viernes, 22 de junio de 2012

María Olivia Mönckeberg, autora del libro sobre la privatización de las ues en Chile

“Claro que las universidades fundadas por Lavín, Larroulet y Ribera lucran”

La periodista cree que el informe de la Cámara es una potente señal para desenmascarar un negocio que creció como la espuma a comienzos de los 80 y siempre tuvo a los mismos protagonistas, entre quienes se cuentan tres ministros del gobierno de Sebastián Piñera. Aquí advierte sobre la posibilidad de que estas empresas podrían haber usado medidas para no aparecer burlando tan abiertamente la ley y desliza: “Son muchas las fuerzas que quizás están actuando contra este informe de la comisión investigadora”.
Después de escuchar el ninguneo de algunos rectores y del propio ministro de Educación, Harald Beyer, hacia el informe preparado por la comisión investigadora de la Cámara que confirmó la existencia de lucro en la Educación Superior, María Olivia Mönckeberg, directora del Instituto de la Comunicación e Imagen (ICEI) de la Universidad de Chile y autora de “La privatización de las universidades: una historia de dinero, poder e influencias”, tiene un diagnóstico: “Ese argumento es pobre de frentón. Yo he estado viendo todas las reacciones y lo que yo he leído, que son las consideraciones del informe, me parece tremendamente potente. Por fin representantes de poder público, que para muchos de los que nos habíamos metido a investigar era evidente, hablan del abandono del Estado y su responsabilidad frente a la educación superior en Chile. Evidentemente que hay lucro en las universidades privadas, que hay una ley que no se cumplió nunca, que nació como decreto ley, que es parte del cuerpo legal —aunque haya nacido en dictadura— y que, sin embargo, nadie respeta”.
-¿Y qué busca salvar ese discurso?
-Yo creo que al final buscar salvar el proyecto, el modelo, que se impulsó en Chile desde 1981, diseñado por personas que estaban en torno a Pinochet, que no son otros que los Chicago Boys, en el sentido figurado… Era el mismo círculo que a lo largo de los años se ha beneficiado con este sistema. Ahí viene un ejemplo: no es casual que Hernán Büchi, que fue ministro de Hacienda entre el 85 y el 90, cuando se privatizaron las empresas estatales que se consideraban estratégicas, sea el presidente de la junta directiva y uno de los socios de la Universidad del Desarrollo, señalada como una de las que lucra. Y también tienes a gente que está actualmente en el gobierno, muy vinculada históricamente a estas universidades. Los dos socios de Büchi en esta empresa que es la UDD son los ministros Larroulet —que fue fundador— y Federico Valdés, a quien tienes diciendo que no lucra y atacando a las universidades públicas. Pero la verdad es que cuando uno ha investigado y ha investigado por años esta historia sabes que es gente que creyó en ese modelo —que creía en la destrucción del público— y en generar una nueva estructura para la educación superior basada en lo privado, teniendo el fuerte en los grupos económicos o en los fondos de inversión. ¿Qué hace un fondo de inversión en una universidad si no es lucrar? Estarían atentando contra su propia lógica si no es así.
-Aparte del ministro de la Segpres Cristian Larroulet, está el ministro de Justicia Teodoro Ribera con la Autónoma.
-Él (Ribera), que fue el rector de la Universidad, cuyo padre era el presidente de la Junta directiva, donde también trabajaban sus hermanas… partieron convocando una corporación regional que harían una universidad como la Austral. Finalmente se quedan con la Autónoma, la expanden, la desarrollan y es una de las que más ha crecido últimamente. Entonces son muchas las fuerzas que quizás están actuando contra este informe de la comisión investigadora y que los ha dejado fuera de lugar, porque no pensaron que sería tan firme, tan nítido. Y en el fondo lo que dijo el propio ministro Beyer es un síntoma de eso.
-¿Las universidades fundadas por los ministros Larroulet, Ribera y Lavín lucran?
-Sí, claro. La Autónoma aparece mencionada en el informe y de acuerdo al estudio del Centro de Estudios de la Fech (Cefech), se calcula que US$ 90 millones son lo que entran por aranceles en el año. También tienen inmobiliarias. En el caso de la del Desarrollo yo investigué personalmente el tema de las inmobiliarias, de Ainavillo y de cómo hacían arriendo y subarriendo, operaciones de leasing. Además, a estos fundadores —Ernesto Silva, Lavín, Larroulet, Federico Valdés y su papá— se asoció no sólo Buchi, sino que el grupo Penta, de Carlos Alberto Délano y de Carlos Eugenio Lavín. Este grupo tiene en común con Juan Hurtado (U. Santo Tomás) que se beneficiaron de las grandes empresas del Estado del 85 para delante y han llegado a ser uno de los más importantes grupos financieros actuales, con bancos, compañías de seguros, con mucha inmobiliaria. Así como Ainavillo fue la principal dueña de los edificios de Concepción, en el caso de Penta ocurrió lo mismo en Santiago. Entonces nos vemos con grupos como Penta, que está ahí para lucrar no cabe duda.
-Entonces si estas universidades lucran y la línea de investigación de la Fiscalía será fraude al Fisco, es posible encontrar argumentos para comprobar ese delito…
-Me parece importante que los diputados le hayan entregado los documentos a la Fiscalía, por eso ahora hay quienes están enojados con el Fiscal. El asunto ahora es con qué se pueden encontrar. La figura es un tema más legal, pero es posible  que de repente se encuentren anomalías importantísimas. Quizás no con una figura delictiva porque se puede haber tomado medidas en el pasado para establecer reglamentos y decretos ad hoc, de modo de no aparecer burlando tan abiertamente la ley. Hay gente que sostiene que eso podría pasar. Aquí no sólo está el Fisco, también hay personas, estudiantes, a los que se le han estado cobrando aranceles muy altos. Hay una responsabilidad del mundo de la política donde no se reguló, miraron hacia el lado, no legislaron.
-En ese mundo vemos a personas ligadas a la UDI con una gran participación en este mercado…
-La UDI es una de las principales participantes
-Pero no sólo ellos participaron en el negocio.
-También vemos a gente de RN, de la Concertación y en universidades más pequeñas también a gente de izquierda. O sea, cuando se dice que es un negocio transversal, en cierto modo sí. Pero con una característica: la creación de proyecto viene de la derecha, son los que tenían el poder, a quienes se les ocurre el decreto ley lo hicieron casi escondidos, sin prensa libre, sin parlamento, de espalda a la ciudadanía. El segundo momento, el del amarre, fue que eso no cambiara, a partir del 90. El tercer momento se trató de disfrutar del negocio: uno por razones lucrativas netamente y algunas pocas universidades más por corte ideológico, como la U. de Los Andes. Ahí no es tanto el lucro como el proyecto educacional que es en una dimensión de proyectar su ideología o encarar la religión, la espiritualidad.
-¿Cuáles son los síntomas del lucro?
-Uno de ellos, por ejemplo, es la compraventa de universidades. Pagan sumas muy grandes, a pesar que se contraviene incluso jurídicamente, y por eso es que se producen estas cosas donde entran de a poquito… entonces va un miembro entrando a la corporación, todo de a poco. No es un proceso de un día para otro porque están haciéndolo de espalda a la ley. Qué duda cabe que lucra el conglomerado Laureate; ese es el que encabeza la lista que da la comisión. Es un fondo de inversiones que fue el primero en usar el concepto de “carteras de alumnos”. Y Las Américas es una universidad industria. Compraron después la Andrés Bello, después la Universidad de Viña del Mar, la Escuela Moderna de Música, el AIEP… entonces ahí claramente tienen que ver importantes sumas de lucro y en todas ellas hay inmobiliarias asociadas.

Bilz y Pap

María Olivia cree que desde que estalló esta discusión el año pasado es posible que las universidades que lucran “hayan estado usando triquiñuelas legales para ocultarse”. Eso podría ser una piedra de tope para el fiscal preferente que investigue los antecedentes. “También nos ocurre a los periodistas que hacemos investigación. Cuando saben que uno está investigando algo, tratan de esconderse. Y yo creo que aquí pasa un poco eso. Vivían en el mundo de Bilz y Pap, pero este escenario cambió con el movimiento estudiantil. No me cabe la duda que estas universidades paguen importantes estudios de abogados para tratar de ver la fórmula de cómo eludir las disposiciones que prohíben el lucro, como además lo hicieron muchas universidades privadas cuando vieron venir los cambios de la Ley de Donaciones. Siempre van a tratar de eludir y de ver cómo obtienen más recursos del Estado.
-Federico Valdés, fundador y actual rector de la U del Desarrollo dijo que ese establecimiento no tiene sociedades espejo y que la mitad de los inmuebles son de la Universidad, no se arriendan. Además afirmó que su inmobiliaria arrendaba a precios de mercado. ¿Qué piensas de eso?
-¿Cuáles son los precios de mercado de una universidad? ¿Lo sabe el señor Valdés? Uno de los problemas que se presentan en ese muy limitado proyecto del gobierno sobre Superintendencia, uno de los puntos críticos, es que establece una engorrosa forma de hablar de precios de mercado. Las universidades no salen en los avisos económicos de El Mercurio diciendo “arriendo universidad”.
-Finalmente los precios de mercado los ponen ellos.
-Es que yo no sé, alguien tendría que hacer un estudio sobre eso para creerle, porque no hay mucha claridad sobre esos precios. Cuando yo investigué en 2007 me impresionó la cantidad de operaciones de ida y vuelta –en este tiempo lo hacía Ernesto Silva Bafalluy- con operaciones en notaría un mismo día y situaciones absolutamente extrañas, con operaciones de leasing (que son para tener liquidez en un momento dado) y de idas y vueltas de la propiedad hacia los mismos dueños. Lo otro… eso que dice respecto a las sociedades espejo: está documentado que en la sociedad Ainavillo son prácticamente las mismas personas. Quizás en un caso formando una sociedad, y en otro caso otra.
-Federico Valdés también dice otra cosa, que en este contexto podría sonar extraño, que el lucro es contrario a la calidad.
- Es raro, claro que es raro. Es que lucrar en educación es poner el foco en utilizar las utilidades y no reinvertirlas. En ese sentido uno podría decir que el lucro es contrario a la calidad.

FUENTE: EL MOSTRADOR

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