A fin de año habría una evaluación profunda de la gestión del organismo
La ANI en la mira de La Moneda
El organismo de inteligencia,
que dirige el abogado Gonzalo Yussef, depende de Interior. La llegada de
Andrés Chadwick a la cartera ha reinstalado la crítica que existe a su
gestión. Pero más allá de las deficiencias del personero, la
administración Piñera nunca le entregó una directriz clara a la entidad,
cuestión que da pie para revisar sus competencias y atribuciones.
El enroque de jefatura en el
Ministerio del Interior ha implicado más que un cambio de mano y de
estilo en la conducción del gabinete de Sebastián Piñera. El paso de
Rodrigo Hinzpeter a Defensa y la llegada de Andrés Chadwick ha dejado al
descubierto algo que era vox pópuli en círculos gubernamentales: las
falencias de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI) que ha dejado al
descubierto la gestión de su director, Gonzalo Yussef, la cual no habría
cumplido con las expectativas.
Yussef contaba con el respaldo de Hinzpeter en Interior, cartera de
la cual depende administrativamente la agencia, que fue creada por ley
el año 2004 para coordinar y asesorar al Presidente de la República en
materias de inteligencia nacional.
Al inicio de la administración Piñerista, Hinzpeter recomendó a
Yussef como Intendente de Valparaíso —estudió derecho en esa zona, fue
concejal por dicha comuna y fiscal en Viña del Mar, Quintero y
Quillota—, pero finalmente el Presidente lo eligió para encabezar la
ANI. “Cumplía con el perfil que se quería dar del discurso de la mano
dura, la delincuencia, traerse fiscales a las filas del gobierno.
Además, había sido RN y era de confianza”, explican desde Defensa.
La salida de Hinzpeter de Interior, dejó desprotegido a Yussef, si
bien en Defensa está vinculado a la labor de la agencia, depende ahora
directamente del nuevo jefe de gabinete. En el oficialismo explican que
el tema —que se reconoce como un flanco abierto— es una tarea pendiente
que tiene Chadwick, de la cual sabría que tiene que hacerse cargo en el
breve plazo y que por lo mismo se habría fijado de aquí a diciembre —las
fiestas de fin de año a más tardar—, para ello.
La evaluación hasta ahora no sería del todo positiva, algo que se
sabe y comenta en los sectores involucrados con la gestión de la
agencia: Presidencia, Interior y Defensa. “La ANI está ausente”, “es
totalmente inocua”, “no ha dado el ancho para las tareas de inteligencia
nacional”, son algunas de las opiniones que existen en La Moneda sobre
el desempeño de Yussef a cargo de la agencia.
Se explica que su principal debilidad es “su falta de experiencia” en
el tema. “No ha sido muy efectiva la coordinación de los organismos,
eso depende de Yussef, es la cabeza y el que tiene que armar los
equipos”, precisan en el gobierno.
Agregan que dicha falta de experiencia ha quedado además de relieve
con la poca profundidad de los análisis, el poco manejo de información y
la carencia de una buena red de captadores de información.
En Palacio ponen como ejemplo de la ausencia de la ANI en los casos
de corrupción en Carabineros e Investigaciones que salieron a la luz
este año, pues en ninguno, dicen, fue un aporte la agencia para
descubrirlos y poner sobrealerta a La Moneda.
Otra crítica en el gobierno a Yussef es que le pesó su pasado como
fiscal, porque “se metió en el terreno delictual procesal de forma
abierta con el ‘caso Bombas’, se equivocó bastante en eso, no fue
correcta su forma de proceder en ese momento, con ello solo aumentó las
desconfianzas”.
Por ese mismo caso, en junio de este año, Yussef fue citado a la
Cámara de Diputados. “En esa ocasión su exposición del caso fue en base a
especulaciones y suposiciones, no tenía información objetiva”, dijo el
diputado PPD y ex subsecretario del Interior, Felipe Harboe.
“El error fue poner a una persona sin experiencia, sin conocimiento
de la historia del país, de los movimientos subversivos, de los derechos
humanos, eso le impide poder hacer análisis más profundos y entregar al
Presidente de la República toda la información que requiere, de manera
completa”, añadió Harboe.
Los cambios
Un punto a considerar en la evaluación ad portas que hará La
Moneda y que para algunos no es menor, es que a la administración
Piñera le quedan no más de 16 meses de gestión. En ese sentido, un
ajuste en la ANI no es menor, ya que sacar al jefe de inteligencia a
estas alturas es más delicado que cambiar a un ministro o subsecretario.
Se explica que su principal debilidad es “su falta de experiencia” en el tema. “No ha sido muy efectiva la coordinación de los organismos, eso depende de Yussef, es la cabeza y el que tiene que armar los equipos”, precisan en el gobierno. Agregan que dicha falta de experiencia ha quedado además de relieve con la poca profundidad de los análisis, el poco manejo de información y la carencia de una buena red de captadores de información.
Sin embargo, en el propio Ejecutivo y desde las áreas involucradas
directamente con la labor de la agencia, precisan que “la verdad es que
no sería una gran pérdida que sacaran a Yussef en estos momentos”.
Más allá de sacar al director de la ANI un punto que debe zanjar La
Moneda es precisamente definir qué espera de la agencia. En el gobierno
algunos reconocen que no ha habido una “directriz clara en ese punto” y
que se concentró inicialmente mucho en el tema delincuencia, en
circunstancias que las tareas de inteligencia abarcan mucho más.
Cabe recordar que Piñera le encomendó a Yussef cuando asumió que le
diera una orientación más técnica a la agencia. Hasta ese momento, la
ANI tenía un equipo orientado a monitorear la actividad interna de los
partidos políticos y una unidad especial enfocada al análisis de los
movimientos de los grandes empresarios y los grupos económicos.
Yussef eliminó esas áreas de trabajo y despidió al 30 % del personal.
A nivel parlamentario se considera que no sería mala la oportunidad
para revisar el modelo de agencia que se definió en su creación y
mejorar su estructura. “Tenemos una agencia que recopila información
pública, que recibe la información que las policías y las Fuerzas
Armadas le quieren dar, así el modelo de inteligencia nacional no sirve
mucho, hay que sentarse a la mesa para discutir y reformarlo”, acotó
Harboe.
En esa línea, el diputado DC y también ex subsecretario de Interior,
Jorge Burgos, agregó que no hay que negarse a revisar el modelo, este
puede ser corregible.
En el gobierno no se descarta algo en esta línea, considerando que
hablamos de una instancia que tiene un presupuesto anual de más de
cuatro mil millones más gastos reservados. Algo que a ojos de todos los
que rodean a la ANI, consideran que su aporte estos años ha sido
escuálido.
FUENTE: EL MOSTRADOR

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