Reportaje
Modelo económico al paredón. Crónica de un tema que será obligado tratar en la próxima campaña presidencial
Por Luis Casanova R.
Derecha dura se enfrasca en discusión con Piñera, al que acusan de "no haber seguido” el programa del sector y de "agravar la debilidad y la pérdida de identidad" de la Alianza. Sociólogo: candidatos a La Moneda "deben enfocarse en la igualdad, redistribución del ingreso, reforma tributaria y calidad de los empleos" si quieren sumar votos. Experto dice que hay un "corazón dividido" a la hora de relacionar a la gente con la corrección del sistema y que le será muy difícil a todas las coaliciones conquistar su adhesión en las urnas.
Derecha dura se enfrasca en discusión con Piñera, al que acusan de "no haber seguido” el programa del sector y de "agravar la debilidad y la pérdida de identidad" de la Alianza. Sociólogo: candidatos a La Moneda "deben enfocarse en la igualdad, redistribución del ingreso, reforma tributaria y calidad de los empleos" si quieren sumar votos. Experto dice que hay un "corazón dividido" a la hora de relacionar a la gente con la corrección del sistema y que le será muy difícil a todas las coaliciones conquistar su adhesión en las urnas.
El año que comenzó hace algunas semanas será eminentemente electoral, de eso no hay dudas. Es por eso que en la oposición y en el oficialismo, anticipándose a la jugada, prepararon durante gran parte de 2012 la irrupción de sus mejores cartas.
Siendo repetitivos se los nombramos de nuevo: Laurence Golborne (UDI) y Andrés Allamand (RN), por la derecha, y Andrés Velasco (Independiente), José Antonio Gómez (PRSD) y el reciente ganador de las primarias de la Democracia Cristiana, Claudio Orrego, por la Concertación.
Además, se considera a los "outsiders" Franco Parisi y Tomás Jocelyn-Holt y al ex candidato del 2009 Marco Enríquez-Ominami (PRO), que se repite el plato. Por cierto, todos bajo la sombra de la ex presidenta Michelle Bachelet, que lleva una amplia ventaja según la respetada encuesta CEP y que en marzo informará si se suma a la carrera o si continúa al mando de la se secretaría ejecutiva de la ONU-Mujeres.
Sin embargo, más allá de los nombres y de los partidos, pactos y coaliciones que están detrás de las citadas figuras públicas, también se sabe que las claves para captar a una ciudadanía que hoy aparece como impredecible -a raíz de la voluntariedad del voto- y crítica hacia la "clase política" tienen relación con las propuestas y las promesas de campaña.
Pero, ojo, no se trata de los clásicos eslóganes y lugares comunes, como por ejemplo, más trabajo, salud y educación de calidad. Estamos hablando de iniciativas concretas y de fondo, donde los conceptos vinculados a reforma tributaria, cambio o eliminación del sistema electoral binominal y modificaciones a la Constitución de 1980, las que seguramente serán punta de lanza antes y después de las primarias que la Alianza y centro-izquierda protagonizarán el 30 de junio.
Jovino y Sebastián
Más allá de lo deslizado en el párrafo anterior, también existe inquietud sobre un tema que posiblemente englobe todo lo escrito hasta ahora: la corrección al modelo político, económico y social que impera en nuestro país. Acá los términos desigualdad, mercado y desarrollo, entre otros, suenan una y otra vez, generando intensas polémicas entre las distintas élites dominantes.
La última enfrentó al senador de la Unión Demócrata Independiente, Jovino Novoa, con el presidente de la República, Sebastián Piñera. Luego de publicar el libro "Con la fuerza de la libertad", el parlamentario acusó al mandatario de "no haber seguido" el programa del sector, de "camuflarse con la competencia, absorber su discurso igualitario y estatista y de agravar la debilidad y la pérdida de identidad de la derecha", donde la suspensión de la construcción de la central Barrancones (Punta de Choros) "fue la primera gran desilusión", dado que confundió "pragmatismo con entreguismo".
Se suma el intento por subir los impuestos después del terremoto del 27F y la reforma tributaria para financiar la educación (como consecuencia del movimiento estudiantil de 2011), ítems que no estaban en los cálculos de los grupos empresariales y políticos más influyentes de Chile.
Sin rodeos, el dirigente señaló que de haber conocido las inquietudes de Piñera antes de la campaña de 2009, "muchos en la UDI nos hubiésemos replanteado la decisión de apoyar su candidatura".
En respuesta, el jefe de Estado dijo -sin nombrar a Novoa- que su visión es "estrecha y pobre".
A su vez, el ministro de Salud, Jaime Mañalich (cercano a Piñera) lo trató de "traidor" y le lanzó dos irónicos mensajes por Twitter: "Jovino es un nombre que ya no se usa. Es muuuuuyyyy anticuado" y "Sebastián en cambio, es un nombre muy vigente en el Registro Civil".
Hasta el ministro de Economía, Pablo Longueira (UDI), se fue en contra de su correligionario. "Ya que está tan de moda discutir las ideas de la centroderecha... no existe una generación más exitosa que la liderada por el presidente Piñera", disparó.
Demás está decir que en Suecia 286 declararon como persona non grata al ex director de la Clínica Las Condes.
El resto del team
La defensa del ideario tradicional de derecha que encabeza Novoa no es en solitario. Hernán Büchi, ex ministro de Hacienda de Pinochet y ex candidato presidencial de la dictadura, aseguró que la Alianza está "perdiendo la batalla de las ideas" y que Piñera gobierna "con las banderas de otros".
A su juicio, si bien fue vencido por Patricio Aylwin en la elección de 1989, en esa oportunidad dice que ganó "la batalla de las ideas", porque se mantuvieron las bases del modelo político y económico del régimen militar.
"Ante el discurso de la desigualdad reaparece el tema tributario, cuando sabemos que lo que importa para tener mayor recaudación es que el país crezca". "Subir los impuestos puede aumentar la desigualdad si es que afecta el empleo". "Más del 80% de las personas que dejó la pobreza entre 1990 y 2010 fue gracias al crecimiento económico y no a ayudas del Estado", son algunos de sus postulados que ha expresado en la prensa y en encuentros académicos y empresariales.
De manera referencial, Evelyn Matthei (UDI), titular del Trabajo, primero sostuvo -en sus tiempos de senadora- ácidas discusiones con Novoa sobre el tirante tópico de los impuestos, pero con el correr de los meses derivó su visión hacia un discurso pro-empresarial que trajo molestia en el mundo sindical.
Sin ir más lejos, se recuerda que cuando se debatió en el Congreso la posibilidad de subir el salario mínimo a 250 mil pesos, la secretaria de Estado comentó que llegar a esas cifras "provoca aumento en la cesantía".
Tal monto fue definido por el monseñor Alejandro Goic como el "sueldo ético" que todas las empresas debieran pagar. El sacerdote se desempeñaba como presidente de la Conferencia Episcopal y mediador en el conflicto entre Codelco y sus trabajadores subcontratados cuando recibió la siguiente respuesta de Matthei: el religioso "no tiene idea de economía".
"No soy economista, pero en el contacto con la gente percibo los dramas de los más pobres y me hago eco de sus sentimientos", retrucaba Goic.
Como sea, la misma militante del gremialismo hoy se manifiesta en contra de la Corte Suprema y de los treinta fallos que ordenan congelar las alzas de precio dispuestas por las isapres en sus planes. En su opinión, está en riesgo el funcionamiento del sistema económico, porque "se terminaría el sistema de precios tal cual lo conocemos".
Decadencia y muerte
"Si después de 40 años de implacable aplicación, el modelo neoliberal no es capaz de pagar un salario mínimo de 250 mil pesos, quiere decir que no sirve y hay que cambiarlo", explica Marco Kremerman, investigador de la Fundación Sol.
El economista sostiene que "nuestro modelo de relaciones laborales es bastante anacrónico". Como dato, agrega que "en el año 1979 la dictadura impuso un plan laboral que cercenó y llevó casi a la idea de un delito las reivindicaciones laborales, como la negociación colectiva y derecho a huelga".
Resultado: "los trabajadores tienen nula posibilidad de disputar la repartición de utilidades que se genera en las empresas. Por esto el fruto del crecimiento de Chile, que ha promediado anualmente más de 5% en los últimos 20 años, queda concentrado en pocas manos. Los trabajadores no tienen poder para conseguir que la distribución sea más justa".
Alberto Mayol, sociólogo de la Universidad de Chile, plantea en su libro "El derrumbe del modelo" las causales que explicarían la "decadencia" y la "muerte" de este sistema económico.
En su análisis, el primer paso lo dio la ciudadanía cuando marchó en contra de la construcción de HidroAysén, en 2010. "Y es que quitar el poder a los empresarios tiene todo el impacto que tuvo Prometeo cuando les robó el fuego a los dioses. Y es que claro, en Chile todo el fuego estaba en pocas manos", dice un extracto del texto.
Para el profesional, la segunda señal vino cuando Piñera mantuvo stand by la inauguración del mall Costanera Center, lo que causó la molestia de su dueño Horst Paulmann. "Su grito simboliza el canto del cisne del modelo económico y del poder empresarial. El gobierno de los empresarios ha terminado porque su modelo está en retirada", continúa.
Después fue el momento de los estudiantes y de la clase media, quienes "usurparon el poder para sus propias voces en vez de delegarlo", porque "la clase política se había ido homologando a la clase empresarial".
A continuación, llegó el escándalo de La Polar y una concatenación de hechos que desembocó en una gran conclusión: "El Chile actual está marcado por el cuestionamiento al lucro y a su padre fundador: la sociedad de mercado. Cuando todo parecía dicho, apreció el espíritu de la historia y devastó el territorio de los exitosos dominantes, ofreciendo una nueva posibilidad a la igualdad. La historia no juega a los dados".
Votantes dispersos
Se viene la campaña presidencial y con ello los ofertones electorales de todos los candidatos.
En tal sentido, el sociólogo de la Universidad Mayor, Antonio Leal, expresó en diálogo con Cambio21 que los elementos que configuran el cambio del modelo económico "pasan por enfocarse en el tema de la igualdad, redistribuir el ingreso, aplicar una reforma tributaria y revisar la calidad de los empleos y las remuneraciones de los mismos, que son muy bajas, si se compara con los demás países de la OCDE".
En los foros y debates, "los postulantes a La Moneda van a tener que tener una postura muy clara sobre la corrección del sistema y se les exigirá un compromiso específico sobre una reforma tributaria profunda, que no se ha hecho en Chile. Lo mismo que en el desarrollo sustentable. Este modelo económico invierte demasiado en la explotación de minerales, pero muy poco en una investigación que vaya más allá de esa extracción de recursos naturales o de otros servicios de inteligencia en minería", agregó.
Además, Leal añade que "el asunto medioambiental respecto a la cual la población tiene una opinión relevante, como lo dejó en claro la encuesta del PNUD sobre auditoría a la democracia, la gente quiere una preocupación por los derechos del agua, la energía, la contaminación, etc., en suma, la calidad de vida de las personas".
Sin perjuicio de lo anterior, Emilio Torres, sociólogo de la Universidad Central, anticipa un "escenario complejo y variado de parte de un electorado que está fragmentado y heterogéneo y que tiene un interés adicional en los temas que pueden generar cambio, debido a que Chile está en un contexto de expectación que provocó la agitación social de 2011".
En conversación con este medio, el académico destacó distintos grupos de votantes: "están los que no miran con mayor detenimiento la campaña, los que tienen una opinión que varía según los temas, por lo que son imprecisos y difíciles de captar y que, por ende, le van a poner una cuota especial a la elección".
Para terminar Torres advierte que hay un "corazón dividido" a la hora de relacionar a la gente con la corrección del modelo y que le será muy difícil a todas las coaliciones conquistar su adhesión en las urnas, dado que poseen modelos rígidos.
"Son distintas porciones de la población que tienen diversas relaciones y transacciones sociales y que siguen la política de una manera distinta a la tradicional. Además, ellos siguen teniendo interés por el consumo y la necesidad de tener mayores protecciones y reducción de incertidumbres, sumado a la búsqueda de satisfacción con referentes nuevos, dado que los convencionales están agotados y ni siquiera la opinión pública ha podido detectar en cuáles aspectos terminaron de representar a las personas", concluyó.
FUENTE: CAMBIO 21
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