Frente Amplio Unitario

Todas las miradas sobre Escalona en el “Día D” del socialismo

Liderazgo de Bachelet se juega hoy en la Comisión Política del PS

Andrade está entre la espada y la pared. Si no hay primarias, enfrentará un conflicto interno y, de paso, será difícil para él explicar por qué desoyó a su abanderada presidencial. Pero si las hay, deberá enfrentar el hecho que Escalona, líder de la facción que maneja la colectividad, se margine del partido en plena campaña parlamentaria y presidencial.

por Marcela Jiménez

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Después de más de dos semanas de todo tipo de declaraciones, gestiones, reuniones, tensiones y ofertas de todo tipo, finalmente ya todas las cartas están sobre la mesa en el PS para zanjar hoy —y de una vez por todas— el conflicto interno por los cupos senatoriales en la X Región. Un entuerto que ha puesto en jaque a dos figuras claves del socialismo: el poder e influencia de Camilo Escalona en que se juega su reelección a la Cámara Alta por Los Lagos y la fortaleza del liderazgo de la abanderada presidencial Michelle Bachelet, quien en reiteradas ocasiones ha dicho públicamente que ella apuesta por la participación ciudadana a través de las primarias convencionales.
Tres días se adelantó la comisión política, inicialmente convocada para el lunes, que se reunirá esta tarde, a partir de las 18 horas. Esto, luego que Ranbindranath Quinteros y Juan Gabriel Valdés rechazaran oficialmente la oferta del partido de desechar sus aspiraciones senatoriales en Los Lagos y Los Ríos, respectivamente, para postular en los distritos de Puerto Montt y Valdivia. Con esa fórmula se buscaba ganar tiempo, no dejar a ninguno fuera de competencia —bajo la premisa de contar con un Parlamento que ayude a Bachelet a gobernar para impulsar sus reformas— y de paso, despejaba el camino a Escalona de cualquier competencia interna de aquí a noviembre para competir por su reelección.
Sin humo blanco, la comisión política tiene dos opciones: resolver que se hagan primarias en la X Región para que compitan Escalona con Quinteros en Los Lagos y Valdés con Alfonso de Urresti en Los Ríos o simplemente, designar a los candidatos en ambas circunscripciones, ungiendo sin apelación al senador y otrora factotum de Bachelet.
En toda la trama, la abanderada presidencial no se ha mantenido al margen. No ha sido una vez, ni dos, sino que en la mayoría de sus actividades en terreno que Bachelet se ha pronunciado sobre el conflicto del PS. El miércoles en San Ramón reafirmó su molestia y señaló claramente que “las personas quieren hacer oír su voz, no quieren que se les impongan medidas pensadas por algunos entre cuatro paredes”. También aseveró que la agria disputa por cuotas de poder y cupos que se ha visto estos días “no es la política que yo quiero, esa no es la política que la gente quiere”.

El liderazgo de Bachelet ha estado en el epicentro del debate, porque no se trata de un mero caso de dos cupos senatoriales, sino que de una crisis profunda ante la ausencia de una resolución en su partido, en el cual milita desde su juventud, y que es sostén de su apuesta política presidencial.

El día anterior, de gira por Coquimbo, Bachelet acotó que “las primarias son un buen mecanismo para elegir parlamentarios con el objetivo de tener un Parlamento que permita esos cambios que Chile requiere” y, de paso, se puso a ella misma como ejemplo: “Los ciudadanos deben elegir, es por eso que voy de precandidata y serán los chilenos los que decidan quién será la candidata o el candidato de la oposición”.
Días antes, el viernes 10 y durante una gira precisamente en la X Región, en Valdivia, recalcó que ella ha señalado a los partidos que “la mejor manera de que la ciudadanía se sienta representada es que pueda haber primarias” y puso el acento en que los partidos estaban avanzando al respecto, para corregir el error de no haber podido llegar a un acuerdo, el 1 de mayo, que les permitiera participar en las primarias legales del 30 de junio.
Con todas estas intervenciones públicas, el liderazgo de Bachelet ha estado en el epicentro del debate, porque no se trata de un mero caso de dos cupos senatoriales, sino que de una crisis profunda ante la ausencia de una resolución en su partido, en el cual milita desde su juventud, y que es sostén de su apuesta política presidencial.
Por ello, no es gratuito que todos hayan tratado estos días de aprovechar la coyuntura del PS. La derecha no dejó pasar la oportunidad de poner el acento en el tema: “Creo que el partido de la candidata debe demostrar que hay un liderazgo fuerte ejercido por ella”, sentenció el secretario general de RN, Mario Desbordes, mientras que el timonel UDI, Patricio Melero recalcó que “están sumidos en una disputa interna que no da garantías de cómo esa oposición va a lograr articularse para otorgar gobernabilidad”.
No fueron los únicos, ya que desde la propia oposición surgieron críticas. Así, el PPD ha insistido que de no optar por primarias en la X Región se “está poniendo en riesgo” el liderazgo de Bachelet: “Desde el punto de vista de que el PS, que es su partido, por un liderazgo interno termina perjudicando la constitución de una mayoría parlamentaria yo creo que es una mala señal (…) el PS es un partido autónomo, pero yo creo que todo el mundo le ha señalado a Escalona que lo que él está haciendo es colocar en riesgo al PS y la candidatura de Michelle Bachelet”, reconoció el secretario general Gonzalo Navarrete.
Consciente del escenario en cuestión, el timonel Andrade reconoció ayer que “la opinión de la Presidenta Bachelet es fundamental” e insistió que era importante reconocer al partido “la intención que hemos tenido de mejorar la representación parlamentaria que va a acompañar a Bachelet en un próximo gobierno”.
Andrade está entre la espada y la pared. Si no hay primarias, enfrentará un conflicto interno y, de paso, será difícil para él explicar por qué desoyó a su abanderada presidencial. Pero si las hay, deberá enfrentar el hecho que Escalona, líder de la facción que maneja la colectividad, se margine del partido en plena campaña parlamentaria y presidencial.

FUENTE: CAMBIO 21