Cazarrecompensas: Pagar por capturar delincuentes o la última locura de los políticos de la derecha
Por Equipo Cambio 21
La idea es del senador Alberto Espina: incentivar con dinero a quienes denuncien a los delincuentes. Diputado Schilling retruca: de prosperar la idea, sería el espacio propicio para la formación de grupos paramilitares.
La idea es del senador Alberto Espina: incentivar con dinero a quienes denuncien a los delincuentes. Diputado Schilling retruca: de prosperar la idea, sería el espacio propicio para la formación de grupos paramilitares.
“Hay muchos países, entre ellos Estados
Unidos, Inglaterra y otros más, que contemplan la posibilidad de que los
particulares y el Estado ofrezcan recompensa en dinero a quienes puedan
aportar información verídica que permita la captura de delincuentes
peligrosos”, explica a Cambio21 el senador Alberto
Espina (RN) sobre su polémica propuesta de pagar por descubrir a los
delincuentes que hayan cometido algún atentado.
El representante RN por la Araucanía cuenta
que el origen de su propuesta se originó en las declaraciones de un
agricultor de la Araucanía, que ofreció un millón de pesos a quien
entregara antecedentes para atrapar a delincuentes que cometan delitos
en sus predios.
“Yo solidaricé y apoyé a este agricultor y
señalé que me parece correcto que el país se regule y legisle sobre el
ofrecimiento de dinero a quienes entreguen información para la
identificación o la captura de quienes son autores de delitos como
tráfico de drogas, violaciones, homicidios o asaltos, es decir, delitos
de alto reproche social”, argumenta Espina quien agrega, “simplemente,
se trata de incentivar la entrega de información verídica que permita
atrapar a los delincuentes peligrosos respecto de los cuales la policía
no tenga información”.
El senador expone que su propuesta nada tiene
que ver con el mundo mapuche o no mapuche, sino que se trata de buscar
todos los medios legítimos para que se entregue información que resulte
útil para detener a quienes cometen delitos. Añade que la información
debe ser previamente verificada por las autoridades que investiguen cada
caso y que se incorporen duras sanciones a quienes den pistas falsas.
El congresista aclara, eso sí, que “no he planteado que alguien le pague a personas por cubrir labor de la policía”.
¿Far West? ¿Paramilitares?
“No logro entender las críticas que se
formulan a esta iniciativa y menos a quienes acusan de que esto sería el
Far West”, dice Espina.
El senador se refiere a las críticas que ha recibido de parlamentarios opositores.
Uno de ellos, el diputado socialista Marcelo Schilling, conversó con Cambio21
y explicó que la idea de los cazarrecompensas sería el espacio propicio
para la formación de grupos paramilitares, además de ser un nuevo campo
empresarial que estaría al margen de la ley.
“Si él dice que es un demócrata, está
propiciando lo contrario y terminaríamos con grupos paramilitares, como
en Colombia”, dice Schilling.
También el werkén del Consejo de Todas las
Tierras, Aucán Huilcamán, critica la propuesta de Espina. "Lo que está
ocurriendo es que está intentando introducir la figura de los
paramilitares en la Región y con la política de recompensas vienen los
sicarios, es el proceso natural de este tipo de política en el Estado",
dice.
Una vieja batalla
Pero la vinculación de Espina con propuestas
para combatir el delito no es nueva. Su página web informa que en mayo
del 2000 creó la Oficina de Fiscalización Contra el Delito (FICED), de
la cual fue su Director Ejecutivo, y la que realizó actividades de
prevención del consumo de drogas, estudios en materia de seguridad
ciudadana y asesoraría a víctimas de delitos, entre ellos, el tráfico
de drogas, robos, homicidios, lesiones y abusos sexuales.
Y fue desde esa trinchera el principal
detractor y acusador de que los gobiernos de la Concertación no estaban
haciendo mucho para combatir los delitos. Incluso, en abril del año
2007 dijo que el entonces subsecretario del Interior,
Felipe Harboe "oculta que del total de medidas de la Alianza (34), no
hay ninguna puesta en práctica... No se ha hecho nada” y agregó que en
el tema de la delincuencia, "el gobierno esconde la cabeza como
avestruz".
Incluso a final de ese año dijo que el desafío para el 2008 era claro. “El
gobierno debe lograr disminuir la delincuencia a contar de mediados de
año para tener una fuerte caída en el número de delitos a fines de año”,
presentando la sugerencia como de fácil solución.
Parece que con los años Espina se ha ido
dando cuenta de que otra cosa es con guitarra. Ya el año pasado el
senador reconoció los escasos avances en materia de la lucha
antidelincuencia y señaló a la prensa, “obviamente hay un gran punto
débil en la lucha que hemos dado contra la delincuencia en el gobierno.
Esto se da porque, en primer lugar, la situación resultó bastante más
compleja de resolver, y en segundo lugar, porque las medidas que el
gobierno ha aplicado no dan resultado en el corto plazo”, agregó el
legislador.
Sin embargo, este año el parlamentario volvió a olvidar el reconocimiento realizado el año pasado y, al ser consultado por Cambio21,
sostuvo que “este gobierno ha logrado disminuir la delincuencia como
ningún otro lo ha hecho, dejando de ser víctima de delitos más de 220
mil familias”, dijo utilizando cifras de la última Encuesta Nacional
Urbana de Seguridad Ciudadana (ENUSC).
Eso sí, Espina es cauto y explica que
“afortunadamente la ENUSC arrojó buenos resultados, pero hay que
mirarlos con prudencia y ver qué pasa hacia adelante para que no sea
sólo un resultado temporal” y agrega, “esto requiere avanzar en
políticas de prevención, investigación y rehabilitación de los
delincuentes, pero quienes tienen que evaluar la seriedad de la
propuesta son la fiscalía y los tribunales”.
“El delito no baja”
Una fuente de la subsecretaría de Prevención
del delito explica que la baja en las infracciones que aparecen en la
ENUSC no tiene que ver con que realmente haya una disminución real en
los delitos, sino en que se hicieron cambios en 91 preguntas del
cuestionario.
Esta misma información fue denunciada hace unos meses por los parlamentarios del PPD Felipe Harboe y Jaime Quintana quienes precisaron
que en la pregunta sobre victimización – donde se consulta si el
encuestado o alguien de su familia ha sido víctima de delito – se le
aplican filtros que alterarían el resultado.
Desde Interior explican que hay un
desincentivo de las denuncias a través de incentivar las denuncias
anónimas a través del teléfono que no quedan registradas en la base
consolidada de la PDI y Carabineros. “Hay descenso en las denuncias pero
el delito no baja”, explican.
Según revelaron otras fuentes de la subsecretaría a Cambio21, el
análisis del senador Espina no es casual y tampoco el cambio en las
preguntas que se realizaron a la ENUSC, pues todo ello incide en los
datos finales del informe.
Otro tema importante, explican, está relacionado con los tiempos en los que se haya realizado la encuesta. “Si
se analizan las series trimestrales, en el primero y el último de cada
año aumentan los delitos, por tanto, la época de la realización de la
encuesta es importante.
“Estamos conscientes de que el trámite de ir a
denunciar es engorroso y no es un buen elemento, pero es la única
medida real para saber si los programas para prevenir los delitos dan
resultados”, explican los especialistas, que agregan que “nada puede
comprobar que las medidas de la subsecretaría han tenido el impacto
esperado e incluso, a la fecha, no hay ninguna evaluación seria de los
resultados de los programas Barrio en Paz Comercial y Barrio en Paz Residencial, implementados en esta administración”.
Especialistas en seguridad explicaron a Cambio21
que la propuesta del senador Espina de incentivar a los
cazarrecompensas y el programa de recibir denuncias a través de llamadas
anónimas vienen del mismo principio y dijeron que con ello lo único que
se obtendrá es una baja en las denuncias que no necesariamente
significará una disminución en los delitos. “El problema no es la
información, sino el procedimiento para garantizar y proteger a la
gente”, añaden.
En Interior están conscientes de que todos
estos programas, como el de los cazarrecompensas y las denuncias
anónimas, tendrán la resistencia de la Fiscalía Nacional que, comentan,
suele ser reacia a medidas nuevas que no se encuentran incorporadas en
el sistema procesal penal.
Las mismas fuentes comparten que estas
medidas son más bien de alto grado comunicacional y poca efectividad
real que suelen ser muy utilizadas en época de campaña electoral.
Al respecto, el diputado Marcelo Schilling
dijo que “espero que todos aprendamos y, como estamos en época de
campaña presidencial, debemos ser más prudentes para hacer promesas en
este ámbito”.
El diputado socialista agregó que “todo sigue igual que antes
de comenzar este gobierno y es de mínima inteligencia darse cuenta que
propuestas como la de los cazarrecompensas no es el camino. Hay que
pensar en una vía de mayor aliento para reducir la delincuencia”.
FUENTE: CAMBIO 21
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