Expertos analizan por qué el golpe militar visto por la TV, es una catarsis para gran parte de la ciudadanía
11/09/2013 |
por Lorena Venegas.
A diferencia de los años anteriores, la citada conmemoración de los 40 años del golpe militar, ha causado revuelo en los medios de comunicación y redes sociales. Una amplia lista de programas, reportajes, entrevistas y sorpresivas declaraciones, han provocado una exposición de los derechos humanos en el país.
La puesta en escena de la práctica y verbalización de la conjugación del perdón, de parte de involucrados en diversos ámbitos del golpe de Estado, tuvo como antesala y escenografía una serie de documentales, ficciones, entrevistas y secciones en noticieros como una apuesta de los canales, que se extenderá hasta el "11".
Así, el 20 de agosto, el programa El Informante de TVN, abrió las transmisiones temáticas con el inédito cara a cara entre Ernesto Lejderman, el hombre que sufrió la muerte de sus padres en dictadura y el ex comandante en jefe del Ejército, Juan Emilio Cheyre. A pesar de no haber logrado una alta sintonía, se convirtió en el tema más comentado en las redes sociales.
Luego vinieron "Chile: Imágenes prohibidas" de CHV y "Los 1000 días" de Canal 13, ambos con peak de sintonía. Seguidos por "11 íntimo" y "Ecos del desierto". TVN por su parte, a través de Informe Especial, también realizó un recuento. Además de otros reportajes y documentales emitidos por los diferentes canales, también los programas de entrevistas como, Protagonistas, Estadio Nacional, Mentiras Verdaderas y Más vale tarde, se suman a la ola de recuentos.
Todos mostraron imágenes, algunas verdaderamente desconocidas hasta la fecha, que fueron más allá del bombardeo a La Moneda, reconstruyendo los hechos con archivos desgarradores y recreaciones de muy buen nivel..
El juego del empate
Por primera vez en Chile se han transmitido tantos programas relacionados al golpe, pese a que pareciera no ser una cifra estratégica o importante, como podrían haber sido los veinticinco años, por ejemplo. Cabe cuestionar a qué se debe este fenómeno mediático y político.
"Hay evidencia de que en los últimos cinco años, la audiencia le está dando más importancia a los géneros de información, no solamente al noticiario sino también a documentales y otras cosas, entonces a mí me parece que distintos elementos explican lo que ha acontecido con la televisión. Además, creo que existen muchas oscuridades con la dictadura, hay cosas que están pendientes y comienzan a aparecer", señaló a Cambio21, Valerio Fuenzalida, experto en comunicaciones y televisión, quien también se desempeña en la docencia.
Desde hace algunos años se viene gestando un movimiento social de mucha fuerza, el cual ha logrado paralizar las actividades estudiantiles a nivel nacional. A pesar de que dentro de estos movimientos el golpe militar no es un tema trascendente, pero sí de fondo.
"Uno puede interpretar de que hay una mayor disposición de tocar algunos temas que no habían sido tratados, porque hay una suerte de efervescencia por abrirse hacia nuevos tópicos. Viéndolo así, podemos decir que es un triunfo de los movimientos sociales que desde el 2011 o un poco antes vienen demandando la apertura hacia algunas cosas que no han sido tratadas", explicó a Cambio21, el cientista político Alejandro Olivares.
A la seguidilla de movilizaciones y despertar social, está la importancia política de este 2013, por ser un año electoral. A pesar de que el golpe militar no está dentro de la contingencia nacional ni las propuestas de campaña, es una error creer que forma parte del pasado, pues sus consecuencias y efectos están presentes.
"Y al tener en campaña dos candidatas que están directamente vinculadas con estos hechos, una familiar de víctima, Michelle Bachelet, y otra familiar de victimario, de gente de la Junta como Evelyn Mathei, efectivamente nos hacen ver que el pasado está presente y no ha cedido. Entonces esto nos ha traído de vuelta y nos ha golpeado duramente para mostrarnos que la dictadura de Pinochet está presente, que el modelo económico está vigente, que los violadores de derechos humanos viven en hoteles cinco estrellas -mal llamados cárceles- que la gran mayoría no ha sido juzgado ni condenado y viven y gozan de impunidad, caminan por las calles libremente. Las víctimas aún tienen secuelas de lo que pasó y por lo tanto no estamos tan lejos del golpe en ese sentido", reflexionó el analista político.
Además, entendemos que la lógica de los medios es la del rating, y este tema está dando que hablar, por lo tanto, genera sintonía, apoyado fuertemente por las redes sociales. Las parrillas programáticas son flexibles, sin embargo, tienen fecha de término. "Todas estas cosas van armando un circuito que se va potenciando a medida que aparecen libros, declaraciones, foros en televisión y hay investigación que está apareciendo en los periódicos. Hay una concentración e intensidad de imágenes que tienen un impacto tremendo, pero que se irá atenuando con el pasar de los días", indicó el Fuenzalida a Cambio21.
Sin embargo, para ambos especialistas, esto no va a generar un gran cambio de mentalidad en la sociedad. Más bien será una herramienta para fundamentar las convicciones.
"Los que violaron los derechos humanos, los que pertenecieron a la derecha tradicional en ese sentido, por mucho que vean las imágenes van a jugar siempre al empate, por mucho que vean a las víctimas o problemas, hablarán del problema anterior al gobierno de Allende, a las matanzas durante el período de Frei, entonces no creo que va a ser mucho lo que cambie", concluyó el cientista Alejandro Olivares.
FUENTE: CAMBIO 21
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