Reportaje
Yo perdono, tú perdonas, él perdona... Con el "11” a la vuelta de la esquina el perdón se sigue tomando la agenda política nacional
08/09/2013 |
Por Luis Casanova R.
La frialdad con que la abanderada de la Alianza, Evelyn Matthei, abordó los 40 años del golpe de Estado tras las petición de perdón del senador Hernán Larraín (UDI), complicó el ambiente que quiere Piñera para el discurso que pronunciará para tan emblemática efeméride. Las distintas visiones en la Iglesia y el rol de la DC en la crisis de 1973, para variar, siguen en el tapete.
No fue el "Yom Kippur" (día del perdón judío) ni nada parecido, pero lo que pasó en la política chilena después de la petición de perdón de parte del senador y ex presidente de la UDI Hernán Larraín, tuvo algo de ese sentimiento.
El gesto provino de un emblemático integrante de un partido que se fundó al alero de la dictadura de Augusto Pinochet y de Jaime Guzmán, ideólogo de la Constitución de 1980, y que tuvo a varios de sus fundadores y referentes trabajando codo a codo con la Junta Militar, entre otros, Jovino Novoa, Juan Antonio Coloma, Pablo Longueira, Julio Dittborn y Patricio Melero.
El contexto, aunque suene obvio, son los 40 años del golpe de Estado de 1973 que se cumplirán el 11 de septiembre, lo que se suma a la necesidad concreta de avanzar en el esclarecimiento de todas los excesos que ocurrieron durante el régimen de facto respecto a detenciones, torturas, desapariciones y asesinatos.
"Si ayuda pedir perdón, también libera saber perdonar. Por eso, ¿por qué no dar un paso personal en lugar de esperar que otros hagan lo que uno quiere oír? Algo simple y transparente como: yo pido perdón por lo que haya hecho o por omitir lo que debía hacer. Pido perdón por no haber colaborado de modo suficiente a la reconciliación en mi trabajo y también pido perdón por no haber sabido perdonar a quienes me han ofendido y se han acercado en señal de reencuentro. Desde ya, hoy lo hago en mi nombre: pido perdón. Esta es mi voz para la reconciliación, pero es necesario oír la de todos".
Larraín sacudió el tablero con sus palabras, a propósito del lanzamiento del libro "Las voces de la reconciliación", del Instituto de Estudios e la Sociedad, donde uno de los íconos del PS, Ricardo Núñez (uno de los editores del texto), alabó la actitud del legislador. Además, la senadora de RN y vocera de la campaña de Evelyn Matthei, Lily Pérez, recalcó el carácter "personal" que debe tener una manifestación de esta envergadura.
Dos caras
Como era de esperar, la Alianza volvió a exhibir sus dos almas. En RN, los ministros Cecilia Pérez y Rodrigo Hinzpeter respaldaron el sentir del congresista del Maule y volvieron a hablar de dictadura y de violaciones a los derechos humanos, a la vez que el jefe máximo de la colectividad, Carlos Larraín, expresó en The Clinic que la tortura que pudo conocer a través del Informe Valech "es siempre abusiva, no tiene perdón".
De paso, a manera de mea culpa, el senador dijo que "no hice caso de las denuncias de abusos y como abogado debí haber estado más alerta".
A la inversa, la diputada y ex alcaldesa designada María Angélica Cristi, representante de los sectores de la UDI más cercanos a Pinochet, sostuvo que si de pedir perdón se trata, "todos" deberían hacerlo. Moreira y el Golpe: "Hasta cuándo la derecha pide perdón por algo que no tiene responsabilidad", disparó el postulante al Senado, Iván Moreira.
Algo parecido agregó Carlos Larraín al asegurar que "la izquierda asumió un rol de víctima, siendo que también fueron causantes del golpe".
En medio de las diferencias, el diputado PPD Tucapel Jiménez, hijo del líder sindical del mismo nombre acribillado por agentes de la CNI, volvió al meollo de asunto y exigió más elementos que hagan posible llegar a toda la verdad. Por eso tuvo duras palabras para los civiles que tuvieron directa influencia en las decisiones que adoptó el gobierno en lo referido a los operativos que terminaron con la muerte de diversos dirigentes políticos.
Incluso habló de "impotencia" y "provocación" de quienes se han presentado una y otra vez a cargos de elección popular y han accedido al Parlamento gracias a un sistema electoral que, aparte de ser elaborado a puertas cerradas, beneficia a la minoría.
Sin perjuicio de lo anterior, el análisis del experto en DD.HH. José Zalaquett tocó a los beneficiarios civiles de la dictadura que se enriquecieron al hacerse del cuidado de las empresas públicas y luego se apropiaron de las mismas: "Ni siquiera le dieron las gracias a los militares. Ahora, si te he visto no me acuerdo; usted fue un perrito que me cuidó el huerto, pero ahora que ha dado frutos, patadas para el perro".
Fuego amigo
Lejos de calmar los ánimos, Matthei se excusó de pedir perdón, dado que cuando se generó el quiebre institucional durante el gestión de la UP, sólo "tenía 20 años".
La declaración, aparte de provocar molestia en la oposición, llevó tensión a La Moneda. Es más, en círculos cercanos al Ejecutivo se comentó que todo lo avanzado tras la bajada de Longueira y la confirmación de Matthei se fue a pique con la "agenda de las cuadro décadas del golpe", lo que se vio reflejado en el esmirriado 12% que marcó en la encuesta CEP versus el 44% que sumó Michelle Bachelet.
A nivel interno, se afirmó que las respuestas "no fueron acertadas" y complican el ambiente que quiere Piñera para el discurso "de Estado" que quiere leer para tan compleja efeméride. De acuerdo a versiones periodísticas, el objetivo original era realizar un acto que igualara el gesto que hizo el ex presidente Patricio Aylwin cuando recibió el Informe Rettig y en cadena nacional les pidió "perdón" a todos los chilenos.
Si bien Matthei volvió a referirse al espinudo asunto y admitió que "los que teníamos edad a ver si nos hicimos los lesos, si actuamos, si dijimos, en fin, si tuvimos errores, como dijo el presidente (Piñera), por acción u omisión", los efectos no fueron los esperados. "Estamos en presencia de una estrategia electoral", sentenció el sociólogo y académico Juan Cristián Jiménez en este espacio.
Previamente, el mandatario había cuestionado en La Tercera que "hubo muchos quienes fueron cómplices pasivos, que sabían y no hicieron nada o no quisieron saber". Y anexamente, acotó la convocatoria del evento conmemorativo a los nueve candidatos a la banda tricolor tras la negativa expresada por los ex presidentes Aylwin, Frei, Lagos y Bachelet y por la Nueva Mayoría, que realizará su propia ceremonia paralela.
Hasta el cierre de esta edición, sólo Matthei, Ricardo Israel (PRI) y Alfredo Sfeir (PE) confirmaron su asistencia.
Lugar común
El contragolpe de Matthei luego de enfatizar que no pidió perdón "porque no tendría cómo haber hecho nada más y no tenía ningún cargo público", tuvo como protagonista a la Democracia Cristiana. "El golpe no vino porque sí, la DC prácticamente lo pidió", disparó.
El histórico emplazamiento sobre el rol que tuvo la entidad en la crisis de 1973 obligó a entregar una cerrada defensa desde Alameda 1460. El presidente del Senado, Jorge Pizarro, afirmó que "la reconciliación se da en los hechos, en el día a día y sobre la base de la verdad, no con declaraciones o voluntarismos que no se concretan en hechos claros que permitan justicia".
"Hay casos emblemáticos, donde uno aspira a que muchos que tienen información la puedan entregar, y sucesos relevantes que afectaron desde personas muy humildes que fueron detenidas desaparecidas, torturadas y asesinadas, hasta el caso del propio presidente Frei Montalva", añadió.
El senador Mariano Ruiz-Esquide, uno de los redactores de la "carta de los 13" falangistas que se opusieron a la intervención militar, entregó su versión de lo acontecido.
"Hay sectores de la DC que dicen en esa época: mira, si viene el golpe, frente a esta situación inevitable, yo me quedo con el mal menor. Y el mal menor, que es un elemento de juicio ético dentro del humanismo cristiano dice: yo me quedo con el golpe militar, porque va a ser un golpe corto y menos cruento, porque las FF.AA. chilenas no son personas que vayan a agredir a su pueblo. Y no me quedo con el golpe marxista, que se puede extender como pasó en otras partes", explicó.
"¿La DC tiene que pedir perdón? En esto todos tenemos responsabilidad por acción o por omisión. A lo mejor lo que hicimos fue poco o lo que hicimos fue tarde. Fui secretario del partido una parte del gobierno de Allende y a lo mejor pudimos hacer más. Nadie elude su responsabilidad, pero también reconozcamos que no todos tuvieron la misma", insistió.
En diálogo con Cambio21, Renán Fuentealba, otro de los firmantes de la misiva, manifestó que sólo deben pedir perdón "los que se sientan culpables, pero el partido como tal no. No se participó de forma oficial y no hay ningún acuerdo de la directiva o de la junta nacional. Individualmente podrían existir personas que sí estuvieron y las hubo, pero no me parece bien que se quiera instalar esto como verdad".
Amén
Dentro de la Iglesia Católica el debate sobre el perdón también acaparó páginas. El sacerdote y ex vicario de la Pastoral Social, Alfonso Baeza, fue enfático al expresar a este medio que "una persona no basta para que se sepa la verdad, también están las instituciones. No basta con pedir disculpas, hay que hacer una reparación pública, porque fue un daño público el que se hizo".
A su vez, el capellán y profesor de Teología de la Universidad Católica, Hugo Tagle, argumentó para esta crónica que "quienes piden perdón no tienen por qué hacerlo. Ellos no ganan ningún voto. Tan honesto es que ninguno más lo ha hecho y nadie los obliga".
"Hay gente que francamente siente que en esa época tenía 15 años y no sabe qué grado de culpa pueda tener. También hubo otros que estuvieron ahí y que después durante todo el tiempo que duró el gobierno militar pudieron haber hecho más. Eso queda en la consciencia de cada cual. Y claro, están los que van a aprovechar para sacar trapos al sol y nuevamente destapar heridas y volver atrás, lo que nada tiene que ver con los programas de televisión que han mostrado lo que pasó", complementó.
A juicio del religioso, "siempre es bueno revisar la historia para así aprender de ella, sobre todo la no contada. Hay muchas cosas que han salido ahora, lo que es bueno, porque nos informamos mejor y sabemos lo que ocurrió en tal o cuál situación. Se debe aprender para sanar heridas y mejorar y no entrar en los reproches personales".
¿Qué queda por esperar? Por ahora, conformarse con el alejamiento político que han exteriorizado tanto RN como la UDI acerca del gobierno cívico-militar de Pinochet. Anexamente, ninguno de los dos partidos aceptó en sus plantillas de candidatos al Congreso a los descendientes directos del fallecido dictador, como sus nietos Rodrigo García Pinochet y Augusto Pinochet Molina y su hija Lucía Pinochet Hiriart.
Por su parte, se avanza en la discusión legislativa para poder eliminar definitivamente el sistema binominal, principal enclave autoritario.
Para un sector importante de la opinión pública, lo óptimo es que el ex comandante en jefe del Ejército, Juan Emilio Cheyre, deje la directiva del Servel tras renunciar a la presidencia (a raíz del caso Lejderman). Para otros, lo relevante solamente consiste en llegar a la verdad y romper los pactos de silencio. Camilo Escalona, senador PS, llegó más allá tras pedir perdón por el clima de polarización que se vivió antes del golpe, lo que rechaza el ex presidente Ricardo Lagos.
Lo que no cambia es la expectación que sigue creciendo a medida que se aproxima el recordatorio más importante y emblemático de los últimos tiempos.
FUENTE: CAMBIO 21
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