Universidad del Mar: La gran estafa de la educación privada
Domingo, 07 de Abril de 2013 00:00
Arnaldo Pérez Guerra
El ministro de Educación, Harald Beyer, solicitó a la Comisión Nacional de Educación (CNED) el cierre paulatino de la Universidad del Mar (UDM). Esa situación no es un caso aislado. El lucro, ilegal por ley pero práctica habitual en la educación, ha generado gravísimas crisis. Hay al menos 11 instituciones investigadas tras el escándalo de las acreditaciones fraudulentas.
El
propio Beyer -que enfrenta una acusación constitucional- ha señalado
que “la Universidad del Mar estuvo 22 años sin ninguna investigación”.
Las primeras denuncias datan de 2004. Los estudiantes exigen al Mineduc
evitar el cierre, la renuncia de los controladores, refundar el proyecto
de la universidad, un gobierno triestamental y la estatización de la
UDM. Entretanto fue decretada la quiebra de la UDM pero esta medida fue
transitoriamente suspendida por el Primer Juzgado Civil de Viña del Mar.
La
olla se destapó cuando el ex rector, Raúl Urrutia, acusó que en vez de
pagar los sueldos y cotizaciones previsionales, los directivos se
repartieron 600 millones de pesos a través del pago a inmobiliarias que
arriendan sedes a la UDM. La Brigada de Delitos Económicos de la PDI
allanó la casa central en Reñaca, tras iniciarse una investigación por
los delitos de cohecho y negociación incompatible entre el ex presidente
de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), Luis Eugenio Díaz, y la
UDM. Díaz recibió millonarios pagos de “asesorías” cuando, en ejercicio
de su cargo, acreditó a la institución privada.
Hasta
diciembre, en la sede de Reñaca había 3.034 alumnos. Se compone de los
campus Recreo y Viña del Mar, que dictaban muchas carreras del área de
salud, decenas de ingenierías, periodismo, diseño, derecho,
administración pública, trabajo social y varias pedagogías.
Son 14 las sedes, de Arica a Punta Arenas, y una en Arequipa, Perú. Por cursos e-learning
dictaban posgrados en ocho países. Hasta diciembre, sin contar los
alumnos extranjeros, había 18.018 estudiantes. Raúl Soto, presidente de
la Federación de Estudiantes de la Universidad del Mar, dice: “En 2011
apoyamos las luchas nacionales estudiantiles, una educación pública
gratuita; también Patagonia sin represas. El actual movimiento nace en
reacción a los dichos de Urrutia, que desnuda la realidad de las
inmobiliarias en la UDM. Luego, el ministro Beyer dijo que la
universidad se va a cerrar. Ahí sale un movimiento fuerte, con huelgas
de hambre, tomas de sedes y reparticiones públicas, movilizaciones,
cortes de rutas, etc. Pero sólo reaccionamos, no era un movimiento que
estuviera preparado. La coyuntura nos despertó. Nuestro principal error
fue que pensamos que solucionando los problemas internos se solucionaba
el problema de la UDM. Nos juntamos con los controladores, y nuestro
principal objetivo era sacarlos de la junta directiva. Los sacamos, y
nos bajamos de la huelga de hambre y de las tomas, y al gobierno se le
puso entre ceja y ceja cerrar nuestra universidad”.
Según
los estudiantes y un grupo de académicos, el cierre de la UDM no es
solución. La UDM fue fundada en 1990. En la junta directiva figuran
Héctor Zúñiga Salinas, Mauricio Villaseñor Castro, Sergio Vera Muñoz,
Alejandro Leiva Godoy y Raúl Baeza Aspeé. La UDM otorgó un crédito
privado a estudiantes cuyas carreras, por no estar acreditadas, no
tenían acceso al Crédito con Aval del Estado (CAE), recurriendo a fondos
de la Universidad. La tasa de interés era definida por la misma
institución, que contrató a la empresa de cobranzas Servilogic, para
perseguir judicialmente a los deudores. En 2010, la UDM fue “acreditada”
por la CNA en forma fraudulenta, ubicándose entre las tres más grandes
universidades del país. Tras el escándalo, el ex rector Zúñiga fue
puesto a disposición de los tribunales.
“La
situación ahora es más crítica -dice Raúl Soto- porque nos estamos
enfrentando al enemigo que nunca debimos dejar de mirar. La estrategia
del Ministerio de Educación nace de los resultados de la investigación
que se realizó, cuando estábamos nosotros peleando con los dueños. Se
investigaron los procesos administrativos, financieros y académicos, y
eso se tradujo en un informe de la auditoría, que se le entregó a la
CNED, que fue usado para la solicitud de cierre. Luego salió a luz
pública que el 28 de febrero de 2015 la personalidad jurídica y el
reconocimiento del Estado de la UDM caducarán. En ese intertanto, se
produjeron acontecimientos importantes. Había muchas denuncias de los
estudiantes en el Sernac.
La
UDM está en crisis económica porque los dueños la llevaron a eso. El
gobierno mandó un interventor, que tenía que fiscalizar los ingresos y
egresos e informar de cualquier irregularidad. ¿Qué hizo Miguel Bejide,
el interventor? Dijo que quería los informes académicos y programas de
notas para ‘reubicarnos’. Ahí nosotros comenzamos a proponer que se
estatice la universidad. Al interventor no lo dejamos entrar, iniciamos
la toma, pusimos una queja disciplinaria y no pudo trabajar más acá.
Después
llegó Nuria Pedrals, quien dijo que iba a encabezar el proceso de
‘reubicación’. Tenía que vincular los convenios que estaba firmando el
Mineduc con la realidad de cada sede y proponer a los estudiantes
‘posibilidades’. Esto nos hizo preguntarnos: ¿cuál es el rol que está
cumpliendo el Mineduc? Repudiamos a Pedrals. Para nosotros la
reubicación no es solución, precariza más a los afectados y da la
espalda a los otros estamentos. ¿Qué va a pasar con los cinco mil
trabajadores, funcionarios, docentes y profesores de planta? Hasta ahora
no hay respuestas”, agrega.
LUCRO: ORIGEN DEL MAL
La
Universidad del Mar dejará de existir, con su cierre definitivo, en
febrero de 2015. A diciembre de 2011, de los gastos de arriendo de
inmuebles e infraestructura, 75% correspondía a pagos a empresas
formadas por los socios fundadores de la UDM. La CNED destaca la
inmobiliaria Doña Teresa Ltda., propiedad de Héctor Zúñiga y Raúl Baeza.
El mismo día que la inmobiliaria arrendó el edificio donde funcionaría
la sede de Iquique, lo subarrendó a la UDM por un monto mayor. Esa era
una de las 85 “empresas de papel” ligadas a los dueños de UDM. Otra
irregularidad detectada era la contratación y pagos sin justificación
que beneficiaron a los socios fundadores, perjudicando a la universidad.
Zúñiga, tras dejar el cargo de rector, recibió un finiquito por 141
millones de pesos y una pensión por 342 UF mensuales. Villaseñor,
contratado como vicepresidente ejecutivo, recibía un sueldo mensual de 6
millones más gastos de representación por 200 UF. Su cargo ni siquiera
existía en los estatutos de la UDM. Otro tanto ocurrió con las
irregularidades en las carreras del área de salud. Según el Mineduc y la
CNED la UDM “infringió la prohibición de lucro, incumplió normas
laborales y previsionales e incumplió los contratos de prestación de
servicios con los estudiantes, debido a la falta de recursos para la
docencia”. También se concluye que es posible que hayan incurrido en
ilícitos penales y tributarios.
“El
problema es el rol del mercado en la educación, y el afán de lucro. El
Estado no cumple su rol… Sacamos a Bejide, a Pedrals. Ojalá podamos
sacar también al ministro Harald Beyer. Ahora el objetivo es botar al
síndico de quiebras. Que no se pida ninguna quiebra más en nuestra
universidad. No es defender el negocio a los controladores; ellos deben
ir presos. El proyecto de los estudiantes es que la UDM continúe, pero
que sea pública, refundada y recuperada para los sectores más pobres de
la población. Falta ahora la voluntad de las autoridades. Estamos en un
modelo económico que ve la educación como un bien de consumo y a las
universidades como empresas”, agrega Raúl Soto.
Según
la CNED la Universidad del Mar “vulneró sus estatutos y abandonó su
proyecto universitario”. Durante la última década, la UDM creció gracias
a la “autonomía” y luego a la “acreditación”. Entre 1990 y 1995 no
logró tener más de 1.900 alumnos. En 2002 no tenía más de 3.900 alumnos,
era una pequeña universidad regional. Pero en 2007 tenía 22.388
matriculados. En 2004 abrió una sede en Quillota; dos años después, en
San Fernando; y en 2007 inauguró Reñaca, su casa central, con capacidad
para 1.500 alumnos. Luego abrió sedes en Arica, La Serena, Temuco y
Punta Arenas.
Según
el ex rector Urrutia, “los pagarés impagos que acumula la UDM superan
los 50 mil millones”. El fraude consiste en que los dueños y
controladores y sus 85 empresas ligadas estrujaron todo lo que podían,
apropiándose de miles de millones de pesos. Los estudiantes estafados
deberán pagar todo lo que deben si quieren que se les reconozcan los
años de estudio.
UNIVERSIDAD DE ALUMNOS POBRES
Los
estudiantes de la UDM exigen la “estatización”. Cuando iniciaron las
movilizaciones intentaron saber quiénes eran los 18.018 estudiantes para
“ponerle un rostro a las cifras”, dice Raúl Soto. Hicieron una
encuesta, que respondieron 4.500 estudiantes de manera parcial y 2.100
de manera completa. “Tenemos un 47% de estudiantes-trabajadores y muchos
se endeudan para financiar sus estudios. En algunas sedes, el 78% de
estudiantes son padres de familia o madres solteras. Casi un 50% estudia
en cursos vespertinos. Nos dimos cuenta que los tres quintiles más
pobres son los que estudian en la UDM.
Empezamos
a ahondar en qué queríamos como movimiento estudiantil, y cuando
teníamos los datos, empezamos a analizar cómo se desenvuelven en la vida
los estudiantes de la UDM. Nos dimos cuenta que es la misma gente a la
que le cuesta ser atendida en un consultorio porque les dan hora para
muchos meses después, que no tienen acceso a vivienda digna, que no
tienen un buen trabajo y ganan el salario mínimo… A ellos queremos
enfocarnos con nuestro proyecto. Por eso decimos que la UDM debe
estatizarse”, dice Raúl Soto.
La
Confech discutirá si apoya la estatización de la UDM. Se viene un nuevo
conflicto estudiantil, sobre todo de las universidades privadas que
están siendo investigadas. Según Raúl Soto, “cobra mucho más sentido
nuestra idea utópica de la estatización, y hace mucho más sentido
también que se atomice la responsabilidad de los privados, y el Estado
entregue las herramientas para que se puedan desarrollar los procesos
educativos en nuestro país. Hay que potenciar lo que se está levantando
en los colegios: el control comunitario y el control triestamental, para
sacar a los parásitos de la educación, que son las juntas directivas y
los controladores que se enriquecen y hacen usufructo del arancel y del
sacrificio personal de las familias de los estudiantes”, concluye.
ARNALDO PEREZ GUERRA
FUENTE: CLARIN
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