Una cosecha cubana al sur del sur
CAMILO VILLA JUICA, ESPECIAL PARA GRANMA
RENAICO, Chile.— La humilde comuna de Renaico, ubicada a unos 550 km al sur de Santiago de Chile, es un lugar peculiar. Su alcalde, Juan Carlos Reinao, y muchos de los funcionarios municipales tienen un pasado en común: estudiaron sus carreras universitarias en Cuba. Por eso no es sorpresa que los actuales estudiantes chilenos en la Isla, aprovechando las vacaciones en su país, realizaran trabajos voluntarios en esta localidad, perteneciente a la Región de La Araucanía, la más pobre de Chile.
JÓVENES CHILENOS GRADUADOS DE MEDICINA EN CUBA OFRECIERON CONSULTAS GRATUITAS.
"La salud como parte de tu hogar" fue el lema con que se promocionó el evento, bautizado como Brigada de Estudiantes por la Salud (BES), realizado entre el 11 y el 18 de agosto, y viene a reafirmar el trabajo que se ha hecho en diversas localidades del país desde el 2004 por las distintas generaciones de universitarios chilenos en la Isla.
El alcalde cuenta cómo se gestó el proyecto: "Hice un viaje a Cuba en el mes de abril y tuve la oportunidad de reunirme con los muchachos que están allá. Se decidió hacer la BES en Renaico por la afinidad que existía conmigo así como con los actuales trabajadores de la municipalidad".
Casi medio año se necesitó para ejecutar la idea, que tuvo como misión promover la salud entre los poco más de diez mil habitantes de la zona. Los estudiantes de medicina, deporte y periodismo en la Isla, sumados a los médicos ya graduados y a jóvenes provenientes de algunas universidades chilenas, revolucionaron la localidad con cada una de las cinco comisiones que conformaron: de salud social, formación de promotores, deporte y cultura, política y comunicación, y medicina en terreno.
ALGUNOS MIEMBROS DE LA BRIGADA DE ESTUDIANTES POR LA SALUD.
En el país más austral del mundo la salud es un verdadero privilegio. En promedio, una consulta con un médico en el sistema privado cuesta 70 dólares, cifra que la vecina de Renaico, Ericka Muñoz, no puede pagar. Aprovechando la ocasión, decidió consultarse con los profesionales participantes de la BES. "Yo padezco de migraña, por eso vine a la consulta. Es muy bueno el trabajo que están haciendo acá, y uno no paga nada, estoy muy contenta," aseguró sonriente.
Al igual que Ericka, los niños de Renaico quedaban contentos cuando en sus escuelas irrumpían los títeres para enseñarles la manera correcta del cepillado de dientes. También los adolescentes disfrutaron de entretenidas actividades, en las cuales se les orientó sobre temas tan candentes para su edad como lo son la sexualidad, el alcoholismo y el tabaquismo entre otros. "Gracias por acordarse de nosotros", decían los habitantes del sector, que en su gran mayoría deben hacer malabares para llegar bien a fin de mes.
UNA FUNCIÓN DE TÍTERES EDUCATIVA CON LOS NIÑOS DE LA COMUNIDAD.
Para Alihuen Antileo, estudiante mapuche de medicina en la Isla, la principal fortaleza de esta BES es la forma en que se trabajó con la población: "la gente agradece la forma de atender más que la atención en sí misma, apelan muchísimo a la forma, al trato que tiene el trabajador de salud que viene desde Cuba. Eso es algo que a uno le reafirma el sentido humanitario que debe tener la medicina, pues no debe ser solamente ciencia y exactitud, sino que también debe ser un apoyo, una compañía, una voz, un oído".
Los vecinos de Renaico fueron testigos de cómo la salud puede ser un derecho y no un privilegio, y están agradecidos, por eso un grupo de jóvenes del sector decidió hacer un mural con la bandera mapuche, chilena y cubana. Mapuche porque muchos de los estudiantes en Cuba son de esta etnia originaria, chilena porque todos son chilenos, y cubana porque como declaró a Granma Alihuen Antileo: "De Cuba en esto hay todo, nos sentimos representantes de Cuba y todo lo que estamos haciendo, cada esfuerzo, se lo debemos a la Isla. Somos compañeros chilenos y mapuches orgullosamente formados en Cuba".
CAMILO VILLA JUICA, ESPECIAL PARA GRANMA
RENAICO, Chile.— La humilde comuna de Renaico, ubicada a unos 550 km al sur de Santiago de Chile, es un lugar peculiar. Su alcalde, Juan Carlos Reinao, y muchos de los funcionarios municipales tienen un pasado en común: estudiaron sus carreras universitarias en Cuba. Por eso no es sorpresa que los actuales estudiantes chilenos en la Isla, aprovechando las vacaciones en su país, realizaran trabajos voluntarios en esta localidad, perteneciente a la Región de La Araucanía, la más pobre de Chile.
JÓVENES CHILENOS GRADUADOS DE MEDICINA EN CUBA OFRECIERON CONSULTAS GRATUITAS.
"La salud como parte de tu hogar" fue el lema con que se promocionó el evento, bautizado como Brigada de Estudiantes por la Salud (BES), realizado entre el 11 y el 18 de agosto, y viene a reafirmar el trabajo que se ha hecho en diversas localidades del país desde el 2004 por las distintas generaciones de universitarios chilenos en la Isla.
El alcalde cuenta cómo se gestó el proyecto: "Hice un viaje a Cuba en el mes de abril y tuve la oportunidad de reunirme con los muchachos que están allá. Se decidió hacer la BES en Renaico por la afinidad que existía conmigo así como con los actuales trabajadores de la municipalidad".
Casi medio año se necesitó para ejecutar la idea, que tuvo como misión promover la salud entre los poco más de diez mil habitantes de la zona. Los estudiantes de medicina, deporte y periodismo en la Isla, sumados a los médicos ya graduados y a jóvenes provenientes de algunas universidades chilenas, revolucionaron la localidad con cada una de las cinco comisiones que conformaron: de salud social, formación de promotores, deporte y cultura, política y comunicación, y medicina en terreno.
ALGUNOS MIEMBROS DE LA BRIGADA DE ESTUDIANTES POR LA SALUD.
En el país más austral del mundo la salud es un verdadero privilegio. En promedio, una consulta con un médico en el sistema privado cuesta 70 dólares, cifra que la vecina de Renaico, Ericka Muñoz, no puede pagar. Aprovechando la ocasión, decidió consultarse con los profesionales participantes de la BES. "Yo padezco de migraña, por eso vine a la consulta. Es muy bueno el trabajo que están haciendo acá, y uno no paga nada, estoy muy contenta," aseguró sonriente.
Al igual que Ericka, los niños de Renaico quedaban contentos cuando en sus escuelas irrumpían los títeres para enseñarles la manera correcta del cepillado de dientes. También los adolescentes disfrutaron de entretenidas actividades, en las cuales se les orientó sobre temas tan candentes para su edad como lo son la sexualidad, el alcoholismo y el tabaquismo entre otros. "Gracias por acordarse de nosotros", decían los habitantes del sector, que en su gran mayoría deben hacer malabares para llegar bien a fin de mes.
UNA FUNCIÓN DE TÍTERES EDUCATIVA CON LOS NIÑOS DE LA COMUNIDAD.
Para Alihuen Antileo, estudiante mapuche de medicina en la Isla, la principal fortaleza de esta BES es la forma en que se trabajó con la población: "la gente agradece la forma de atender más que la atención en sí misma, apelan muchísimo a la forma, al trato que tiene el trabajador de salud que viene desde Cuba. Eso es algo que a uno le reafirma el sentido humanitario que debe tener la medicina, pues no debe ser solamente ciencia y exactitud, sino que también debe ser un apoyo, una compañía, una voz, un oído".
Los vecinos de Renaico fueron testigos de cómo la salud puede ser un derecho y no un privilegio, y están agradecidos, por eso un grupo de jóvenes del sector decidió hacer un mural con la bandera mapuche, chilena y cubana. Mapuche porque muchos de los estudiantes en Cuba son de esta etnia originaria, chilena porque todos son chilenos, y cubana porque como declaró a Granma Alihuen Antileo: "De Cuba en esto hay todo, nos sentimos representantes de Cuba y todo lo que estamos haciendo, cada esfuerzo, se lo debemos a la Isla. Somos compañeros chilenos y mapuches orgullosamente formados en Cuba".
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