Acusación apunta a quienes resulten responsables de actas falsas del Comité Especial de Licitación
CDE decide querellarse por falsificación de documentos en fallida licitación del litio
Publicado: 23.04.2013
A
cinco meses de que el gobierno se viera obligado a invalidar la
licitación de 100 mil toneladas de litio que se había adjudicado SQM, el
Consejo de Defensa del Estado (CDE) decidió hacerse parte de las
investigaciones que lleva el Ministerio Público por perjurio y fraude al
Fisco. La acusación del CDE apunta a quienes resulten responsables de
la falsificación de las actas del Comité Especial de Licitación (CEL),
un organismo que presidía el renunciado subsecretario de Minería, Pablo
Wagner. Allí fue donde se tomaron las decisiones que permitieron que la
empresa de Julio Ponce Lerou se adjudicara el concurso público a pesar
de haber presentado información falsa. También fue el CEL el que diseñó
el mecanismo para invalidar la licitación, un proceso que terminó con un
perjuicio al Fisco de US$ 4 millones, por la devolución de la boleta de
garantía a SQM.
Los derechos de
explotación que SQM se adjudicó el 25 de septiembre 2012 al obtener el
primer Contrato Especial de Operación del Litio (CEOL), y que la
convertirían en la titular de una cuota de 100 mil toneladas del mineral
por los siguientes 20 años, se esfumaron rápidamente.
Desde
que la empresa minera que controla el ex yerno de Augusto Pinochet,
Julio Ponce Lerou, ganó el concurso público con una oferta de US$ 40,1
millones ($19.301 millones), comenzó a develarse una serie de
inconsistencias e irregularidades que obligaron al gobierno a invalidar
toda la operación. El proceso acabó oficialmente el 22 de noviembre del año pasado y no sólo le costó el cargo a Pablo Wagner, el subsecretario de Minería que estuvo a cargo de la licitación, y a la jefa de la División Jurídica de esa misma cartera, Jimena Bronfman,
sino que también significó la apertura de una investigación judicial a
cargo de la Fiscalía Centro Norte por perjurio y fraude al Fisco en
contra de SQM y los dos ejecutivos que la representaron en la subasta
pública: Ricardo Ramos y Patricio de Solminihac, este último hermano del ministro de Minería, Hernán de Solminihac.
Entre las inconsistencias del proceso que CIPER reveló en detalle en noviembre de 2012,
se encuentran las dos declaraciones juradas que SQM presentó para
acreditar el cumplimiento de todos los requisitos establecidos en las
bases de la licitación. Ambos documentos, que llevan la firma de Ramos y
de De Solminihac, resultaron clave para que el concurso público se
viniera abajo. El motivo: SQM habría entregado información falsa para
poder participar en el proceso licitatorio. Y no sólo eso, sino que
además habría cambiado el documento por otro en un procedimiento
completamente fuera de las normas.
Si a pesar de las irregularidades, el proceso continuó y SQM terminó
adjudicándose la primera licitación del litio organizada por el
gobierno, fue porque nunca se realizó la sesión que debía efectuar el
Comité Especial de Licitación (CEL) para certificar la veracidad de las
declaraciones de las tres empresas que se presentaron al concurso
público –SQM, SLM NX Uno de Peine y Posco Consortium–, como lo estipulaban las bases.
Aún así, el CEL –un organismo que dirigía Wagner en su calidad de
subsecretario y en el que participaban otros dos funcionarios del
Ministerio de Minería (entre ellos Bronfman), uno de Cochilco y otro de
Sernageomin–, emitió el 12 de septiembre de 2012 un oficio donde aseguraba que los antecedentes presentados por las tres mineras para competir por el CEOL eran acordes a lo exigido en las bases de la licitación. El documento sólo lleva la firma de dos de los cinco miembros del CEL.
Al mes siguiente, cuando se acreditó el incumplimiento por parte de
SQM a las normas de la subasta, el organismo encargado de velar por el
correcto cumplimiento de las normas de la licitación sesionó nuevamente,
abriendo un nuevo flanco. Las actas de esas sesiones, si bien indican
que contaron con la presencia de todos los miembros del CEL, no cuentan
con todas sus firmas. Y de hecho, la sesión del 1 de octubre, acabó con
dos documentos oficiales diferentes entre sí y con firmas distintas. Un
hecho grave si se considera que fue precisamente en esa reunión donde se
decidió invalidar el concurso público y que dicho acto requería por
reglamento la firma de todos sus miembros.
Todo lo anterior se tradujo en que el proceso volvía a fojas cero, ya
que se había anulado la adjudicación a SQM y la aceptación de las demás
ofertas. Pero lo más grave fue que, en vez de cobrarla, la
boleta de garantía por US$ 4.000.000 (unos $1.900 millones) que debió
presentar SQM al momento de la adjudicación para garantizar la seriedad
de su oferta, le fue devuelta.
Precisamente por eso es que el Consejo de Defensa del Estado
(CDE) decidió presentar una querella –que aún no se ha materializado–
contra quienes resulten responsables de la falsificación de las actas
del CEL. De esta manera, el CDE pasaría a ser parte activa de la
investigación que lleva adelante el Ministerio Público.
DOS DECLARACIONES JURADAS
De acuerdo a las bases del concurso, las empresas interesadas debían
entregar una declaración jurada y protocolizada donde indicaran si
cumplían los cinco requisitos mínimos para participar como oferente:
a) no tener prohibición para contratar con el Estado; b) no estar
inhabilitado por sentencia judicial para ello; c) no tener litigios
pendientes con el Estado; d) no estar en quiebra o liquidación ordenada
por la autoridad competente, y e) haber entregado información fidedigna
en sus Requisitos Administrativos y Oferta Económica.
La primera de las declaraciones juradas de SQM fue entregada al
Comité Especial de Licitación (CEL) el 12 de septiembre de 2012. En
ella, la empresa minera que ya antes de la licitación dominaba el
mercado mundial de litio, habría falseado información al señalar que no tenía litigios pendientes con el Estado,
uno de los cinco requisitos para competir. El dato pronto fue
desmentido al comprobarse que SQM, al momento de presentar el documento,
mantenía al menos 20 juicios abiertos con el Fisco, la Tesorería, la
Dirección General de aguas y la Seremi de Salud lo que según el
reglamento del concurso público la habría imposibilitado de participar.
Lo extraño es que luego SQM presentó una segunda declaración jurada,
donde en vez de negar la existencia de esos procesos judiciales,
simplemente omitió la información.
CIPER tuvo acceso al segundo de esos documentos,
donde los dos ejecutivos (Ramos y De Solminihac) incluyen una respuesta
a cada uno de los puntos indicados en las bases de la licitación. Todo
estaría en regla, de no ser porque en los puntos c) y d), las preguntas
referidas a si la empresa estaba en proceso de quiebra y a la existencia
de litigios pendientes con el Estado, los ejecutivos registraron la
misma respuesta:
“(SQM) No está en estado de quiebra o liquidación ordenada por la
autoridad competente, ni afecta a procesos de quiebra, insolvencia o
convenios judiciales o extrajudiciales con acreedores”.
Sobre la existencia o no de procesos judiciales abiertos con el
Estado, ni una sola palabra. Lo que la fiscalía ha estado investigando
no sólo tiene que ver con la omisión de la información, sino que también
con la sustitución de los documentos. La modificación de los datos
entregados inicialmente al CEL no estaba contemplada como una
posibilidad en el proceso. Por lo tanto, si la primera declaración fue
sustituida, eso ya constituye una ilegalidad. Un hecho que sería aún más
grave es que SQM podría haber destruido la declaración original, que es
una de las aristas que ha investigado la fiscalía.
En octubre pasado SLM NX Uno de Peine, una de las tres empresas que
participaron en la licitación (además de SQM y Posco Consortium),
presentó una querella por perjurio en contra de Ramos y De Solminihac
por haber entregado información falsa que le permitió a SQM obtener el
millonario contrato. Desde entonces el Ministerio Público ha estado
investigando los hechos que podrían constituir también el delito de
fraude al Fisco por parte de la empresa de Ponce Lerou.
CONSEJERA INHABILITADA
El
CDE evaluó los antecedentes y decidió redactar una querella contra
quienes resulten responsables por la falsificación de las actas del CEL
que no sólo permitieron que SQM participara en la licitación en base a
información falsa, sino que además incurrieron en varios errores
formales que significaron una pérdida al Fisco por la devolución de la
boleta de garantía. Aunque uno de sus miembros optó por no participar en
la discusión.
El voto de Clara Szczaranski era el que generaba mayores dudas, ya
que desde septiembre de 2012 que es socia del estudio de abogados de
Darío Calderón (Calderón & Cía. Abogados), que representa a SQM en
varios procesos judiciales. Ante la posibilidad de incurrir en conflicto
de intereses, Szczaranski decidió inhabilitarse.
FÉ DE ÉRRATAS
En la versión original de este artículo, se hacía mención a que la
decisión del CDE de querellarse apuntaba a los responsables de la
información falsa entregada por SQM al Comité Especial de Licitación
(CEL). Lo cierto es que la querella -que aún está en etapa de redacción-
persigue las responsabilidades de las personas involucradas en la
posible falsificación de las actas de ese organismo. Lamentamos
profundamente el error. Este artículo fue modificado el miércoles 24 de
abril de 2013 a las 13:15 horas.
FUENTE: CIPERCHILE
FUENTE: CIPERCHILE
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