lunes, 21 de enero de 2013

‘Think tank’ ligado a ex personeros de la administración Piñera

Horizontal critica proyecto estrella del Mineduc y dice que este puede “incluso aumentar la segregación escolar”

El grupo de pensamiento de corte liberal publicó un crudo análisis de las falencias del más ideológico de los proyectos de Educación. En la cartera sostienen que el Subsecretario, Fernando Rojas, es su principal artífice.
El centro de estudios “Horizontal”, en cuyo directorio figuran ex funcionarios de gobierno como el subsecretario de Vivienda Juan Carlos Jobet, el ex ministro de Mideplan Felipe Kast, y el asesor de imagen del Presidente Piñera, Hernán Larraín Matte, publicó una columna firmada por su director ejecutivo, Andrés Hernando, en la que aseguran que el denominado subsidio escolar para la clase media “no tiene exigencias adicionales para los colegios más allá de los que plantea al subvención escolar general. Es decir, estos recursos frescos son a cambio de nada”.
En el texto, el economista agrega que, por las falencias del proyecto, se corre el riesgo que “estos fondos no tengan demasiado impacto” y advierte que éstos “podrían incluso aumentar la segregación en nuestro sistema escolar”.
Cabe consignar que el proyecto de ley que crea una Subvención Especial para la Clase Media (SECM) implica crear una nueva asignación monetaria, adicional a la subvención general existente que alcanza a unos $ 53.000. Esta asignación adicional —de aproximadamente $ 14.000 por alumno entre pre kínder y 6º básico, y de $ 9.000 por alumno, desde 7º básico a 4º medio— se pagará a sostenedores de los colegios por los alumnos que pertenezcan a los tres primeros quintiles de vulnerabilidad y no sean beneficiarios de la Subvención Escolar Preferencial (SEP).
Según el director ejecutivo de “Horizontal” resulta difícil oponerse a aumentos en el financiamiento del sistema escolar, sin embargo, agrega: en los detalles específicos de este proyecto levantan tres dudas fundamentales.
“A diferencia de la SEP, la nueva subvención (presentada originalmente como una “SEP para la Clase Media”) no tiene exigencias adicionales para los colegios más allá de los que plantea al subvención escolar general. Es decir, estos recursos frescos son “a cambio de nada”, el colegio los puede cobrar sin comprometerse a un plan de mejoramiento de la educación y sin someterse a restricciones, como no seleccionar alumnos beneficiarios (por la figura del “proyecto educativo” o criterios académicos) o no cobrarles copago. El riesgo es que estos fondos no tengan demasiado impacto, toda vez que no hay preocupación por el destino que se les dará. Al no limitar la selección directa (por características personales) o indirecta (por capacidad de pago) estos recursos podrían incluso aumentar la segregación en nuestro sistema escolar”, acota.
Segundo, “la SECM podría tener un efecto negativo indeseado en la SEP, una política que el propio Ministerio de Educación ha evaluado favorablemente sugiriendo que tiene efectos positivos acumulativos en los resultados de los estudiantes. Dado que la SEP pone una serie de restricciones, compromisos y controles al colegio, algunos planteles pueden decidir no incorporarse a la SEP o abandonarla a cambio de la SECM, porque pueden preferir una subvención menor pero de ‘libre disposición’ a una más alta sujeta a restricciones”.
“Preocupa que al extenderse al tercer quintil de vulnerabilidad esta nueva asignación desfocalice recursos que podrían ir a la aún insuficiente SEP, sin un criterio u objetivo definido. Incluso, si se pretendiera disminuir las diferencias de gasto por alumno con respecto a los quintiles superiores, no se entiende por qué se opta por esta vía sin controles y sin propósitos claros. Una alternativa sería asignar estos recursos dentro del marco de la SEP expandiendo su cobertura y, posiblemente, modificando su estructura para que considere distintos montos por tramos de vulnerabilidad”, concluye.

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