jueves, 5 de septiembre de 2013

Senador DC reconoce la responsabilidad de los políticos para evitar el golpe militar de hace 40 años

05/09/2013 |
"A partir de los primeros días del año 73 se fueron produciendo hechos cada vez más fuertes y, por lo tanto, a la altura de septiembre o fines de agosto la inmensa mayoría de los chilenos estaba convencido de que el golpe era inevitable".
El senador democratacristiano Mariano Ruiz-Esquide afirmó en Cooperativa que el golpe de Estado de 1973 se pudo haber evitado si los distintos sectores políticos hubieran hecho todo lo que les correspondía hacer.
"La pregunta del millón, que todos se hacen es: ¿Pudo evitarse el golpe? Yo creo que si hubiéramos hecho todo lo que queríamos hacer, cada uno de nosotros, podría haberse evitado. Yo siempre he sostenido que no se evitó porque cada uno de los actores no hizo todo lo que podía hacer; es lo que yo he llamado la 'teoría del casi': 'Casi todo se hizo, casi todos cumplieron, casi todos decíamos que íbamos a hacer tal cosa', pero no se hizo...", señaló Ruiz-Esquide, quien era diputado en el año 73.

"Llegó un momento en que hubo intolerancia para saber que era posible llegar a un acuerdo. Después esa intolerancia llegó a que no hubo manera de acordar las cosas que se estaba pensando que se podían hacer: ¿Por qué no se llamó a un plebiscito? ¿Por qué cuando el Presidente Allende pensó que se podía hacer no lo hizo? ", reflexionó el legislador, que criticó a los "personeros de la ultraizquierda" que hasta el día de hoy se jactan, por ejemplo, de haber asaltado bancos.

A la vez, "la derecha más dura desde el comienzo del Gobierno de Allende planteó que iba a hacerse un agravio a la democracia y que más valía sacar a Allende en ese instante y no después, entonces, se fueron dando circunstancias que hicieron imposible el acuerdo", indicó.
 
En este escenario, ya "a partir de los primeros días del año 73 se fueron produciendo hechos cada vez más fuertes y, por lo tanto, a la altura de septiembre o fines de agosto la inmensa mayoría de los chilenos estaba convencido de que el golpe era inevitable".
 
"La única duda que existía era si era un golpe de ultra izquierda, producido por los sectores más allá de la Unidad Popular, o de la ultraderecha, llevado adelante por fuerzas como Patria y Libertad", recordó.
 
La propia Democracia Cristiana "tuvo dos visiones acerca de lo que iba a pasar: muchos democratacristianos consideraron que dado que el golpe lo habían dado todas las Fuerzas Armadas institucionalmente y no sólo caudillos, que era lo tradicional en América Latina, estas Fuerzas Armadas iban a dar un golpe corto, relativamente 'suave' y, por lo tanto, iba a ser posible que en un plazo breve -se tomaba para eso el ejemplo de (Pedro Eugenio) Aramburu en Argentina-, se iba a volver a la democracia, se iban a corregir los errores cometidos, resolver los temas pendientes y punto", explicó Ruiz-Esquide, quien fue uno de los firmantes de la famosa "carta de los 13", que a dos días del golpe de Estado salió a condenar públicamente el derrocamiento de Salvador Allende y a reconocer su sacrificio.

"Nosotros tuvimos una visión distinta. Muy llevados por lo que habíamos visto en el ejemplo de (Francisco) Franco en España -que habíamos estudiado con mucha fruición- sabíamos exactamente que muchos de la derecha habían sido formados en España. Por lo tanto, tuvimos la sensación de que éste iba a ser un golpe largo, difícil, al esquema del franquismo, violento. Por eso nos opusimos rotundamente", señaló el senador.
 
Desde el partido no hubo presiones para detener esta declaración, "porque lo resolvimos entre nosotros sin pedir autorización". Sin embargo, "hubo costos: en los primeros días camaradas nuestros pidieron que nos fuéramos del partido, pero Bernardo Leighton dijo: 'Nosotros no renunciamos; si ustedes quieren nos expulsan'".
 
También "mucha gente pensó que nosotros, al hacer ese gesto, habíamos tergiversado la opinión mayoritaria en la base social del partido. En el país había un sentimiento de rechazo muy fuerte al Gobierno de la Unidad Popular, por lo tanto, en la base (DC) había un sentimiento de la 'tesis del mal menor': 'Si el golpe era inevitable, no es que se prefiera el golpe, pero sí adhiero más a uno que me parece que va a ser corto y no un golpe que va a ser largo, como podría haber sido el de la extrema izquierda', muy parecido a lo que había en Cuba o la Unión Soviética", dijo el legislador.
 
También por la carta "varios de nosotros fuimos llevados al norte de Chile, otros fueron exiliados, y Bernardo Leighton fue agredido brutalmente, hasta quedar en condiciones misérrimas". Sin embargo, "con el paso de los días muchos se fueron sumando y muy prontamente el partido en su conjunto estuvo en eso", indicó.

En la línea de la responsabilidad de los distintos actores políticos, el líder falangista expresó su deseo de que "nunca más desvaloricemos la democracia".
 
"El golpe no se produjo de la noche a la mañana, se produjo en una cascada de insolencia, de falta de respeto por la persona ajena, por las opiniones, y todo aquello que vaya en ese sentido puede ser algo que a la larga o a la corta termine rompiendo la unidad del país", advirtió, valorando las expresiones de arrepentimiento manifestantes públicamente en los últimos días.
 
 
FUENTE: CAMBIO 21

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