sábado, 11 de mayo de 2013

Reportaje

Longueira en campaña: No aclares que oscurece. Primeras contradicciones de un candidato que busca algo más que ganar en noviembre

Por Luis Casanova R.
Vaso medio lleno: la irrupción del ex ministro en la arena electoral, por mucho que genere alto rechazo en la ciudadanía, cambió el curso de la carrera presidencial y le arrebató el protagonismo a Bachelet al menos por un tiempo. Vaso medio vacío: Su nominación se explica por los deseos de cambio que alienta la sociedad chilena y su presencia no tiene por objeto empujar esos cambios, sino que contenerlos.


Los primeros de Pablo Longueira como candidato presidencial de la Unión Demócrata Independiente fueron de euforia, entusiasmo y fuertes controversias entre diversos sectores de la colectividad y la primera línea de Renovación Nacional y su abanderado, Andrés Allamand.

¿La causa? La ofensiva comunicacional y política de RN en contra del anterior representante del gremialismo, Laurence Golborne, a raíz del fallo de la justicia contra Cencosud, holding del que fue su gerente general cuando el Sernac detectó cláusulas abusivas hacia los clientes de la tarjeta Jumbo Más (en 2006), sumado a las inversiones que el ingeniero posee en Islas Vírgenes (paraíso fiscal) y que no declaró cuando ingresó al ministerio de Minería (en 2010), provocaron que desde calle Suecia orquestaran su bajada y en tiempo récord levantaran a Longueira.

Los protagonistas de la molestia son específicamente dos: Gustavo Hasbún, jefe de los diputados de la UDI y uno de los principales soportes que tuvo Golborne en la colectividad, y Jovino Novoa, senador, emblemático dirigente del partido y un crítico hacia todas las posturas "liberales" que históricamente ha defendido Allamand.

Sin perjuicio de lo anterior, quien se encarga de mantener encendida la llama es el propio ex parlamentario de RN. De hecho, afirmó que apoya el voto de chilenos en el extranjero "sin exigencias", propuesta que la UDI rechaza de plano, y se fue con todo hacia Novoa.

A su juicio, el legislador santiaguino "es el emblema de lo que más perjudica a la derecha", debido a la desconexión que tiene con el electorado y porque complica la estrategia que consiste en conquistar al centro político, misma carta de navegación que ostenta Longueira.

"Las declaraciones destempladas de Allamand demuestran claramente que es un candidato desesperado y hacen pensar que no es el candidato más idóneo. No contribuye a la unidad del sector. Por el contrario, genera más división y pavimenta el camino a que la Concertación vuelva al gobierno", alegó Hasbún.

Patricio Melero, diputado y timonel de la UDI, fue más allá y dijo que a Allamand "no le conviene entrar en la lógica de los símbolos", dado que "él fue durante 25 años el símbolo de la división en el sector".

"La UDI no puede esperar que no entreguemos una respuesta frente a un senador como Jovino Novoa, que permanentemente está poniendo en entredicho las primarias, el respetar el resultado de ellas si es que Allamand gana y descalificando a nuestro candidato y al gobierno", contestó el jefe de bancada de RN, Pedro Browne, quien acto seguido agregó: "Parece que no quieren aceptar que no tuvimos absolutamente nada que ver en la crisis que se les produjo internamente. Si ellos decidieron un candidato independiente que después no los representó, tienen que asumir ese costo. Hoy tienen un nuevo candidato y deben dar vuelta la hoja".

Daño colateral

Desde el primer momento en que se deslizó la posibilidad del arribo de Longueira y la salida de Golborne, se planteó como tesis que la UDI, más que querer ganar la presidencial, apostaba a fortalecer la campaña parlamentaria del partido e impedir la crecida de RN y la centro-izquierda en el Parlamento.

"La estrategia que se buscaba originalmente era impedir las primarias, acusar a Allamand de ser la piedra de tope, como siempre lo han intentado hacer, y a través de un candidato como Longueira asegurar una votación dura, que le permitiera a la UDI parapetarse y atrincherarse en el Congreso. La meta es tener poder de veto, tutelar el modelo ante un posible gobierno de Bachelet y así evitar, por ejemplo, la realización de una Asamblea Constituyente o una comisión bicameral para modificar la Constitución", explicó a Cambio21 el analista y académico de la Usach y la Universidad Central, Marcelo Martínez.

"Longueira quería llegar con dos candidatos a la primera vuelta, porque saben que en una primaria podrían convocar a cerca de 800 mil personas, mientras que la Concertación, con la presencia de Bachelet, aspira tener a tres millones de electores en las urnas, lo que sería la crónica de una muerte anunciada para ellos. Sinceramente, aún es posible que se suspendan las primarias en la derecha, por mucho que haya un acuerdo firmado con RN", alertó.

¿Qué dijeron los datos reales? Que el entonces ministro de Economía exigía como condición para aceptar la postulación tener injerencia directa en la conformación final de la plantilla de candidatos a diputados y senadores, lo que suponía la suspensión de las primarias parlamentarias que el comité electoral gremialista había definido en algunas circunscripciones, como Santiago Oriente, donde competían la ex vocera Ena von Baer y el diputado Iván Moreira.

Para tal decisión, la intervención de Novoa en el Consejo General Extraordinario que determinó la caída de Golborne fue clave. En su opinión, el objetivo era evitar cualquier posibilidad de divisiones o conflictos internos y focalizarse en llevar a los mejores competidores.

Fue por eso que inicialmente se planteó que Golborne reemplazara a Von Baer y Moreira en la capital y que se trasladara a la periodista a la región de Los Ríos y al vicepresidente de la UDI a Coquimbo.

Sin embargo, las directivas de regiones manifestaron su molestia con la cúpula dirigida por Melero y Novoa y, además, en tono de amenaza señalaron que las senadurías de provincia "no son premios de consuelo" para los cupos que no pudieron tomarse en Santiago.

Como si esto no bastara, la "desprolijidad" mostrada por la mesa central en la bajada de Golborne, sumada a la suspensión de las primarias, tema que también fue criticado por Allamand y RN (que sí tendrá elecciones primarias en varios distritos), pusieron en tela de juicio la gestión de Melero de parte de un sector de las bancadas parlamentarias, sobre todo de los más cercanos al ex ministro de Obras Públicas y Minería.

Incluso no se descarta poner en tabla, junto con el nuevo esquema de campaña de Longueira, adelantar la elección de la mesa para el mes de julio o agosto, por cierto, ya teniendo claros los efectos que generaría una eventual derrota en la interna presidencial del 30 de junio próximo.

Que quede en acta: Seis de cada diez personas cree que Longueira es "peor candidato" que Golborne para la elección presidencial, según reveló una encuesta que elaboraron en conjunto Radio Cooperativa, Imaginacción y la Universidad Central.

Rara fortaleza

Mirando el lado lleno del vaso, la irrupción de Longueira en la arena de campaña, por mucho que "genere alto rechazo" en la ciudadanía, según el analista Patricio Navia, "cambió el curso de la carrera presidencial" y le "arrebató el protagonismo a Bachelet", dominadora de la agenda a partir de su regreso al país procedente de la ONU-Mujeres.

Complementariamente, el profesor de la Universidad Diego Portales justificó la determinación de la UDI de bajar a Golborne, en el sentido que entre las bases gremialistas "Longueira entusiasma más", aunque RN tiene más simpatizantes activos, 6.3% versus 3.9% respectivamente, de acuerdo con los datos aportados por la encuesta CEP de diciembre de 2012.

¿Qué hay en contra? El factor tiempo. Por mucho que el elector que adscribe a las ideas de la UDI sea más disciplinado y exista una maquinaria interna con una superior capacidad de acarreo (con el valor extra que aporta Longueira en el plano de la mística), Navia asegura que "60 días son pocos para alcanzar a Allamand, que lleva seis meses en campaña".

En realidad, son "poco más de 50 días", corrige el presidente de la Cámara de Diputados, Edmundo Eluchans, legislador UDI que apoya los cambios al sistema binominal y que expresa que están "organizando reuniones sin papelería, ni afiches, ni medios materiales".

Como sea, el agudo columnista Carlos Peña no tuvo empacho para afirmar que la debilidad que representaba la opción de Golborne no la salva la fortaleza que debería irradiar Longueira en las huestes. "¿Haber formado parte de una dictadura que violó los derechos humanos sin nunca haber pedido siquiera disculpas no es peor que haber abusado de los consumidores?, preguntó.

"¿Acaso alguien piensa que uno de los políticos que más alergia causa en el electorado podrá ganar? Su nominación se explica por los deseos de cambio que alienta la sociedad chilena y su presencia no tiene por objeto empujar esos cambios, sino contenerlos", sentenció a continuación.

Si bien el mismo Peña insistió con que tal preocupación fue detectada por los jerarcas de la UDI respecto del trizamiento que está viviendo el "proyecto modernizador" de la tienda fundada a fines de los ‘80, el propio Longueira admitió estar "cansado de que los temas los ponga la izquierda", como lo serían el mar para Bolivia, el aborto, el fin del lucro, su vínculo con la dictadura de Pinochet y las supuestas conversaciones con Guzmán, entre otros.

Mal debut

En los pasillos de la sede de RN están conscientes de que la posibilidad de llegar a una campaña de "guante blanco" entre Allamand y Longueira "es imposible", tomando en cuenta el mayor nivel de organización y disciplina que tienen sus aliados de la UDI, el escaso tiempo que ambos tienen para confrontar discursos y "porque no va en el estilo y la personalidad de los candidatos". Por ende, "sería como camuflar la competencia", comentó un diputado afín a la directiva de Carlos Larraín.

"Antes no había competencia. Veíamos a un personaje (Golborne) tratando de establecer algún tipo de mensaje, pero sin lograrlo. Ahora sí que hay una carrera", añadió la misma fuente.

Por otro lado, en La Moneda, el mundo de RN recibió con satisfacción el arribo de Longueira al ruedo presidencial. "Todos pensábamos que si se metía lo iba a hacer para llegar a primera vuelta. Ese siempre fue su planteamiento. Por eso que el haber aceptado ir a primarias pactadas con el acuerdo con RN de entregar el apoyo recíproco hacia el ganador, demuestra con una alta dosis de realismo que deben trabajar juntos. Se debía ver esto con ojos pragmáticos. Hay una candidata disparada y nadie puede darse lujos", expuso un asesor cercano a Piñera.

El funcionario, además, expresó que "acá existe la certeza de que, en cuanto a imagen, la figura de Allamand es más fuerte que la de Longueira. Lo corroboró la presencia de este último en Tolerancia Cero (periodista Fernando Paulsen lo puso en aprietos al preguntarle si había votado en el plebiscito de 1988 y lo acusó de "faltar a la verdad" después de su respuesta; horas después el dirigente aclaró el tema y el profesional le pidió disculpas)".

Un influyente asesor de Palacio insistió: "Su participación fue bastante débil en términos mediáticos y con contradicciones y faltas de propuestas de manera bastante contundente. Es inconcebible que no haya sabido manejar la situación, al margen de que haya o no haya sufragado; produce una sensación de risa. En TV no puedes mentir. Si no votó o si le hubiera gustado que ganara el Sí o el No, son cosas que se deben dominar. Luego en el programa se hundió".

Debutó Longueira y Allamand parece sentirse más al centro gracias a la proclamación con fórceps de su oponente. Tal como en el tenis: 15-0 y el hombre que se aburrió de la "travesía por el desierto" está al servicio.

FUENTE: CAMBIO 21

No hay comentarios:

Publicar un comentario