lunes, 9 de julio de 2012

La tensión aumenta frente a las elecciones de la CUT en agosto

Guillermo Salinas: la mano derecha de Arturo Martínez que divide al PC

En los próximos días, el Partido Comunista deberá definir los nombres que competirán por la conducción de la multisindical. En el proceso, la colectividad no sólo tiene en su norte fortalecer el rol de los trabajadores en el movimiento social, sino también generar una lista transversal en la que el nombre del actual subsecretario general de la central, genera fuertes diferencias e incluso ha levantado dudas sobre la marginación de Cristián Cuevas.
Era la tarde del 14 de junio de 2012 y ésta era una de las declaraciones que transmitía la radio Universidad de Chile: “Lo que hay ahí es una facilitación para el triunfo de Martínez y dar continuidad a la conducción de la CUT actual. Ellos no están trabajando para una historia distinta”.
Cristián Cuevas, uno de los más destacados dirigentes sindicales del país, se notaba molesto. Sólo horas atrás, en la sede de la Central Unitaria de Trabajadores —ante una poco concurrida conferencia de prensa— había estallado una bomba. Y los protagonistas eran dos: Guillermo Salinas, subsecretario general de la multisindical, y Jaime Gajardo, secretario general de la central y presidente del Colegio de Profesores.
A pesar que la conferencia de prensa se citó para hablar de la posición de la CUT frente al debate del salario mínimo, de fondo había otra gran noticia: el respaldo para que Jaime Gajardo encabece la lista del Partido Comunista en las elecciones que la multisindical llevará a cabo el próximo 23 de agosto.
La intención de disputar la conducción de la central no era un dato nuevo al interior del PC. Había sido una de las principales conclusiones de la reunión sindical anual del partido, realizada en abril en El Quisco. Sin embargo, lo que no se sabía entonces, era quién conformaría la lista de consejeros de la cual podría salir el nuevo presidente dela CUT.
El tema podría ser un poco más simple: llevar a los dirigentes más destacados o influyentes del partido, para intentar ser una opción real a Martínez. No obstante, la figura de Guillermo Salinas ha generado roces al interior del PC; incluso cercanos a Cristián Cuevas comentaron hace menos de un mes que si el actual subsecretario general de la CUT integraba la lista, Cuevas se marginaba.
Por eso, el día en que Gajardo —acompañado por Salinas— dio a conocer su intención de encabezar una opción para el próximo 23 de agosto, los argumentos de quienes rechazan la labor de Salinas, se pusieron con fuerza sobre la mesa.

EL CLUB

Pero ¿cuál es el problema con Guillermo Salinas, un antiguo militante comunista cercano a Gladys Marín?
Un dirigente, que por disciplina partidaria prefiere no dar su nombre lo resume así: “Guillermo está invalidado por toda la cooptación de la que ha sido objeto en los años que lleva en la directiva de la CUT, su estilo de sindicalismo de consenso que en un momento fue muy útil, hoy está completamente agotado. La prueba es la marcha del otro día que fue un desastre”, dice, refiriéndose a la última marcha de los trabajadores, donde incluso las imágenes mostraron a Jaime Gajardo indignado y respondiendo con manotazos a un manifestante que lo increpaba.
El tema podría ser un poco más simple: llevar a los dirigentes más destacados o influyentes del partido, para intentar ser una opción real a Martínez. No obstante, la figura de Guillermo Salinas ha generado roces al interior del PC; incluso cercanos a Cristián Cuevas comentaron hace menos de un mes que si el actual subsecretario general de la CUT integraba la lista, Cuevas se marginaba.
Guillermo Salinas Vargas (43) fue secretario general de las Juventudes Comunistas en los ’90. “Es quien menos ha durado en ese cargo desde la última crisis de la JJ.CC a principios de los ’90. Fue pasado al partido por petición de la Jota por mala evaluación de su cometido. Así llegó al mundo sindical”, cuenta un dirigente del partido.
Carismático y hábil para construir lazos en el mundo de la entonces izquierda extraparlamentaria, a mediados de los ’90 llega a la CUT.
En el año 2000 ingresa a la directiva de la CUT que encabeza Arturo Martínez. Salinas queda en un puesto estratégico como tesorero y al cabo de 12 años ha rotado en distintos puestos. Pero desde entonces es el hombre de confianza de Arturo Martínez en el manejo de los fondos de la multisindical. Hoy es “subsecretario general” un cargo que hasta antes de él, no existía.
Salinas se ha ganado la sospecha de parte de su colectividad y de la organización, ya que ha secundado a Arturo Martínez en episodios donde los manejos de dinero no han sido del todo claros.
En noviembre de 2001 la CUT recibió mediante varios pagarés un total de $1.379.323.703. Ese dinero correspondía a la indemnización que el Estado en el gobierno de Ricardo Lagos, entregó a la CUT por los bienes que le fueron confiscados después del golpe de Estado.
Los recursos serían destinados a mejorar o reconstruir la infraestructura de los inmuebles de la organización a lo largo de Chile. Hubo una rendición de cuentas el año 2004. Pero, por ejemplo, en el caso de las sedes en Valparaíso donde se gastaron más de $163 millones o Puerto Montt, donde los registros de esa rendición consignan $817 millones invertidos, las casas se encuentran todavía a mal traer o abandonadas, como la de calle Serena en Puerto Montt.
En el caso de la escuela sindical que se proyectaba en el barrio Brasil de Santiago, las obras quedaron a medio terminar y los contratistas tuvieron que hacer guardia en la oficina de Arturo Martínez para obtener el pago.
Una vez que recibieron los pagarés desde el Ministerio de Hacienda, Salinas y Martínez los vendieron a un factoring para obtener rápido los recursos. Más reciente es la participación de Guillermo Salinas en la campaña a diputado que Arturo Martínez perdió en 2009.
Aunque el Tesorero en ese momento era José Hermosilla, según publicó El Mostrador el año pasado, el imprentero Ricardo Hurtado se comunicó con Salinas para concretar la confección de afiches de campaña de Martínez. Trabajo que fue pagado con un cheque sin fondos de la CUT.
Con todo, tal vez la escena que mejor ilustre la confianza entre Guillermo Salinas y Arturo Martínez, y paralelamente la percepción que una parte importante del partido tiene de él, ocurrió el 21 de mayo de 2011.
Ese día un grupo de dirigentes, entre los que estaba Salinas, luego de protestar frente al Congreso, gastó $600 mil pesos en un almuerzo en Valparaíso que incluyó langosta de Juan Fernández
Víctor Quijada es militante del Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez y presidente del Sindicato Nacional de la Asociación Chilena de Seguridad. Hace 10 años dejó el Partido Comunista y tiene cuestionamientos a la labor del subsecretario de la CUT. “La comisión política del partido es su principal aval. Todos saben quiénes son los regalones, y los incondicionales. No soy pro Cuevas ni pro Martínez. Para mí la CUT fue una organización importantísima desde Clotario Blest hasta 1973, pero de ahí para delante se han enquistado en ese poder no por unos valores de una noble misión que es defender a los trabajadores, sino que se enquistó para defender un sistema económico. Yo personalmente creo que deben hacer una nueva organización sindical”, sostiene Quijada.

CUEVAS Y SALINAS

“No sé si será prestado o de él, pero verlo llegar en un jeep al congreso en El Quisco, mientras otros dirigentes tan importantes como él lo hicieron en bus, provoca sin duda algunas distorsiones”, comenta un dirigente testigo de esa reunión.
Salinas se ha ganado la sospecha de parte de su colectividad y de la organización, ya que ha secundado a Arturo Martínez en episodios donde los manejos de dinero no han sido del todo claros.
En ese encuentro —la reunión sindical anual del PC— donde se decidió el sello que el PC quiere imprimir en la CUT y en la reunión del comité central —llevada a cabo hace una semana— Salinas ante el dilema que tiene el partido, habló en un tono conciliador.
La confrontación, especialmente contra Cristián Cuevas, estuvo a cargo de sus cercanos como Wladimir Sepúlveda; la dirigente de la asociación de funcionarios de la Municipalidad de Santiago, María Eugenia Puelma, el ex alcalde de San Fernando, José Figueroa y su hija Bárbara, entre otros, según cuenta uno de los presentes.
El tono a veces destemplado de las críticas, fue según testigos, porque Cuevas se habría transformado en un dirigente “indisciplinado y demasiado mediático” afirman.
La calma la impuso el Presidente del Partido Guillermo Tellier, recordando las directrices que se acordaron en la reunión de abril en El Quisco.
Entre los dirigentes históricos Salinas cuenta con el apoyo de Jorge Insunza.
Pese a ello, según afirma un militante, “hay otros como Lautaro Carmona, Hugo Gutiérrez, Juan Andrés Lagos, o Claudia Pascual, que se han dado cuenta de la pérdida de legitimidad de Salinas. Aunque aún no lo expliciten”.
Para el Partido Comunista, cuyo pilar fundacional es el trabajo político en torno a las demandas de los trabajadores, lo que genera la presencia de Salinas ha perturbado la labor para consolidar una lista transversal y potente que finalmente desbanque a Martínez. De hecho, ese objetivo debería cumplirse el próximo sábado en una nueva reunión que selle la nómina.
Por lo pronto, cercanos a Cristián Cuevas, aseguran que el dirigente estaría dispuesto a integrar una lista conjunta con Salinas siempre y cuando el proceso de elecciones tenga un conteo paralelo de votos que garantice transparencia. Pero el tema sigue sacando chispas al interior del PC.

 MÁS FUERZA PARA LA CUT

Al interior del Partido Comunista tienen claro que es necesario levantar la alicaída imagen de la central, y por eso el partido optó, en la reunión de El Quisco, por asumir un rol “de movilización y confrontación a nivel sindical y social”, declaran fuentes del partido.
Por eso es que darle fuerza a la lista que compita con Martínez es una tarea crucial. En ese sentido, en el partido intentarán sumar a todas las cartas que sean posibles, y eso también podría incluir a Salinas. “El cumplió una labor importante también en otro contexto y momento”, opina un cercano al conflicto.
Óscar Aroca, encargado laboral del Partido Comunista, reitera que “todos los que han ido construyendo de una u otra forma el movimiento sindical son relevantes para el avance de las políticas de los trabajadores”, al mismo tiempo que asegura que el partido no está centrado en la eventual pugna que podría haber entre uno u otro dirigente, sino que en cimentar el camino para ir fortaleciendo a la CUT.
“Tenemos una lista de nombres, con sus errores y virtudes, que han construido todo lo que conocemos del movimiento, cuyo interés principal es poder potenciar a los trabajadores en el cuadro social y general y si no somos capaces de ponerlos ahí, vamos a estar perdidos… El 2010 fue un duro golpe para la sociedad chilena y por lo tanto para los trabajadores y generó un repliegue ni siquiera pensando de los trabajadores. El factor mineros, el terremoto, todo eso generó una inhibición en el actuar de los trabajadores y pesaron mucho estos factores… El tema es cómo volvemos a armarnos”, dice Aroca, quien asegura que los objetivos no se quedan enganchados en ciertas personas, sino en que los trabajadores caminen al mismo ritmo del movimiento social. Ni más ni menos.

FUENTE:EL MOSTRADOR

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