viernes, 19 de agosto de 2011

Prensa alemana ubica el paradero del prófugo Hartmut Hopp

or : CIPER en Actualidad y Entrevistas Publicado: 19.08.2011



El ex colaborador de Paul Schäfer que huyó del país en mayo pasado cuando fue condenado a cinco años y un día por abuso de menores, vive en Niederrhein, al sur de la ciudad de Krefeld. Ahí recibe la ayuda de la iglesia evangélica que dirige el pastor Ewald Frank, que ya ha protegido a ex colonos prófugos. Ni la policía ni la justicia alemana buscan a Hopp, porque aún no reciben desde Chile alguna orden de detención o extradición. Vive con total normalidad y solicitó la “ayuda social” del Estado alemán para cobrar una pensión, pagar arriendo y cuentas de servicios básicos.
Los reporteros del diario WZ Newsline de la ciudad alemana de Krefeld encontraron el lugar donde reside actualmente el ex jerarca de Colonia Dignidad y prófugo de la justicia chilena, Harmut Hopp. En su edición del jueves 18 de agosto, el periódico informó que el doctor Hopp está viviendo en un departamento ubicado en Niederrhein (Bajo Rhin), en la comuna de Willich, inmediatamente al sur de Krefeld. El inmueble lo arrienda junto a su esposa, Dorotea Witthan, quien le abrió la puerta a los periodistas y reconoció que Hopp residía ahí, aunque en ese momento no se encontraba en el lugar: “Mi marido llega tarde, pasa todo el día afuera”, les dijo.
El doctor Hopp (66 años) se fugó de Chile el 15 de mayo pasado, luego de ser condenado a cinco años y un día de presidio como cómplice de los abusos sexuales cometidos por el líder de Colonia Dignidad, Paul Schäfer. De acuerdo con un correo eléctrónico que el propio Hopp envió a su ex empleador en una clínica de hemodiálisis de Parral, salió de Chile por vía terrestre a Argentina y desde ahí viajó a Paraguay, donde finalmente se embarcó a Alemania.
Ya son varios los ex colonos que se han asentado en Krefeld, debido a que en esa ciudad opera la iglesia del pastor Ewald Frank, que les ha dado refugio y ayuda para instalarse. Frank llegó a la Colonia Dignidad a ofrecer sus servicios después de que el predicador Schäfer se fugó a mediados de los años 90, dejando a sus feligreses a la deriva. En esa época Frank se encontró con la colonia dirigida por un grupo de jerarcas, entre los que se contaba Hopp, quien facilitó la labor del nuevo pastor al interior de Villa Baviera.
Hopp no es el primer ex colono prófugo de la justicia chilena que la iglesia de Ewald Frank acoge en Krefeld. El primero fue Albert Schreiber, quien emigró junto a su esposa y un hijo en 1996, cuando los tres eran buscados en Chile por haber ocultado a menores de edad abusados por Paul Schäfer y encubrir agresiones del mismo jerarca a un niño que estaba bajo su tutela legal.
El pastor Frank visitó la colonia asiduamente entre 2003 y 2005. Rápidamente cubrió el “vacío espiritual” que dejó la fuga de Schäfer en los colonos y en una misma ceremonia bautizó en el río Perquilauquen nada menos que a 175 residentes de Villa Baviera, incluido el doctor Hopp. El octubre de 2005, cuando debía celebrar el matrimonio de un hijo de Schreiber, el gobierno de Ricardo Lagos le prohibió el ingreso bajo el argumento de que “su presencia altera el orden público”.
Desde entonces Frank no ha vuelto a la Villa Baviera, pero envía periódicamente representantes y recibe informes hechos por sus más connotados feligreses.
Un ex colono residente en Alemania confirmó que la iglesia de Frank volvió a tenderle una mano a Hopp, porque tras la publicación de su historia en el periódico de la ciudad, el dueño del departamento que ocupa en Niederrhein quiere dejar sin efecto el contrato de arriendo de la propiedad. “La iglesia le está consiguiendo alojamiento y hasta le busca un camión de mudanza”, dijo la misma fuente.
El WZ Newsline indicó en su nota del jueves 18 que el propietario del departamento, al que identificó como “un jurista” sin revelar su nombre, se “sorprendió” al saber que su arrendatario era buscado por crímenes cometidos en Chile. En presencia de los reporteros buscó información sobre Hopp en Google y manifestó su deseo de poner fin al contrato de arriendo.

Pidió pensión de “ayuda social”

De acuerdo con la información publicada ayer por el periódico, Hopp hace una vida completamente normal y no hay hasta ahora alguna acción judicial o policial que limite sus movimientos, al punto de que se encuentra tramitando una solicitud para cobrar dinero de ayuda social del Estado alemán.
Bajo el expediente Nº 6 2861 0502 00894, Hopp pidió hace meses los beneficios de un tipo de seguro de cesantía que -según la versión de un ex colono- incluye una pensión básica, pago de arriendo, alimentos y hasta el subsidio de las cuentas de servicios básicos.
En otra nota de WZ Newsline se menciona que la policía y la fiscalía no están buscando al doctor de Colonia Dignidad: “Nosotros no tenemos interés en Hopp”, dijeron al periódico, pues no han recibido alguna orden de detención internacional o una solicitud de extradición.
La extradición de Hopp desde Alemania es un asunto complejo. La constitución de ese país contiene una norma que impide la extradición de sus ciudadanos, por lo que en la práctica Alemania se ha convertido en refugio ideal para ex colonos buscados por la justicia chilena. Entre los que partieron a ese país se cuenta Albert Schreiber, su esposa Lli Nills y su hijo Ernst, además de Ulrich Bonhau, todos acusados de ocultar al menor Rodrigo Salvo; Hans Jurgen Riesland, procesado por asociación ilícita, y Reinhard Doring, investigado por participar en la remoción de los restos de detenidos desaparecidos.
Si el requerimiento enviado por la justicia chilena acusa a Hopp como cómplice en abusos de menores, es probable que la extradición no se concrete, debido a que esos casos estarían prescritos según las normas germanas. Pero el pasado viernes 12 el ministro Jorge Zepeda, que investiga violaciones de derechos humanos cometidas en Colonia Dignidad, formalizó una solicitud de extradición basada en que Hopp es investigado en procesos por asesinatos de detenidos desaparecidos. El magistrado invocó la jurisdicción universal de este tipo de crímenes y la cooperación que debe haber entre los Estados para que los culpables de tales ilícitos no obtengan refugio ni impunidad.
FUENTE: CIPER CHILE

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