo Israel considera urgente la
transparencia total, "ya que hoy estamos en el peor de los mundos, donde
todos le mienten a todos. Es claro en las privadas y particulares, pero
también es cierto en las públicas, ya que tal como lo ha recordado el
sacerdote Fernando Montes, rector de la Alberto Hurtado, en la Católica
de Santiago funcionan empresas bajo el nombre de la Universidad y en su
Hospital Clínico, el negocio se hace con participación de los profesores
y médicos. La Universidad de Chile cuenta con fundaciones, donde mi
experiencia de tres años en el Consejo Universitario hace algún tiempo
me hace testigo del hecho que ni el rector de entonces sabía exactamente
el monto de dinero que se daba vuelta en esos entes, como también a
través de ellos, profesores daban diplomados y cursos que tenían como
propósito mayor mejorar su ingreso personal, con el agregado de que rara
vez se hacía partícipe de las ganancias a secretarias y personal no
académico. En otras palabras, sobresueldos sin que llegue el dinero que
corresponde a la institución".
Continúa: "También tiene empresas la Universidad de Concepción
(partiendo por la Lotería) y la lista es larga. Más aún, en públicas y
privadas se da una fuerte consultoría, con el agregado que en algunas
públicas se transforma en una competencia desleal, ya que empresas de
profesores usan recursos tales como computadores, alumnos y
administrativos sin que la institución obtenga nada a cambio".
Más adelante Ricardo Israel insiste en que "hay un tema a la vez
ético y de control, cuando existen muchos o quizás demasiado profesores
taxi, no solo entre las nuevas sino también entre las tradicionales, con
el agregado, que como es público, hay académicos de jornada completa en
las segundas, que rara vez hacen clases en las que le pagan el sueldo,
pero si enseñan en varias de las particulares en horario que se supone
está pagando el contribuyente".
Finalmente recalca que "ninguna solución es posible a nivel
universitario si no se adoptan las mejores prácticas probadas a nivel
mundial, lo que se inicia con la decisión de transparencia total, tanto
entre las universidades públicas como entre las privadas, tanto en las
nuevas como las tradicionales del Consejo de Rectores".
Padre Fernando Montes: "No se trata de empatar"
El rector de la Universidad Alberto Hurtado, padre Fernando Montes,
ha sido fuertemente criticado por cuestionar a las fundaciones de las
universidades estatales y se mostró partidario de realizar acciones
inmediatas para transparentar el sistema.
"Todas las universidades, muchas de las que tienen investigación, a través de sus empresas o fundaciones, realizan actividades lucrativas. Lo que yo pido siempre no es acusar ni condenar, sino operar con total transparencia", afirma.
En conversación con Cambio21 recordó que "mucha gente se molestó
conmigo porque dicen que yo estoy empatando a las universidades por el
lucro. Por favor, no se confundan, yo no estoy empatando nada. Yo digo
que haya actividad lucrativa que puede ser muy justificada, pero que
seamos transparentes y que haya controles, porque en universidades como
la Chile, como las fundaciones son privadas, no tienen control de la
Contraloría."
Dice que esto permite el pago de "verdaderos sobresueldos" y
considera necesario aclarar casos como algunas universidades que tienen
fundaciones cuyos directores son funcionarios de facultades
relacionadas.
Considera que debe haber un control razonable, "tenemos que buscar la
transparencia primero y que la contraloría no moleste y permita a las
universidades trabajar".
En ese sentido, dijo que las reglas deben claras y que, así como hay
universidades privadas cuestionadas, también han ocurrido
irregularidades comprobadas en instituciones como la "Usach o la Chile.
Basta recordar el Mop-Ciade."
Por eso, llama a no "satanizar" el sistema e insiste en que son
muchos los avances positivos que se han hecho en universidades como la
Alberto Hurtado, donde "no hay fines de lucro, porque todo se
reinvierte; incluso a veces nos falta". Afirma que, a pesar de lo
cuestionado, el someterse al sistema de acreditación los "ha ayudado
mucho a mejorar" su gestión.
FUENTE: CAMBIO 21
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