jueves, 3 de enero de 2013

Piñera, el gobierno y las malas cifras del CEP. Oposición acusa “campaña del terror” y experta dice que hay un “desfase entre la promesa y los logros”

Por Luis Casanova R.
Hasta en la derecha esperan que la evaluación sea “mala, pero no catastrófica” para La Moneda. Analista no cree en la recuperación durante el 2013 y asegura que Piñera “va a terminar con una de las aprobaciones más bajas que ha tenido la historia de nuestro país”. Encuesta será entregada este jueves al mediodía.
Casi al unísono con los típicos balances de fin de año aparecerá el mediodía de este jueves 3 de enero la primera encuesta seria del año, la del Centro de Estudios Públicos (CEP).

En este sentido, lejos de los misterios, el sentir generalizado del mundo político dice que las cifras de aprobación y de rechazo hacia la gestión del presidente Sebastián Piñera y su gobierno no serán de las mejores.

Incluso el máximo líder de uno de los dos partidos del oficialismo, Carlos Larraín (Renovación Nacional), habla de una evaluación "mala, pero no catastrófica" para la actual administración.

Como antecedente previo se cuenta el 27% de apoyo que marcó el mandatario en el sondeo presencial de julio y agosto de 2012 y el 52% de rechazo que acumuló el jefe de Estado en la misma ficha.

Según Larraín, la nota roja volverá a ser deficiente "porque nos miden de una determinada manera y porque recién venimos remontando".

"Si pasamos pendientes (de las encuestas), vamos a caer en estado de parálisis completa, porque son vulnerables, nunca son completamente exactas y miden cuestiones muy transitorias. Ya vimos lo que pasó en la última elección municipal", agregó.

Por el contrario, desde el bando opositor, la mayoría de los dardos van dirigidos hacia la persona de Piñera. Fuad Chahín, diputado y primer vicepresidente DC, atribuye sus bajos números "a una situación bastante clara: el país siente que no cumplió con las expectativas que generó y que cada uno de sus promesas y anuncios grandilocuentes tienen entre líneas algún tipo de restricción que aminora sus efectos y le hace perder credibilidad".

"La gente simplemente no le cree y como no le cree, no lo quiere, y como no lo quiere, se cae en una política de trincheras, que es una política errada. Qué saca con atacar a los dirigentes políticos y dar a entender que no quieren entregar ideas y propuestas y que sólo quieren confrontación y descalificación. El presidente debiera comportarse como un hombre de Estado y dejar de apelar a esta especie de campaña del terror, que es a lo que nos tiene acostumbrada la derecha cuando tiene temor a perder el poder", señaló a Cambio21.

Mala onda

Profundizando los alcances de la encuesta CEP, la académica Cristina Moyano indicó en conversación con este diario que "se ha instalado un malestar y una crítica constante a lo largo de los años de gobierno de Sebastián Piñera, a pesar de algunos esfuerzos por mejorar las cifras de desempleo y de crecimiento económico, lo que termina afectando la valoración del Ejecutivo cuando se toman y aplican este tipo de consultas".

La profesional se refirió también a los constantes conflictos que han protagonizado los partidos oficialistas en su relación con el gobierno. En su opinión, "esta problemática afecta a toda la clase política en su conjunto. Hay un malestar generalizado debido a la situación de descontento que genera una dirigencia que está cada vez más alejada de la ciudadanía".

"Por lo mismo -añade-, los conflictos intra-alianzas que se ven en la Concertación y la Alianza terminan afectando negativamente la percepción global sobre el actuar de los políticos".

Volviendo a las favorables cifras económicas que vive el país, que se contraponen a la baja evaluación que pesa sobre La Moneda, Moyano explica que "a este gobierno le ha tocado recepcionar y tratar de contener un malestar que se viene acumulando hace mucho tiempo en la sociedad chilena y que explotó en esta administración de derecha con la serie de expectativas que se crearon".

"Entonces, si bien los números macro son positivos y se observa cierta estabilidad en relación con la recuperación del empleo, lo cierto es que hay una molestia profunda que está ocasionada porque esos efectos económicos no siempre son recibidos inmediatamente por la población. Además, los empleos nuevos no significan que estos hayan mejorado en su condición de precariedad que los caracteriza, sumado a los bajos salarios. En síntesis, hay un desfase entre la promesa, la expectativa y los logros efectivos", complementó.

En contraposición a lo que anticipa el senador Carlos Larraín, que espera "meses de menos efervescencia y más trabajo concreto", que se traducirían en "utilidad y eficiencia en el trabajo del gobierno", la cientista es categórica en concluir que "esta administración va a terminar con una de las aprobaciones más bajas que ha tenido la historia de nuestro país desde que se aplican las encuestas presenciales como la del CEP".

El tiempo dirá quién tiene la razón.

FUENTE:CAMBIO 21

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