El hecho que el mandatario ecuatoriano señalara al arribar a la 42º Asamblea General de la OEA que la salida al mar para Bolivia era un tema "ineludible e impostergable", sembró una cuota de incertidumbre en la relación histórica de cercanía entre los gobiernos de Santiago y Quito, cuando además faltan pocos meses para que se emita el fallo del Tribunal de La Haya sobre la demanda marítima peruana. El diputado del PS Marcelo Diaz, consideró que los dichos del gobernante "reflejan que a lo mejor no se han hecho bien las cosas con ese país”.
Que el gobierno boliviano aprovechara la jornada inaugural de la Asamblea General de la OEA para instalar su demanda por una salida al mar era un escenario que las autoridades chilenas ya habían previsto, al punto que el propio canciller Alfredo Moreno decidió ausentarse del acto efectuado el domingo último y donde el presidente Evo Morales pronunció un discurso en el que afirmó, entre otras frases, que “ni las guerras ni las invasiones otorgan derechos” o “si las Malvinas son argentinas, el mar es para Bolivia”.
Pero lo que seguramente la diplomacia nacional no se esperaba, fueron las declaraciones del mandatario ecuatoriano Rafael Correa, quien apenas aterrizó en el aeropuerto de Cochabamba para asistir a la cuadragésima segunda cita de la Organización de Estados Americanos, no tardó en respaldar públicamente las palabras pronunciadas por su homólogo y anfitrión de la cita continental, de quien es socio, junto a los presidentes de Velezuela y Cuba, Hugo Chávez y Raúl Castro, respectivamente, en el bloque de países que conforman la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
“También venimos a hablar de cosas ineludibles, impostergables, como las Malvinas argentinas, como el acceso al mar de Bolivia”, dijo Correa, dando una señal compleja para las relaciones exteriores del país, ya que en diciembre próximo se iniciará en la Corte Internacional de Justicia de La Haya la fase oral de la demanda marítima presentada por Perú en 2008 para zanjar los límites marítimos entre ambos países.
Si bien las declaraciones del gobernante ecuatoriano podrían generar algún grado de incertidumbre de cara a la resolución que debe adoptarse en La Haya, considerando la cercanía histórica de los gobiernos de Santiago y Quito, el propio Corra dejó claro hace un año, cuando recibió la visita oficial del ex presidente peruano Alan García, que su país se mantendría ajeno a la disputa entre Perú y Chile en el tribunal internacional. Lo anterior, luego que el Congreso peruano aprobara la Carta Náutica ecuatoriana, lo que a juicio de Correa significaba que “no tenemos que acudir a ninguna instancia adicional”.
Distinta es, sin embargo, la posición que Correa ha mantenido respecto de la mediterraneidad boliviana y particularmente sobre su aspiración a una salida soberana al mar.
Es así como, en agosto de 2009 propuso, durante un encuentro de Unasur en Lima, que se convocara a una reunión de ese bloque para abordar de manera exclusiva las negociaciones de Chile y Bolivia. “Hay que convocar a otra reunión para centrarnos en este tema y discutirlo frontalmente”, dijo en una entrevista radial.
Chadwick: “No tenemos ninguna urgencia”
Consultado sobre los dichos de Correa en Cochabamba, el ministro secretario general de Gobierno, Andrés Chadwick, dio una respuesta diplomática, poniendo énfasis en la necesidad de respetar los tratados internacionales y en que se trata de un asunto de carácter bilateral.
“El gobierno de Chile tiene una cosa muy clara, nosotros seguimos una política exterior de Estado frente a la situación de reivindicación que ha planteado Bolivia: Nosotros no tenemos ninguna urgencia, no tenemos ninguna precipitación, porque a lo largo de lo que ha sido nuestra política exterior solo tenemos una cosa y que es permanente y esperamos que cualquiera que sea el gobierno eso se mantenga, que es el respeto a los tratados internacionales”, sostuvo.
Asimismo, y sin mencionar a Correa, afirmó que “entre Bolivia y Chile, entre Chile y Bolivia, existe un tratado internacional de limites, de fronteras, de determinación de sus territorios y su soberanía que está absolutamente vigente desde la perspectiva jurídica e internacional”.
Díaz (PS): “La asamblea va a terminar, y esto no va a cambiar las cosas”
En tanto, el diputado del PS Marcelo Díaz, en su calidad de integrante de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara, consideró que los dichos del mandatario ecuatoriano podrían evidenciar un posible descuido de las relaciones diplomáticas con esa nación.
“Las declaraciones del presidente de Ecuador quizás reflejan que a lo mejor no se han hecho bien las cosas con ese país”, advirtió el legislador, quien al mismo tiempo consideró normal el tenor que ha alcanzado el tema, considerando la locación de la Asamblea General de la OEA.
“Hay que mantener la calma, la tranquilidad y entender que estamos hablando de una Asamblea General de la OEA que se realiza en Bolivia y en ese contexto las declaraciones que hemos escuchados estos días son normales”, dijo, enfatizando quesi alguien esperaba que el gobierno de Evo Morales no utilizara esta instancia “simplemente no conoce como opera el sistema de relaciones internacionales, como es la dinámica del gobierno boliviano”.
Finalmente, afirmó que “eete es un momento particular, la asamblea va a terminar, y esto no va a cambiar las cosas. El asunto marítimo va a seguir siendo estrictamente bilateral y lo que Chile tiene que hacer es reiterar su oferta de diálogo bilateral en torno a la agenda de 13 puntos sin exclusión, en la que hemos venido trabajando, y hacerle presente a Bolivia que ese camino está abierto en la medida que no insistan en un escenario que es completamente imposible como es pretender desconocer la validez de un tratado que tiene más de un siglo de plena vigencia y que ha sido respetado por ambos países, y que ningún tribunal del mundo estaría siquiera dispuesto a plantearse la tesis de que unilateralmente se puede dejar sin efecto”.
FUENTE: EL MOSTRADOR
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