Cambio de estrategia del ministro Beyer o el nuevo paladín anti lucro
El libreto de La Moneda para pasar a la ofensiva en la crisis de la Universidad del Mar
La forma de salir del paso,
explican, está diseñada y coordinada desde Palacio y apunta a lo que se
ha visto y que se seguirá observando en los próximos días: un ministro
de Educación más “proactivo” y sobre todo “más político”. Esos fueron
los ejes que se definieron en La Moneda, la que necesita con urgencia
dar pruebas de blancura en materia de probidad, luego del daño que
generó en la imagen del gobierno el poco feliz episodio Ribera que salió
de su cargo en medio de una lluvia de cuestionamientos por su
vinculación con el ex presidente de la CNA, Luis Eugenio Díaz, detenido
por cohecho.
Tanto va el cántaro al agua,
dicen, lo que en versión política sería que el peso de los hechos al
final pudo más. Esa es la explicación al cambio de estrategia del
inmovilismo a la proacción y sobre todo del giro en el discurso del
ministro de Educación, Harald Beyer, quien con la decisión de quitar la
personalidad jurídica a la Universidad del Mar, hoy se levanta como
nuevo paladín contra el lucro en las instituciones privadas. Un vuelco,
que en La Moneda reconocen, tiene su razón de ser en el impacto del
escándalo por el sistema de acreditación que estalló hace unas semanas y
que en uno de sus mayores coletazos políticos, hizo caer al otrora
ministro de Justicia, Teodoro Ribera.
Es más, en Palacio, reconocen que hasta no hace mucho Beyer defendía el statu quo asegurando más de una vez que “no
hay universidades que lucren de acuerdo a la ley” y que incluso,
descalificó el trabajo de parlamentarios, considerando poco serio el
informe del lucro que elaboraron. Por lo mismo, no dejan de llamar
la atención las afirmaciones del ministro esta semana en sentido
totalmente contrario: “Durante mucho tiempo no se investigó
adecuadamente a las instituciones de educación superior, no se hizo
cumplir la ley, el marco regulatorio que teníamos era totalmente
insuficiente y hoy día tenemos estas consecuencias. No hubiésemos
querido tomar esta decisión”, dijo el miércoles en el marco de la
decisión unánime del Consejo Nacional de Educación (CNE) de cerrar la
Universidad del Mar.
Este jueves, Beyer continuó en esa línea y precisó que “por primera
vez un Gobierno está realmente investigando, recogiendo antecedentes y
haciendo preguntas incómodas, para ver realmente si el sistema de
educación superior está a la altura de la legislación actual, pero
además nosotros creemos que el marco regulatorio es inconveniente y para
eso estamos trabajando para cambiarlo”.
En La Moneda reconocen que efectivamente “hay un antes y un después”
en el ministro después del caso CNA y ello se debe a que el impacto del
tema no es menor. “Constató una realidad”, “sí, fue ese el punto de
inflexión”, agregan en La Moneda para explicar el giro de Beyer, quien
en todo caso no hizo más durante este año que reflejar la visión
ideológica de la administración de Sebastián Piñera ante la educación
superior privada.
Por lo mismo, la forma de salir del paso, explican, está diseñada y
coordinada desde Palacio y apunta a lo que se ha visto y que se seguirá
observando en los próximos días: un ministro de Educación más
“proactivo” y sobre todo “más político”. Esos fueron los ejes que se
definieron en La Moneda, la que necesita con urgencia dar pruebas de
blancura en materia de probidad, luego del daño que generó en la imagen
del gobierno el poco feliz episodio Ribera que salió de su cargo en
medio de una lluvia de cuestionamientos por su vinculación con el ex
presidente de la CNA, Luis Eugenio Díaz, detenido por cohecho.
Así, Beyer ha protagonizado reuniones de toda índole en La Moneda,
con la vocera, Cecilia Pérez, así como con el propio Presidente Piñera,
al final de la tarde de ayer, la que se prolongó por más de una hora. En
ese contexto se inscribe la conferencia de prensa que dio ayer en la
tarde junto al director del Sernac, Juan José Ossa, para anunciar que se
decidió ampliar la querella que se presentó en octubre contra la
Universidad del Mar.
Los hitos del libreto gubernamental apuntan a poner el acento en que “este” gobierno está “al lado de los estudiantes”, “no los va a abandonar” y que son prioridad todos los que se ven afectados ya sea por el cierre de la Universidad del Mar como por cualquier casa de estudio de mala calidad. La vocera remarcó ayer esa línea más de una vez cuando dijo que se ”ha fiscalizado como corresponde y lo seguirá haciendo para garantizar la tranquilidad de las familias de Chile y de los estudiantes para que no sigan existiendo estas universidades que se aprovechan de las familias y los estudiantes”.
Un antecedente de esta estrategia fue el anuncio, el 20 de diciembre,
en plena tensión de La Moneda con RN por la salida de Ribera, cuando se
intentó dar un golpe comunicacional con el anuncio del proyecto de Ley
Sobre Acreditación. Con Piñera sentado en primera fila en el salón de
conferencias de La Moneda, Beyer explicó ese jueves de la semana pasada
que el proyecto busca asegurar la calidad de las instituciones de
educación superior, restablecer la confianza en un sistema que mal
diseñado, asegurar la probidad, transparencia y la ausencia de
conflictos de interés.
Libreto en bandeja
No solamente está zanjado el papel de Beyer como paladín antilucro,
sino que toda la ofensiva que pretende realizar el gobierno en este
tema, considerando que la calidad de la educación ha sido uno de sus
flancos más débiles y que más costos y dolores de cabeza le ha generado a
Piñera.
Los hitos del libreto gubernamental apuntan a poner el acento en que
“este” gobierno está “al lado de los estudiantes”, “no los va a
abandonar” y que son prioridad todos los que se ven afectados ya sea por
el cierre de la Universidad del Mar como por cualquier casa de estudio
de mala calidad. La vocera remarcó ayer esa línea más de una vez cuando
dijo que se ”ha fiscalizado como corresponde y lo seguirá haciendo para
garantizar la tranquilidad de las familias de Chile y de los
estudiantes para que no sigan existiendo estas universidades que se
aprovechan de las familias y los estudiantes”.
Pero otra arista no menor es, obviamente, apuntar a las
responsabilidades que tiene la Concertación en la existencia de un
sistema privado de mala calidad. La ex ministra de Educación, Mónica
Jiménez, le regaló en bandeja ayer la oportunidad a La Moneda de
justificar esta línea argumental, cuando
trató de explicar que en los gobiernos anteriores “no existían las
condiciones políticas” para tomar decisiones como la del cierre de la
Universidad del Mar, que “no existían evidencias” y que era un “problema
latente” solamente.
En Palacio aseguran que no está manoseada la fórmula de sacar a la
Concertación al pizarrón y de hecho, casi se frotaron las manos cuando
fue una ex ministra de Michelle Bachelet. La vocera Pérez le respondió
afirmando que “el argumento más facilista es decir que no estaban las
condiciones políticas” y tajante agregó que no corresponden “críticas de
quienes fueron actores del pasado, actores que no tuvieron la misma pro
actividad, que tenían las mismas herramientas legales que nosotros y no
las utilizaron”.
En el libreto está considerado que otros actores del gobierno entren
en acción, como la ministra del Trabajo Evelyn Matthei, que abordará la
situación de los trabajadores de la Universidad del Mar que quedarán
cesantes y varios parlamentarios. No es casual que fuera la UDI
precisamente la que ayer resolviera citar a Beyer para el próximo
miércoles 2 a una sesión especial de la Cámara Baja, como una forma
—explicaron— de darle el espacio de aclarar dudas y que salga de ahí con
un espaldarazo del oficialismo.
También se va a insistir en las próximas semanas en las razones que
llevaron al cierre. “Hay estudiantes de medicina en la sede de Iquique
que entraron con 400 puntos”, “hay estudiantes de enfermería que en
tercer año no saben poner una vacuna” o que “había un solo esqueleto
para anatomía que tenía dos piernas izquierda”, son algunas de las
pruebas que comenzarán a destacar en los medios y que permitirán seguir
la línea de la nula fiscalización que se hizo en el pasado.
Eso sí, una cosa es sortear la crisis y salir lo mejor parado y otro
muy distinto es renunciar a un negocio, las universidades privadas, donde muchos en la política tienen intereses creados.
Por lo mismo, en algunos comités políticos de los lunes en La Moneda,
donde participan las directivas de la UDI y RN, más los jefes de
bancada de sus diputados y senadores, se discutió el episodio CNA y
Universidad del Mar. Lo que se acordó y lo que más se pidió fue
precisamente “no disparar a la bandada” y tener cuidado de “meter a
todas las privadas en el mismo saco” de cuestionamiento de su calidad.
Mal que mal, terminado el gobierno muchos volverán a ellas.
FUENTE: EL MOSTRADOR
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