lunes, 16 de julio de 2012

¿Quién manda a quien en RN? Vicepresidente de la mesa de Carlos Larraín acusa a parlamentarios disidentes de “crear un clima de desorden que no es tal”

Por Guillermo Arellano
Luego del duro enfrentamiento que sostuvo la directiva de RN con dos diputados del ala disidente del partido, a raíz del debate por el salario mínimo, desde la cúpula de la colectividad critican el que “algunos parlamentarios critiquen y no hagan las cosas bien”. No estamos a la altura, dijo Cristián Monckeberg.
El mundo político ha sido testigo con extrañeza de la crisis que vive Renovación Nacional, partido al que pertenece el presidente Sebastián Piñera (quien congeló su militancia hasta marzo de 2014).

El último episodio se generó a raíz del debate del salario mínimo, donde el diputado que integra la comisión de Hacienda de la Cámara, Joaquín Godoy (de la disidencia), acusó al timonel de la colectividad, Carlos Larraín, de ejercer presiones al estilo del senador PPD Guido Girardi, en lo relativo a imponer un sueldo mínimo de 200 mil pesos y no el de 193 mil pesos que presentó el gobierno y que finalmente fue rechazado en la votación del pasado martes.

Larraín terminó abandonando a los pocos minutos la reunión que convocó Piñera junto a diversos parlamentarios de la Alianza y, minutos más tarde, tildó a Godoy de "diputado de tercera magnitud" y de "injuriador", lo que provocó el rechazo de La Moneda y del aludido. El llamado fue casi al unísono: "debe cuidar su temperamento".

El senador valdiviano no se quedó callado: afirmó que "en La Moneda tienen cientos de personas dando vueltas ganando muy buenos sueldos y no son capaces de organizar una conversación útil y conducente" y que "tienen que mejorar los procedimientos y hacer las cosas mejor dado que se equivocan muy seguido".

Sobre Chadwick, dijo que la da el "beneficio de la duda", porque "viene saliendo de una operación y hay que dejar que se recupere". Y a Godoy le mandó un rocket: "de liderazgo no sabe nada y no me va a enseñar nada. Hace cuatro meses tuvo la finura de acusarme por los diarios de que yo tenía el partido en la bancarrota y exigía una investigación. Me aburre tremendamente y ha sido muy poco ayudador".

Pedro Browne, diputado opositor a Larraín y ex vicepresidente, agarró el guante. "Hoy día yo no tengo atribuciones para pedirle la salida al presidente; eso pasa por una decisión de la directiva, pero evidentemente hay una situación que es compleja. En estas condiciones está claro que no es viable que Larraín mantenga la presidencia del partido", declaró.

En su opinión, hay un peligro de "división total".

Aportando pimienta al debate, Mario Desbordes, secretario general, aseguró que tanto a Godoy como a Browne "se les soltaron las trenzas haciendo escándalos contra su propio partido", por lo que "les pediría que se tomen un Armonyl y que, por favor, dejen de tirar leña al fuego".

Por esto y más, el recién asumido vicepresidente Cristián Monckeberg sentenció: "Creo que RN no está a la altura de ser partido de gobierno y así lo ha demostrado en estos días y vamos a tener que hacer esfuerzos para que eso se revierta".

Dato extra: el gobierno, con el apoyo que en conjunto entregaron los representantes de la UDI y algunos legisladores de RN, presentó la propuesta de 193 mil pesos para el salario mínimo. Sin embargo, el diputado de RN Gaspar Rivas levantó un letrero que decía "200 mil pesos, sí se puede". El problema es que la concurrencia no alcanzó a ver la performance porque fue desalojada por el presidente de la Cámara, Nicolás Monckeberg.

Son pocos, pero locos

Claudio Eguiluz, vicepresidente de Renovación Nacional, dialogó con Cambio21 sobre la crisis que afecta a su partido, donde dejó en claro que "el desorden reinante es con las personas que han estado siempre, no sé si en contra de la mesa, pero no trabajando en forma conjunta con la mesa. No es nada nuevo esto".

A su juicio, la solución a corto plazo para bajar las revoluciones a este polvorín "va a depender de la voluntad que muestren estas personas que siempre han estado en contra de la mesa. No es más que eso. Yo espero que no sigan con su teoría de oponerse a todo y a no trabajar con la mesa. El desorden no está en la mesa, que está toda con el mismo norte. No hay ninguna diferencia al interior de ella".

Ante la "falta de altura" que hace mención Cristián Monckeberg, Eguiluz indica que "esa altura la deber tener todos. O sea, no pueden algunos parlamentarios criticar y no hacer las cosas bien. Hay que allanarse a la mesa actual y a la conducción del presidente y no estar desprestigiando, calumniando e injuriando al presidente y después reclamar que las cosas no se hacen bien o decir que hay desorden interno en el partido. Ellos están cooperando a ese desorden".

"Cuando Monckeberg se integró a la mesa, todos pensamos que el tema (de la división interna con la disidencia) estaba resuelto. Carlos Larraín ganó la elección con el 85% de la votación, lo que demuestra que tiene el apoyo mayoritario de las bases, de los dirigentes a nivel nacional y de los presidentes regionales", explica el dirigente, quien acto seguido concluye: Los contrarios a la directiva "arman mucho ruido, pero son pocas personas".

¿Será verdad?

FUENTE: CAMBIO21

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