martes, 5 de junio de 2012

El vilipendiado cura Raúl Hasbún se quedó sin pantalla. Tras su despido de Mega el sacerdote defensor de Pinochet y su dictadura se quedó sin TV después de 47 años

Por Pilar González
“Respecto a la presencia del señor Hasbún en las pantallas de Mega, creo que marcó la tendencia conservadora que tenía su anterior dueño el fallecido señor Ricardo Claro. La verdad es que toda la trayectoria del sacerdote es un triste recuerdo porque él estuvo de alguna manera comprometido ideológicamente con los crímenes de la dictadura militar, incluso durante el último año del gobierno de la Unidad Popular él dirigía Canal 13 y se cometieron algunos delitos que en algún momento lo involucraron", afirma el presidente del Colegio de Periodistas Marcelo Castillo.
El polémico sacerdote está fuera de las pantallas de Mega desde la segunda semana de abril y, con su salida, la Iglesia Católica está en franca retirada de la televisión abierta.

Recordemos que los comentarios de controvertido sacerdote estuvieron al aire desde 1964 en Canal 13, aunque estuvo tres años fuera (del 74 al 77) excluido por la dictadura. Volvió a esa pantalla hasta 2001, año en que se trasladó a Mega.
Tras una década en la estación, con la llegada del grupo Bethia a la propiedad del canal privado, Hasbún fue sacado del aire junto a los otros sacerdotes que comentaban semanalmente.

Sin Hasbún al aire, la Iglesia Católica prácticamente no tiene espacios en la televisión abierta. "La Iglesia ha perdido importantes espacios para evangelizar en la TV abierta. Si nosotros no somos capaces de transmitir lo que es bueno y malo, mala cosa es que tengamos menos tribuna en televisión, porque nos permitía formar la conciencia moral", afirmó en una entrevista al diario La Tercera el propio sacerdote.

Señaló además que "no quisiera que la actual ola de destape signifique la descomposición moral de la televisión abierta en Chile. El CNTV ya no da abasto con tanta denuncia y eso habla de un descontento ciudadano con los contenidos a la televisión abierta".

En cuanto a su salida, Hasbún indicó que podría acogerse a la típica frase del personaje "Chapulín Colorado": "Lo sospeché desde un principio. Me di cuenta de que el lineamiento editorial de los nuevos dueños del canal iba más bien por el lado de un cierto destape, de una cierta liberación de las pautas éticas muy rigurosas que había establecido con buen criterio y con mucho éxito don Ricardo Claro", explicó en la entrevista.

Hasbún no recibió mayores explicaciones, sólo la notificación de que el canal ya no lo requeriría más. "Yo esperaba que el nuevo propietario de Mega pudiera explicarme en una conversación personal los motivos, que obviamente puedo respetar. Pedí una entrevista con Carlos Heller por el conducto regular de Mega. Han pasado más de seis semanas sin que yo haya tenido una respuesta. Creo que la interpretación es obvia", concluyó.

¿Quién es Raúl Hasbún?


Raúl Hasbún Zaror fue secretario personal del cardenal Raúl Silva Henríquez. Es también profesor de Teología Moral, de Confesión y de Predicación en el Seminario Pontificio Mayor de los Santos Ángeles Custodios, de la Arquidiócesis de Santiago. Profesor de la Universidad Gabriela Mistral y capellán del Colegio Mariano y del Colegio Santa Úrsula. Pertenece al Instituto Diocesano de Schöenstatt. También tiene espacios a su cargo en la cadena de televisión católica internacional EWTN (Eternal Word Television Network).

Durante los 70, fue director ejecutivo de la Corporación de Televisión de la Universidad Católica de Chile y conocido como uno de los más férreos opositores al gobierno de Salvador Allende. Además es conocida su simpatía por la derecha y la defensa al régimen militar encabezado por Augusto Pinochet...incluyendo la temida DINA y la CNI, las policias secretas, encargadas del terrorismo de Estado de la dictadura.

Pocos meses antes del golpe de Estado de 1973 fue acusado de cómplice en el asesinato del obrero Jorge Tomás Henríquez G, el que murió asfixiado en Concepción, tal como señaló la policia a cargo de la investigación policial. Entre los "complices" de Hasbún está elex agente de la DINA y participante del atentado y muerte contra el ex canciller Letelier,  Michael Townley, que habría participado en este crimen, donde el trabajador asesinado, hacia de vigilante de un canal de TV de la región del Biobío. Lo "curioso" es que todos los expedientes del caso desaparecieron después del golpe, por lo cual el caso fue sobreseído en 1974.

Durante uno de sus habituales comentarios religiosos en el noticiario central del Canal 13, el 19 de enero de 2001, expresó una opinión acerca del gobierno y del presidente de la República, Ricardo Lagos Escobar, por intentar acallarlo en sus denuncias sobre los crímenes de los regímenes comunistas, sobre todo contra los cristianos, y por sus críticas a lo que considera la tergiversación de la historia reciente de Chile.

Otra de sus tantas polémicas fue por defender públicamente a través de sus comentarios televisivos, a Augusto Pinochet y Paul Schäfer. Además presentó una querella contra TVN, tras una parodia que se hizo de él en un programa estelar "por ofender groseramente la dignidad de los sacramentos de la eucaristía y la confesión y a todos aquellos que profesan la fe cristiana católica", que ganó y que obligó a TVN a dar disculpas públicas.

En el 2011, en medio de las movilizaciones estudiantes, el sacerdote escribió una columna de opinión en el Diario Financiero donde afirmó que el jefe de Estado "lo que no puede hacer es resignar su autoridad de mando y contemplar impávido cómo las personas y los bienes confiados a su liderazgo entran en estado de permanente zozobra".

En el texto, donde Hasbún comparó a Sebastián Piñera con el capitán de un barco, sosteniendo que la autoridad del presidente "es funcional a un objetivo de bien común que no puede alcanzarse sin su decisiva, obligada y correcta participación". Y en este contexto concluye: "en las travesías con turbulencia y riesgo de zozobra no se hacen encuestas ni cabildeos interminables: si hay uno que tiene el timón en sus manos, que él conduzca. Conducir es también una manera de educar".

Por su parte, el también diputado Patricio Hales (PPD) señaló a Cambio21 que "la verdad es que llama la atención que tengan con él un trato despectivo a quienes sirvió con tanta dedicación. Fue un activo antiallendista, ese es el recuerdo que tengo de él. Más bien lo que me llama la atención es esta frialdad con que la derecha puede usar a políticos, empresarios o religiosos en el momento que lo estiman necesario y le brindan todo su cariño y después pueden resolver tranquilamente desecharlos. Ahora, están en su derecho pero es extraño".

"El adoptó una decisión de trinchera en su momento y formó parte de una historia de lucha en un momento muy duro".

Frente a la salida de pantalla de tan polémico sacerdote, el presidente del colegio de periodistas Marcelo Castillo dijo a Cambio21 que "creo que es legítimo que quienes tengan la fe católica, cristiana o cualquier otra tengan algún espacio en los medios de comunicación. No creo que en eso tenga que existir algún tipo de obstáculo, en Chile tiene que existir la más plena libertad de expresión para todo el mundo".

"Respecto a la presencia del señor Hasbún en las pantallas de Mega, creo que marcó la tendencia conservadora que tenía su anterior dueño el fallecido señor Ricardo Claro. La verdad es que toda la trayectoria del sacerdote es un triste recuerdo  porque él estuvo de alguna manera comprometido ideológicamente con los crímenes de la dictadura militar. Incluso durante el último año del gobierno de la Unidad Popular él dirigía Canal 13 y se cometieron delitos que en algún momento lo involucraron y finalmente no se lo declaró culpable pero estuvo de alguna manera involucrado y no cabe ninguna duda que ideológicamente representaba el sentimiento conservador de la dictadura".

Castillo añade además que "desde ese punto de vista, me alegro que en definitiva este señor no siga teniendo ese nivel de cobertura. Pero la verdad es que en términos de derechos ciudadanos él tenía el perfecto derecho de estar ahí, ese derecho no se le puede objetar, pero creo que él representaba una visión bastante retrógrada de la iglesia y que indirectamente prestó cobertura ideológica para la dictadura militar. Desde ese punto de vista es un gesto saludable", concluyó.
FUENTE: CAMBIO 21

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