lunes, 14 de enero de 2013

El fracaso de otro proyecto del gobierno de Piñera: los liceos de excelencia

Por Equipo Cambio21
La polémica levantada por el discurso de graduación de un alumno del instituto nacional, dejó en evidencia la problemática de un sistema educativo que censura, discrimina y lucra con el futuro de miles de jóvenes
270 mil jóvenes dieron la PSU en un año marcado por el cuestionamiento a la educación superior y las graves consecuencias de un sistema que lucra y discrimina a los estudiantes.

Según las cifras oficiales, este año los puntajes nacionales disminuyeron en 30% y como siempre las brechas entre públicos y privados se mantiene. De los 219 estudiantes que se situaron al top del ranking, sólo 31 estudiaron en liceos públicos, 20 de ellos en el Instituto Nacional.


Este emblemático liceo es considerado el mejor establecimiento público en la historia de nuestro país. No por nada 18 de nuestros presidentes han salido de sus aulas y cada año son cientos los niños que con sólo 12 o 13 años, se enfrentan a un proceso de selección aún más duro que la misma PSU para lograr uno de los cerca de 600 cupos para 7º básico.


Sin embargo, ¿estudiar en un colegio de excelencia garantiza buenos resultados? ¿Son los liceos emblemáticos un factor positivo para acortar la brecha entre ricos y pobres? ¿De qué manera se garantiza la igualdad de oportunidad y una educación de calidad para todos?


Estas son algunas de las preguntas que se hizo Benjamín González, el ex alumno del instituto nacional que encendió la polémica con un agudo discurso de fin de año, donde acusó censura, discriminación, individualismo, mala calidad y un "sistema deshumanizador".


El problema de fondo


Tras su polémico discurso, alumnos actuales, destacados ex institutanos y expertos en educación destacaron el valor del estudiante, porque más allá de las críticas puntuales al establecimiento, apunta a temas que son de vital importancia para el país, como la igualdad de oportunidades y la profunda crisis que atraviesa el sistema.


"Me alegra que un joven tenga el coraje y la inteligencia para plantear sus críticas, me preocupa que le hayan pedido por anticipado los textos", señaló a Cambio21 el ex ministro de educación, Sergio Bitar.


Afirmó que coincide con algunos planteamientos del discurso y consideró las críticas del joven como positivas porque "este verdadero ícono de la educación pública se cuida mejor si se da un sentido republicano de la diversidad" y coincidió con la necesidad de discutir en torno a "la lógica dominante en la educación actual que tiende a privilegiar una mirada del éxito individual y solamente la productividad y la competitividad por sobre la humanidad".


Por su parte, Gabriel González, ex presidente del centro de alumnos del Instituto Nacional, señaló que "más allá de los resultados del instituto, que hoy alcanzó máximos puntajes nacionales, y dejando de lado el chauvinismo, tenemos que ver qué se está haciendo mal o bien en el colegio y en el sistema en general".


En conversación con Cambio 21 dijo que "más allá del Instituto Nacional, tenemos que preguntarnos que pasa con los olvidados y que se hace con esos alumnos de establecimientos de comunas pobres que tienen un NEM de 6,8, pero que igual les va mal en la PSU y no tienen acceso a la educación superior. Eso es muy fuerte".


En tanto, Jaime Gajardo, presidente del Colegio de Profesores, se mostró de acuerdo con los planteamientos del estudiante por cuanto "apuntó al problema central, que es el sentido de la educación y qué tipo de personas estamos formando. Actualmente se pone mucho énfasis en el rendimiento, los resultados, el ranking, el exitismo y el individualismo, por lo que el curriculum de los establecimientos está orientado a lo disciplinario y la entrega de conocimiento".


Entrevistado por Cambio21, consideró que en el discurso de González "hay un grito que dice que miremos los curriculum", porque de la forma en que estamos educando actualmente "estamos formando especialistas, gente solo orientada al trabajo y no a la vida. Gente con mentalidad local, sesgada, no global, ni con pensamiento crítico. Esta forma de educar no sólo se da en el instituto nacional, sino que en todo el país".


La educación de excelencia


Recién asumido este gobierno, el entonces ministro de Educación Joaquín Lavín anunció una revolución educacional, dentro de la que destacaba la creación de 50 liceos de excelencia, como una vía rápida para que jóvenes talentosos pudieran tener más oportunidades.


Así querían replicar el éxito alcanzado por establecimientos como el Instituto Nacional y los liceos 1 y Carmela Carvajal, entre otros.


La iniciativa no ha prosperado como se esperaba. Además de las demoras producto de las consecuencias del terremoto, fue inmediatamente calificada por los expertos como otro acto de marketing, excluyente y discriminatorio.


En esa misma línea, el ex ministro de Educación Sergio Bitar, señaló que "la tesis de hacer liceos emblemáticos no resuelve para nada el tema de la educación pública de calidad. Es sólo una suerte de fuegos artificiales que llaman la atención y abarcan no más de 20 mil alumnos de un total de más de un millón. Sirve para emular, pero no reemplaza para nada la necesidad de un plan que este gobierno no ha hecho."


Junto con recordar que el mismo es "institutano", afirmó que el instituto nacional tiene que ver más con la tradición y que este es un "caso excepcional, que no se puede usar como ejemplo para el conjunto o para decir que los que vienen de establecimientos municipales también pueden lograr buenos resultados, incluso mejor que los pagados, porque para mejorar la calidad de la educación hay que hacer un plan de mejoramiento fuerte de todo el sistema".


Por su parte, el presidente del Colegio de Profesores consideró que "los colegios de excelencia promueven la segmentación y la discriminación". Agregó que construir un colegio de excelencia a partir de alumnos seleccionados de buen rendimiento "no tiene gracia" y que lo importante es avanzar en conjunto. "Nuestra crítica en ese sentido es que este sistema educativo es de elite y discriminador que plantea la excelencia sólo para pequeños grupos. La escuela en vez de transformarse en un instrumento que otorga igualdad de oportunidades está reproduciendo la desigualdad, de tal modo que son iniciativas que no han llevado para ningún lado".


El círculo de la mala calidad


La discriminación, las desigualdades y la falta de oportunidades que evidencia la educación secundaria en el país, es otra de las aristas de la aguda crisis que atraviesa el sistema a raíz de la privatización de la educación y la disminución de presencia del estado a los establecimientos públicos, impuestos a partir del año ‘81 cuando la dictadura terminó con el estado docente.


En la enseñanza secundaria tenemos una educación pública desfinanciada, dejada en manos de las Municipalidades que invierten en sus establecimientos de acuerdo a su realidad o sus prioridades. Por otro lado, los colegios particulares subvencionados y privados son poco regulados y muchas veces sus sostenedores están sólo movidos por el lucro.


Los resultados de los estudiantes se miden en cifras. Mientras mejores resultados en el Simce, más prestigio alcanza el establecimiento y sólo un buen resultado en la PSU garantiza el ingreso a una universidad de calidad.


Por eso calaron tan hondo las denuncias realizadas por el estudiante Benjamín González, en orden a que el Instituto Nacional era un "preuniversitario de 6 años" y que sus compañeros del colegio municipal en que estudió antes, se quedaron "pateando piedras".


Esa es la realidad de muchos alumnos de sectores vulnerables. Según las estadísticas de la PSU 2012, los mejores alumnos municipales tienen 166 puntos menos que los particulares. Además, cerca de 80 mil alumnos de más de 300 colegios no alcanzaron los 500 puntos en la PSU, lo que representa el 10% del estudiantado.


Lo mismo sucedió el 2011, de los 281 mil jóvenes que ingresaron a la educación superior, sólo 35 mil provenían colegios municipales. El 63,6% quedó fuera. Al contrario, el 76% de los egresados de planteles particulares ingresó de inmediato.


Basta de parches


"Las reformas planteadas por el gobierno han sido solo pequeños parches", afirmó el ex ministro Sergio Bitar, quien aseguró que como país tenemos que "emprender un proceso progresivo de mejoramiento en todo el sistema".


Respecto de la educación pública municipal consideró "indispensable la desmunicipalización, a través de la creación de una corporación de derecho público vinculado al ministerio, y un gran plan de formación de profesores". A esto sumó la implementación de la Agencia de Calidad, que vele por los contenidos, otra de las preocupaciones marcadas en el discurso de Benjamín González.


En la educación superior estimó que en una primera fase "gracias a las medidas adoptadas en 2005 y 2006, en orden a entregar mayor apoyo financiera, se ha podido ampliar la cobertura de la educación superior en 50%, pero ahora hay que tomar medidas en materia de calidad."


Propuso que el gobierno envíe un proyecto de ley que reforme el polémico artículo 53 de la LGE, relativo al lucro en las universidades, "el cual no ha sido cambiado desde la dictadura porque nunca hemos podido disponer de los cuatro séptimos en el parlamento". A esto sumó "la superintendencia de educación superior, reformar el sistema de acreditación e implementar un plan de expansión de las universidades del estado".


El ex presidente del centro de alumnos del Instituto Nacional también se mostró partidario de fortalecer la educación pública. Estimó que para garantizar la igualdad de oportunidades lo primero que hay que hacer es terminar con la municipalización de la educación escolar.


"Hay una discriminación en cómo el estado distribuye los recursos a las municipalidades y cómo ellas los distribuyen dentro de las prioridades para su comuna, por ejemplo calles, pavimento, seguridad. Hay municipios que tienen mucho más presupuesto interno que otros y la desigualdad de los contribuyentes hace que la misma calidad de la educación sea desigual dependiendo de la comuna. En Vitacura es muy distinto que en Conchalí. Ahí es el origen de muchas desigualdades y el constante aumento de la brecha."


El dirigente estudiantil alertó de nuevas manifestaciones en torno a la crisis de la educación y se mostró confiado en que los candidatos a las elecciones presidenciales y parlamentarios tendrán una postura al respecto.


Para Jaime Gajardo, presidente colegio de profesores, son necesarias reformas de fondo. "Lo que ha planteado desde hace años el movimiento por la educación es reponer la educación publica, avanzar en la gratuidad, erradicar el lucro y desmunicipalizar".


El dirigente afirmó que estos cambios no se han realizado porque hay grupos de interés que son muy poderosos e influyentes que se niegan a los cambios y que han descubierto en la educación una buena forma de lucro". Agregó que estamos en presencia de "un sistema educativo que se está cayendo a pedazos, lo que demuestra que las medidas del gobierno no han servido de nada. Producir el cambio es una necesidad, sólo así se va a reducir la brecha".
El discurso de la polémica.


Algunos párrafos del discurso de despedida de Benjamín González, presidente del 4º medio F humanista del Instituto Nacional


"Desde el primer día que pisé este colegio, sentí como todos los dardos y las acciones van dirigidas a un solo objetivo: el éxito. El éxito no como un instrumento para un fin mayor y más noble (la felicidad, por ejemplo). Sino como la meta final de la vida. Un éxito aparente eso sí, un éxito centrado sólo en lo económico: ser puntaje nacional, estudiar una carrera tradicional, casarse, escalar lo más alto posible en la empresa, comprarse una camioneta para pegarle la insignia del instituto en el parabrisas."


"...el carácter del general del alumno Institutano: petulante, soberbio, chovinista y exitista. Personalmente, no es ningún orgullo ser el colegio más odiado de los "emblemáticos" (y no me trago el cuento que nos decían los profesores que es porque somos los más inteligentes o los con mejores pololas) es porque de una u otra manera de verdad creemos que nosotros no nos equivocamos: porque somos Institutanos."


"En este colegio desde que entramos, se nos ha inculcado el valor de la competencia y la discriminación."


"Cuando miro hacia atrás, pienso: ¿Qué valores aprendí en este colegio? Si todos hemos sido testigos de horrorosas frases estilo: "corran como hombres, no como maricones" "asuman sus consecuencias como machitos" "al colegio se viene solamente a estudiar" o "dejen la población en la casa."


"Sin más que palabras de agradecimiento para, como dije anteriormente, lo fértil dentro de lo yermo, palabras de disculpas a los que me dieron la oportunidad de leer un discurso, palabras de desprecio para quienes hacen de este colegio un preuniversitario de 6 años deshumanizador."


FUENTE: CAMBIO 21

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