Auditoría a Sky Airline exige eliminar “ranking” de pilotos por consumo de combustible
Publicado: 19.10.2012
La
Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) exigió a Sky Airline que
elimine el ranking o registro estadístico de consumo de combustible por
piloto por constituir un “incentivo perverso”. Esta práctica fue
denunciada por CIPER (ver reportaje “Pilotos de Sky vuelan bajo presión para ahorrar combustible”)
y es una de las conclusiones de la auditoría interna de la DGAC, a
partir de una serie de incidentes en vuelos de la compañía. La
investigación dio origen a cuatro procesos y determinó medidas
correctivas inmediatas. Si no se cumplen, podrían determinar la
suspensión del certificado como operador de vuelo a Sky Airline, si se
compromete la seguridad operacional.
El 16 de agosto pasado, el propietario y representante legal de Sky
Airline, Jürgen Paulmann, llegó hasta las oficinas de la Dirección de
Aeronáutica Civil (DGAC) con sus asesores. La reunión era importante:
sería informado del preinforme de la Auditoria General que se ordenó
hacer a su compañía debido a cuatro incidentes en sus vuelos en sólo
cinco días en julio pasado y revelados por CIPER (ver reportaje).
Las primeras conclusiones no eran auspiciosas, pero aún quedaba la
etapa de descargos y propuestas por parte de Sky. Casi un mes más tarde,
el 12 de septiembre, Sky entregó su plan de acción. Allí se explicaban
cuál era la razón de sus incumplimientos y que medidas se iban a tomar a
corto y a largo plazo. La última palabra la entregó la DGAC el 24 de
septiembre en su Informe Final, donde consigna “no conformidades” y
“observaciones”.
La primera alerta de la DGAC a la Gerencia de Operaciones de Sky
advierte que la práctica de elaborar ranking individuales por ahorro de
combustible, puede provocar “que los pilotos eviten pasar de largo
cuando la situación lo amerita”, aludiendo a que fuercen aterrizajes en
condiciones no óptimas para evitar gasto excesivo de combustible en
sobrevuelos. Sky Airline respondió a las observaciones admitiendo la
existencia del ranking: “Se está efectuando un procedimiento que no está
en el manual de operaciones, llevando un ranking no aconsejable y
podría incurrir en una mala interpretación de la eficiencia de
combustible”. Como acción correctiva informan que “se elimina el ranking y cartas a pilotos. Sólo se mantienen las estadísticas”, refiriéndose a que llevarán un registro estadístico de combustible por flota, no individualizado por piloto.
En su Informe final, el organismo fiscalizador es enfático en
precisar que no puede haber tampoco “circulares informativas respecto de
la administración de combustible” y que las estadísticas sólo pueden
ser llevadas para el control global del consumo de combustible de la
empresa. Más aún, para que no haya espacios a interpretaciones sobre
este punto, la DGAC zanja señalando que “se deberá incluir, en la
política de combustible del manual de operaciones, el propósito de la
citada estadística, donde debe quedar claramente establecido que no
tiene efecto punible para quienes consuman más combustible”.
Lorenzo Sepúlveda, director de seguridad de la DGAC, explicó a CIPER
por qué es tan relevante que se elimine el ranking por piloto de consumo
de combustible: “El incentivo de estar en el promedio, o de ser a lo
mejor el que menos gasta, podría eventualmente inducir a un piloto a
tentarse (…) de ahorrar combustible vulnerando otro aspecto
aeronáutico”.
DOS NUEVOS INCIDENTES
Pocos días después que la DGAC entregara las conclusiones de su Auditoria,
Sky Airline protagonizó dos nuevos incidentes en sus vuelos, que se
suman a los anteriores investigados por el organismo fiscalizador. En
los últimos casos ocurridos a comienzos de octubre, hubo fallas con el
sistema hidráulico en un vuelo a Iquique y en la aproximación al
aeropuerto de Balmaceda.
No es la primera vez que la Dirección de Aeronáutica realiza una
auditoría a fondo en esta compañía. En esta oportunidad y a partir de
los cuatro incidentes reportados en julio, se revisó exhaustivamente los
procedimientos de la compañía, a través del Manual de Operaciones y el
Manual de Control de Navegación, para verificar si está en riesgo la
seguridad de los pasajeros que vuelan por Sky.
El episodio más grave –que dio origen a la investigación- fue un
aterrizaje fallido en La Serena, cuando el avión hizo una aproximación
desestabilizada, chocando su ala derecha con la pista de aterrizaje.
Debido a este incidente, el ex piloto de Sky Airline, Jorge Abello,
envió una carta a su dueño, Jürgen Paulmann, asegurando que esto es
consecuencia de una maniobra forzada del piloto por la presión de ahorro
de combustible que ejerce la empresa. Los otros tres incidentes
investigados se debieron a problemas de presión en la cabina, derrame de
combustible y la falla de un motor.
Los investigadores distinguen dos tipos de incumplimiento en su
auditoría: las denominadas “no conformidades”, cuando se trasgrede la
normativa de la autoridad aeronáutica; y las “observaciones”, referidas a
la vulneración de normas autoimpuestas por la propia compañía. En el
área de aeronavegabilidad, vinculada al mantenimiento, Sky Airline
presentó siete “no conformidades” y quince “observaciones”, mientras en
el área de operaciones, presentó cinco “no conformidades” y quince
“observaciones”.
ABREN PROCESO INFRACCIONAL
No todas las calificaciones de “no conformidad” dan origen a un
proceso infraccional, sólo las que las DGAC considera más graves.
“Cuando nosotros estimamos que no es un error puntual, sino que hay algo
que se dejó de hacer y no tiene una justificación razonable”, explica
Lorenzo Sepúlveda. En este caso, se determinó que cuatro de ellas debían
ser investigadas más a fondo por el Departamento de Prevención de
Accidentes, para determinar si cabe algún tipo de sanción a la compañía.
Una de las irregularidades es que encontraron a bordo de los aviones
Manuales de Operaciones desactualizados. Según Sepúlveda, lo grave de
esta situación es que ocurran cambios en la normativa que no se
incorporen debida y oportunamente, y que eso se transforme en un riesgo
potencial que pueda afectar la seguridad del vuelo.
La segunda falta detectada es que se excedió en 132 horas el plazo
para el chequeo de la tarjeta de mantenimiento en una aeronave. La línea
aérea respondió que se debía a una “falta de auditoría interna que
controle el cumplimiento de las funciones y responsabilidades del área
de planificación y control”. Según la Auditoría, una tercera
irregularidad es que la empresa no cumplió con la inspección de la
aeronave A320, en abril del 2012, según determinaba el Programa de
Mantenimiento de la compañía, aprobado por la DGAC. Puntualmente, no se
efectuó la inspección de APU Starter, un equipo de partida que se usa en
tierra para generar energía eléctrica y permite tener, por ejemplo,
aire acondicionado en la cabina cuando el avión está detenido.
Por último, la investigación determinó que la empresa no terminó con
la fase 1 de la implementación del Sistema de Seguridad Operacional
(SMS). “La Organización de Aviación Civil instauró este sistema y nos
dio plazo a los estados y el mundo para tenerlo implementado para el año
2014”, explica Sepúlveda, y Sky Airline no cumplió con la primera etapa
del plazo.
El
responsable de la investigación en la DGAC aclaró a CIPER que ninguna
de las situaciones declaradas en “no conformidad” hubiese puesto en
peligro la seguridad de los aviones o de las operaciones. Sin embargo,
precisa que la DGAC no busca solucionar o resolver casos puntuales, sino
buscar la causa raíz y evitar así que se produzcan fallas sistémicas
que pongan en riesgo a los pasajeros: “Porque si bien en este caso no
constituye un riesgo en la seguridad operacional, sí se les pasó, lo que
significa que en el día de mañana se les podría pasar algo que sí
podría constituir un riesgo para la seguridad. Y en consecuencia, lo que
estamos haciendo es que nunca más vuelva a ocurrir una situación que
constituya un riesgo para la seguridad operacional”.
FALTA DE PERSONAL TÉCNICO
Además de las anomalías que dieron origen a un proceso infraccional,
el Informe de la DGAC da cuenta en detalle de las “no conformidades” y
“observaciones” registradas por el equipo fiscalizador.
Entre ellas, La DGAC estableció que el Comité de Confiabilidad que se
preocupa del sistema de análisis y supervisión continua del
mantenimiento, no siempre se reunía de manera mensual, y que la gerencia
de operaciones participaba poco, según consta en los registros de
asistencia de los temas tratados. Sepúlveda apunta a la importancia de
que estos dos estamentos trabajen estrecha y coordinadamente,
particularmente cuando se presentan dificultades en algún vuelo, que
obliga a tomar medidas.
Con respecto a los Manuales de Control de Mantenimiento (MCM), se
consigna que están desactualizados con respecto a la normativa vigente.
Según Sky Airline, esto se debe a “falta de personal especialista de
biblioteca”. En este mismo punto, la DGAC consigna que además, el
personal asignado al Departamento de Planificación y Control de Gerencia
Técnica manifestó no conocer el Manual de Mantenimiento, pese a
“existir evidencia de su instrucción”. Otro punto relacionado con el
Área de Mantenimiento, que se consigna en la Auditoría, es que la
empresa no tiene actualizado el mantenimiento de las reparaciones
mayores de la aeronave A320 ni tampoco actualizada la Carta de Daños,
que registra el historial de la aeronave en detalle.
Respecto al área de Operaciones, la DGAC en su auditoría se percató
que la oficina de Seguridad Operacional de Sky Sirline no tenía el
equipo necesario ni el espacio que se necesita para la complejidad de
las operaciones de vuelo que realiza la empresa. Según Lorenzo
Sepúlveda: “estaban hacinados, con los documentos arriba de los
estantes, entonces ya la posibilidad de trabajar en esas condiciones
obligaba a corregir (…) Porque está claro que en esas condiciones no
pueden seguir trabajando, sino la posibilidad de que cometan errores, de
que se les pierdan papeles, etc”. Después de las observaciones de la
Auditoría, SKY habilitó un contenedor como oficina para trabajar con
mayor holgura de espacio.
Hay un punto de las observaciones que se relaciona con la instrucción
de los pilotos. De acuerdo al instructivo de Airbus para su modelo
A320, se requiere de once sesiones para cursos iniciales de vuelo. Sin
embargo, según Sky Airline, “por un problema de interpretación”, en
algunos casos se redujo a siete jornadas la instrucción. Respecto de
este punto, la DGAC determinó que se elimine de forma inmediata la
facultad de los instructores de vuelo para reducir la cantidad de
sesiones.
Lorenzo Sepúlveda acota: “A nosotros no nos pareció apropiado, porque
ellos tienen muy poca experiencia en este material (Airbus A320) y, por
lo tanto, no da a nuestro juicio para tener esa facultad hoy en día”.
En todo caso, los pilotos necesariamente tienen que ser certificados
posteriormente por la Dirección de Aeronáutica, lo que según Sepúlveda,
ofrece garantías suficientes en la adecuada instrucción de los pilotos.
CRECIMIENTO ACELERADO DE SKY AIRLINE
De
acuerdo a los resultados de la auditoría, una de las causas para estos
variados incumplimientos de la normativa aeronáutica, se debe al rápido
crecimiento de la compañía con la incorporación de nuevos aviones tipo
Airbus. “Este crecimiento ha implicado a la empresa una serie de
actividades adicionales las cuales impactaron tanto en el área de
operaciones como de aeronavegabilidad, derivado especialmente a que este
crecimiento no fue acompañado, en algunos casos, con el incremento de
personal en calidad y cantidad de necesidades de infraestructura”,
indica la auditoria.
Al respecto, el propietario de Sky Airline, Jürgen Paulmann comentó a El Mercurio
que “hemos ido creciendo con mucho esfuerzo y no podíamos permitirnos
el lujo de tener una gran organización porque habríamos tenido más jefes
y gerentes que personal de trabajo”. Sobre estos dichos, Lorenzo
Sepúlveda comenta: “Bueno, no es lo mismo lo que dice en el diario que
lo que oficialmente nos dice a nosotros. Porque el personal que les
falta es personal técnico”. En la auditoría, Sky declara que les falta
instrucción al personal o “que no se cuenta con el personal capacitado
para poder estar revisando y controlando todos los manuales y
normativas”.
En las conclusiones, la DGAC sostiene que “la gran mayoría de los
hallazgos evidencian fallas de control, que se manifiestan en el no
cumplimiento de procedimientos, disposiciones y en existencia de
manuales desactualizados, lo que denota una deficiencia en la dirección
técnica tanto del área de Operaciones como de Aeronavegabilidad”, sumado
a la falta de personal capacitado para cumplir con la normativa.
El organismo concluye que la empresa Sky Airline se encuentra en un
“nivel aceptable de seguridad operacional, lo que permite conservar su
certificación de operador aéreo”. Sin embargo, es enfático en advertir
que deben adoptarse de inmediato las medidas correctivas indicadas. De
lo contrario, “podría dar origen a nuevos procesos infraccionales y a la
eventual suspensión de su certificado de operador aéreo, en aquellos
casos que la no implementación de las acciones correctivas genere un
riesgo evidente a la seguridad operacional”.
FUENTE: CIPER CHILE
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