sábado, 26 de enero de 2013

Fue recibido con honores y se dirigió de inmediato a la embajada de su país

Arribo a Chile de Raúl Castro acapara la atención mediática a pocas horas de iniciarse Cumbre Celac-UE

Su presencia no sólo despertó la inquietud de la UDI por el refugio que habría dado su país a los supuestos asesinos de Jaime Guzmán, misma que el Presidente Sebastián Piñera se comprometió a expresarle a su homólogo caribeño; también fue cuestionada por el senador DC Patricio Walker, quien considera un "contrasentido" que la presidencia de la cita internacional quede en manos "del único dictador que existe en América Latina".
El presidente de Cuba, Raúl Castro, llegó a Santiago en horas de la tarde de este viernes para participar en la I Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión Europea (UE), en la primera visita de un mandatario de esa isla caribeña a Chile desde 1996, cuando lo hizo su hermano Fidel Castro para participar en la Cumbre Iberoamericana.
Anteriormente Fidel ya había visitado Chile. Lo hizo en 1971, dos años antes del golpe de Estado de Augusto Pinochet, oportunidad en la que desarrolló actividades junto al presidente Salvador Allende en una estadía que se prolongó por tres semanas.
Esta es la primera vez, además, que Raúl Castro  acude a una cumbre en la que participa la UE, tras suceder a su hermano en la jefatura del Estado en 2008.
La delegación cubana está integrada, además, por Miguel Díaz-Canel, vicepresidente del Consejo de Ministros, y Bruno Rodríguez, ministro de Relaciones Exteriores, que ya estaba en Santiago cuando llegó Castro.
La presencia del mandatario cubano se ha convertido en una de las esperadas en la capital, porque además Cuba recibirá en Santiago la presidencia “pro témpore” de la Celac, un organismo de integración fundado en diciembre de 2011 en Caracas a iniciativa del mandatario venezolano, Hugo Chávez.
Castro fue recibido con honores en el aeropuerto internacional de Santiago, desde donde se retiró de inmediato en un vehículo que lo aguardaba a pie de pista, con destino a la embajada de su país.
La visita de Raúl Castro también se ha visto condicionada por la solicitud de la UDI de solicitar a Cuba la extradición de los supuestos autores de la muerte en 1991 del senador Jaime Guzmán, fundador de la UDI.
Piñera, anfitrión de la cumbre, pidió horas antes de que llegara Raúl Castro que los implicados en el asesinato de Guzmán, que supuestamente residen en Cuba, puedan ser juzgados en nuestro país.
En una conferencia de prensa, Piñera insistió en la gravedad de aquel suceso. “Queremos que todos los crímenes, y especialmente uno tan grave como el asesinato de un senador de la República, puedan ser conocidos y juzgados por nuestros tribunales y los responsables asuman las consecuencias de su acción”, dijo el mandatario.
“En este sentido, le vamos a pedir al Gobierno cubano la mayor colaboración posible entre los gobiernos, las policías y los poderes judiciales para que este crimen pueda ser investigado, juzgado y sancionado por nuestros tribunales”, agregó Piñera.
El presidente de Chile no precisó si esa petición se producirá en una reunión especial o en un encuentro informal, y si será comunicada directamente al presidente Castro; a su canciller, Bruno Rodríguez, o a algún alto funcionario de su delegación.
El anuncio de Piñera responde a una petición hecha esta misma semana por la UDI, cuyos dirigentes entregaron ayer una carta en la sede de la Embajada de Cuba en Chile.
La UDI acusa a Cuba de dar cobijo a cinco supuestos antiguos miembros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), una organización ultraizquierdista ya extinguida, que en 1991 asesinó a Guzmán, ideólogo de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Pero no es la única polémica, ya que también parlamentarios de la oposición, como el senador de la DC Patricio Walker, considera un “contrasentido” que quede en manos de Castro la presidencia de la Cumbre.
“Es un contrasentido que el único dictador que existe en América Latina asuma nada menos que la presidencia del Celac-Unión Europea”, dijo.
Admitió que se trata de un nombramiento que “es rotativo y formalmente a Raúl Castro le corresponde, pero desde el punto de vista de la coherencia democrática nos parece que nosotros no podemos mirar hacia el techo (…) me parece a mí que muchas veces en estas cumbres hay hipocresía”.
Al rspecto recordó que “cuando se desarrolló la Cumbre Iberoamericana de Presidentes en 1996, todos los mandatarios incluido el ex Presidente Fidel Castro, se comprometieron a respetar la democracia, los derechos humanos, el pluripartidismo, la libertad de expresión y todos sabemos que ese compromiso nunca se cumplió, a lo menos en Cuba”, sostuvo Walker.
Y advirtó que “si hay un quiebre democrático en algún país de América Latina, el que va a tener que intervenir, ejercer los buenos oficios para que se restituya la democracia, va a ser el presidente del Celac, en este caso el único dictador que queda en América Latina, que es parte de una dictadura que lleva más de 54 años en Cuba. Y obviamente le va a restar legitimidad para poder lograr el restablecimiento de la democracia en el país que pudiera verse afectado por un quiebre democrático”.

FUENTE: EL MOSTRADOR

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