Gobierno dará nuevo impulso a proyecto sobre transgénicos pese a falencias denunciadas por organizaciones
Paula Correa
El asesor científico de la Oficina de
Estudios y de Políticas Agrarias afirmó que el proyecto es prioridad
para el Gobierno y que ya comenzaron las gestiones para movilizarlo,
luego que quedara detenido en la comisión de Agricultura. Parlamentarios
de diversos sectores auguran un debate complicado debido a la serie de
críticas que existen a la iniciativa, la que además es tajantemente
rechazada por un grupo importante de organizaciones ciudadanas.
Si bien a comienzos de 2011 el Gobierno introdujo indicaciones
sustitutivas al proyecto de bioseguridad de vegetales genéticamente
modificados, más conocido como Ley de Transgénicos, éste lleva más de un
año detenido en la comisión de Agricultura del Senado, donde inició su
primer trámite constitucional.
Desde el Ministerio de Agricultura confirmaron que van a seguir
insistiendo y que esperan tener avances en el primer semestre de 2013.
En ese sentido, el asesor científico de la Oficina de Estudios y de
Políticas Agrarias, Patricio Parodi, indicó que si nuestro país se
cierra a esta tecnología afectará directamente su competitividad en el
mercado externo.
Además, afirmó que ya está en reuniones con los parlamentarios de las comisiones de Agricultura y Salud de la Cámara Alta.
Sin embargo, frente a la lluvia de críticas que han tenido
iniciativas anteriores, como la aprobación del convenio que introducía
las semillas transgénicas, desde el mismo oficialismo auguran una
tramitación lenta.
El senador RN José García Ruminot dijo no tener “ninguna duda de que
la discusión va a ser muy dura, muy difícil. Quiero recordar que cuando
se aprobó el convenio UPOV 91 se hizo por muy estrecho margen, por lo
tanto, lo más probable es que va a enfrentar dificultades, porque hay
visiones muy diversas dentro del Congreso”.
El tema es tan delicado que incluso cuatro parlamentarios presentaron
un proyecto de ley de moratoria a la introducción de transgénicos hasta
que no exista información suficiente.
Uno de ellos fue el senador del MAS, Alejando Navarro, quien explicó
que “nos interesa que todo lo que tenga que ver con biogenética esté
controlado y regulado. Creemos que tiene que haber una moratoria hasta
que no exista el debate necesario respecto de las medidas cautelares que
el país va a tener para la introducción de estos nuevos elementos. Cada
vez que el Gobierno plantea este debate, le decimos que tiene que haber
la legislación suficiente para proteger al país de estos elementos, que
todos sabemos cómo comienzan pero no sabemos cómo terminan”.
Organizaciones de campesinos, agricultores orgánicos, mujeres
temporeras y ambientalistas, entre otros, ya han manifestado reparos a
la iniciativa apuntado sobre todo a la debilidad que presenta.
Lucía Sepúlveda, de la Red de Acción en Plaguicidas y sus
Alternativas (RAP-AL), consideró que el proyecto “despeja el camino como
para que solo se logre la introducción de los transgénicos al mercado
interno sin ningún tipo de resguardo de seguridad. Por ejemplo, no
contempla para nada el etiquetado de los alimentos transgénicos, a pesar
de que su artículo primero dice que se preocupa de ese tema. Segundo,
no considera para nada la posible contaminación de cultivos orgánicos o
convencionales por transgénicos y eso es grave”.
A esto se suma la inseguridad sobre los serios daños que pueden
generar los transgénicos en la salud, lo que ha sido descartado por
algunos especialistas debido a la falta de pruebas en investigaciones.
Sin embargo, Lucía Sepúlveda afirmó que éstas fueron realizadas en un
margen inferior a tres meses, mientras que los últimos experimentos de
largo plazo demuestran la existencia de daño crónico severo.
FUENTE: RADIO U. DE CHILE
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