Institución sintió que se les expuso innecesariamente por salida de cabo que disparó a Matías Catrileo
La soterrada molestia de Carabineros con La Moneda
Desde el propio gobierno —quienes hacen eco de la molestia policial— reconocen que no era la forma y que ese tipo de interpelación debió ser “en privado”. Hay conciencia que lo que molestó a Carabineros fue que, a ojos de la opinión pública, se dejó mal parada a la Institución y se les “expuso gratuitamente”, sin considerar que con ello se la estaba “debilitando”.
A veinte días de la muerte del matrimonio Luchsinger-Mackay en Vilcún, claramente el clima de tensión que imperaba en La Araucanía ha amainado. Sin embargo, una secuela que dejó este nuevo episodio del conflicto mapuche es la molestia profunda, aunque no explícita, que existe en las filas de Carabineros con el gobierno gatillada por poner a la institución uniformada como una suerte de chivo expiatorio estas semanas y cuestionarla públicamente con el objetivo político de calmar los ánimos.
La molestia de Carabineros es un secreto a voces en el gobierno. Se comenta, se sabe de ella y en La Moneda ha sido tema. Se insiste que Carabineros no ha hecho ninguna manifestación formal o informal sobre su malestar. Incluso, el ministro del Interior, Andrés Chadwick, viajó este lunes 21 a la IX Región en un avión institucional y con algunos representantes del alto mando, en un ambiente —contaron en el gobierno— fluido y distendido, lo que debería repetirse la próxima semana.
Pero lo que no se puede negar es que la situación igual ha transcendido las paredes de la institución en estos diez días, “irradiándose” a diversos personeros políticos, como una forma sutil pero efectiva de hacer llegar el recado ad hoc a las autoridades.
El asesinato del matrimonio repuso en el debate el caso de Matías Catrileo, ya que en el contexto de la mesa de diálogo que convocó el gobierno en La Araucanía para apaciguar el conflicto, surgió como petición expresa la salida de Carabineros del responsable del balazo que en 2008 le costó la vida al joven comunero mapuche.
La molestia de Carabineros se produce porque desde La Moneda fueron emplazados “públicamente”, “por los medios de comunicación” a dar de baja a Walter Ramírez. En una entrevista de televisión el 15 de enero —el día previo hubo mesa de diálogo de La Araucanía— el ministro del Interior, Andrés Chadwick, afirmó sobre la situación de Ramírez que “lo señalamos desde el primer momento que nos parecía que Carabineros debiera haber separado de sus filas a una persona que estaba condenada”.
La declaración fue reiterada luego por la vocera, Cecilia Pérez, quien expresó en esos días que esperaba “una señal clara” de Carabineros y que “Chadwick representó la voz del Gobierno, desde el primer minuto no nos pareció que una persona, en este caso un carabinero sindicado como el autor del delito de violencia innecesaria con resultado de muerte, siga estando dentro de la institución en forma activa”.
La espada y la pared
De más está decir que el Ministerio del Interior es además el de Seguridad Pública, por tanto la policía uniformada se entiende con Chadwick y, en ese contexto, el emplazamiento público que les hizo para dar de baja a Ramírez cayó como piedra.
Si bien desde el alto mando de la policía no habría intenciones de hacer algún tipo de manifestación del malestar y menos levantar “más olas”, se comenta que lo sucedido está lejos de darse por superado. Hay un sentimiento en las filas de Carabineros —agregan— de dudar si en un momento clave contarán con el 100 % de respaldo del gobierno o se les pondrá como escudo para “apagar un incendio”.
Desde el propio gobierno —quienes hacen eco de la molestia policial— reconocen que no era la forma y que ese tipo de interpelación debió ser “en privado”. Hay conciencia que lo que molestó a Carabineros fue que, a ojos de la opinión pública, se dejó mal parada a la Institución y se les “expuso gratuitamente”, sin considerar que con ello se la estaba “debilitando”.
Es más, estiman que con la interpelación mediática quedaron como “incapaces” de resolver temas complejos al interior de la propia Institución, lo que en la práctica —aseguran las fuentes— no es así. Ramírez, si bien seguía activo, estaba destinado a trabajo de escritorio y la decisión de mantenerlo se basó en una resolución de diciembre de la Contraloría General que establecía que no era necesario separar al cabo 2º de las filas policiales.
Lo que más molesta a Carabineros es que el gobierno utilizara a la institución para dar “una señal política” y sacar dividendos que permitieran calmar los ánimos en La Araucanía, con lo cual los “puso entre la espada y la pared”.
Se habló de presión desde Palacio. El viernes 18 Carabineros dio de baja a Ramírez por faltas a la ética profesional, luego que en un segundo pronunciamiento la semana pasada la Contraloría estableció que la policía “cuenta con mecanismos jurídicos para disponer la baja de los funcionarios que a su juicio hayan incurrido en faltas graves, con prescindencia de la existencia de un fallo judicial concerniente a los mismos hechos, disposición que, en todo caso, debe ser adoptada fundadamente”.
Antes del viernes ya se hablaba en La Moneda que era inevitable la salida de Ramírez y que el segundo pronunciamiento de la Contraloría permitía “vestir” la baja. Es más, reconocen que el hecho no daba para más, que “había que poner el cascabel al gato” y en ese sentido, que alguien se hiciera responsable.
Por ello, no es gratuito ni menos casual que el lunes en el comité político en La Moneda, representantes de la Alianza “reclamaran” al gobierno por la forma en que se manejó la situación e hicieran notar que había que tener cuidado con las señales que se había entregado a Carabineros.
Si bien desde el alto mando de la policía no habría intenciones de hacer algún tipo de manifestación del malestar y menos levantar “más olas”, se comenta que lo sucedido está lejos de darse por superado. Hay un sentimiento en las filas de Carabineros —agregan— de dudar si en un momento clave contarán con el 100% del respaldo del gobierno o se les pondrá como escudo para “apagar un incendio”.
Es más, el abogado de Ramírez, Gaspar Calderón presentó el martes un reclamo de legalidad sobre la baja “inconstitucional” del cabo 2º, por lo que solicitó su restitución a las filas de Carabineros.
FUENTE: EL MOSTRADOR
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