domingo, 29 de septiembre de 2013

Tres cartas dejó el general (r) Odlanier Mena antes de suicidarse para evitar su traslado a la cárcel de Punta Peuco

29/09/2013 |
Según familiares, habría manifestado que no quería que lo metieran "en el mismo saco" de quienes estaban presos como autores materiales de homicidio, torturas o secuestro. El general (r) distinguía a quienes tenían que enfrentar la justicia por haber estado a cargo de un organismo o unidad de quienes eran "ejecutores".
Poco antes de ser hallado muerto en la escalera de emergencia de su edificio, en la calle Callao de la comuna de Las Condes, el general (r) Odlanier Mena aseguró a sus más cercanos que no se iría a Punta Peuco.

Sus últimos momentos los pasó con su familia y uno de los nietos con los que estuvo el viernes anterior dijo que "él se sentía mal, defraudado", publica "El Mercurio".

Según familiares, habría manifestado que no quería que lo metieran "en el mismo saco" de quienes estaban presos como autores materiales de homicidio, torturas o secuestro. El general (r) distinguía a quienes tenían que enfrentar la justicia por haber estado a cargo de un organismo o unidad de quienes eran "ejecutores".

Su abogado, Jorge Balmaceda, dijo que "se veía especialmente decaído" con la noticia del traslado y que "él decía que esto iba a ser un gran martirio para poder conllevar los controles de salud que él necesitaba, por los problemas de desplazamiento que tenía, e inclusive para gozar del beneficio de libertad de los fines de semana".

Padecía diabetes, cardiopatías e insuficiencia renal, entre otras enfermedades. En 2008, antes de ser condenado, "El Mercurio" le preguntó si iría a la cárcel o argumentaría problemas de salud para no ser recluido: "Ni lo uno, ni lo otro. Saque usted sus conclusiones", respondió.

Los resultados preliminares de la autopsia que se le realizó en el Servicio Médico Legal (SML) confirman que se suicidó con un arma de fuego. "La causa de muerte es una herida balística de carácter suicida, con salida de proyectil", precisó el fiscal regional de la zona oriente, Alberto Ayala.

Según indicó el fiscal, el oficial (r) "dejó tres cartas en manos de un nieto". Una era dirigida a su familia, otra al mismo nieto y la otra al presidente de la agrupación de generales en retiro a la que pertenecía. En las misivas explicaría los motivos de su decisión, además de cómo debían repartirse sus bienes.

Quienes compartieron con él ayer dijeron que se levantó temprano, tomó desayuno y se mostró tranquilo. Su hija estaba al teléfono cuando Mena salió del departamento y caminó un par de metros hasta donde fue hallado. Ella no escuchó el disparo. Sí algunos de sus vecinos.

FUENTE: CAMBIO 21

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