Fue recibido con honores y se dirigió de inmediato a la embajada de su país
Arribo a Chile de Raúl Castro acapara la atención mediática a pocas horas de iniciarse Cumbre Celac-UE
Su presencia no sólo despertó
la inquietud de la UDI por el refugio que habría dado su país a los
supuestos asesinos de Jaime Guzmán, misma que el Presidente Sebastián
Piñera se comprometió a expresarle a su homólogo caribeño; también fue
cuestionada por el senador DC Patricio Walker, quien considera un
"contrasentido" que la presidencia de la cita internacional quede en
manos "del único dictador que existe en América Latina".
El presidente de Cuba, Raúl
Castro, llegó a Santiago en horas de la tarde de este viernes para
participar en la I Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y
Caribeños (Celac) y la Unión Europea (UE), en la primera visita de un
mandatario de esa isla caribeña a Chile desde 1996, cuando lo hizo su
hermano Fidel Castro para participar en la Cumbre Iberoamericana.
Anteriormente Fidel ya había visitado Chile. Lo hizo en 1971, dos
años antes del golpe de Estado de Augusto Pinochet, oportunidad en la
que desarrolló actividades junto al presidente Salvador Allende en una
estadía que se prolongó por tres semanas.
Esta es la primera vez, además, que Raúl Castro acude a una cumbre
en la que participa la UE, tras suceder a su hermano en la jefatura del
Estado en 2008.
La delegación cubana está integrada, además, por Miguel Díaz-Canel,
vicepresidente del Consejo de Ministros, y Bruno Rodríguez, ministro de
Relaciones Exteriores, que ya estaba en Santiago cuando llegó Castro.
La presencia del mandatario cubano se ha convertido en una de las
esperadas en la capital, porque además Cuba recibirá en Santiago la
presidencia “pro témpore” de la Celac, un organismo de integración
fundado en diciembre de 2011 en Caracas a iniciativa del mandatario
venezolano, Hugo Chávez.
Castro fue recibido con honores en el aeropuerto internacional de
Santiago, desde donde se retiró de inmediato en un vehículo que lo
aguardaba a pie de pista, con destino a la embajada de su país.
La visita de Raúl Castro también se ha visto condicionada por la
solicitud de la UDI de solicitar a Cuba la extradición de los supuestos
autores de la muerte en 1991 del senador Jaime Guzmán, fundador de la
UDI.
Piñera, anfitrión de la cumbre, pidió horas antes de que llegara Raúl
Castro que los implicados en el asesinato de Guzmán, que supuestamente
residen en Cuba, puedan ser juzgados en nuestro país.
En una conferencia de prensa, Piñera insistió en la gravedad de aquel
suceso. “Queremos que todos los crímenes, y especialmente uno tan grave
como el asesinato de un senador de la República, puedan ser conocidos y
juzgados por nuestros tribunales y los responsables asuman las
consecuencias de su acción”, dijo el mandatario.
“En este sentido, le vamos a pedir al Gobierno cubano la mayor
colaboración posible entre los gobiernos, las policías y los poderes
judiciales para que este crimen pueda ser investigado, juzgado y
sancionado por nuestros tribunales”, agregó Piñera.
El presidente de Chile no precisó si esa petición se producirá en una
reunión especial o en un encuentro informal, y si será comunicada
directamente al presidente Castro; a su canciller, Bruno Rodríguez, o a
algún alto funcionario de su delegación.
El anuncio de Piñera responde a una petición hecha esta misma semana
por la UDI, cuyos dirigentes entregaron ayer una carta en la sede de la
Embajada de Cuba en Chile.
La UDI acusa a Cuba de dar cobijo a cinco supuestos antiguos miembros
del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), una organización
ultraizquierdista ya extinguida, que en 1991 asesinó a Guzmán, ideólogo
de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Pero no es la única polémica, ya que también parlamentarios de la
oposición, como el senador de la DC Patricio Walker, considera un
“contrasentido” que quede en manos de Castro la presidencia de la
Cumbre.
“Es un contrasentido que el único dictador que existe en América
Latina asuma nada menos que la presidencia del Celac-Unión Europea”,
dijo.
Admitió que se trata de un nombramiento que “es rotativo y
formalmente a Raúl Castro le corresponde, pero desde el punto de vista
de la coherencia democrática nos parece que nosotros no podemos mirar
hacia el techo (…) me parece a mí que muchas veces en estas cumbres hay
hipocresía”.
Al rspecto recordó que “cuando se desarrolló la Cumbre Iberoamericana
de Presidentes en 1996, todos los mandatarios incluido el ex Presidente
Fidel Castro, se comprometieron a respetar la democracia, los derechos
humanos, el pluripartidismo, la libertad de expresión y todos sabemos
que ese compromiso nunca se cumplió, a lo menos en Cuba”, sostuvo
Walker.
Y advirtó que “si hay un quiebre democrático en algún país de América
Latina, el que va a tener que intervenir, ejercer los buenos oficios
para que se restituya la democracia, va a ser el presidente del Celac,
en este caso el único dictador que queda en América Latina, que es parte
de una dictadura que lleva más de 54 años en Cuba. Y obviamente le va a
restar legitimidad para poder lograr el restablecimiento de la
democracia en el país que pudiera verse afectado por un quiebre
democrático”.
FUENTE: EL MOSTRADOR
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