Las millonarias irregularidades que denunció Contralora de importante entidad del ministerio de Agricultura que fue despedida por hacer su trabajo
Por María Elba Troncoso
Se confirma intento de desmantelar la única institución dedicada a la investigación de alimentos, el INIA. Tratan de beneficiar a ejecutivos de la nueva administración y pagan millonarias asesorías. Sólo un estudio jurídico ligado al diputado UDI José Antonio Kast, cobró asesorías por 139 millones de pesos
Se confirma intento de desmantelar la única institución dedicada a la investigación de alimentos, el INIA. Tratan de beneficiar a ejecutivos de la nueva administración y pagan millonarias asesorías. Sólo un estudio jurídico ligado al diputado UDI José Antonio Kast, cobró asesorías por 139 millones de pesos
Tres
años de irregularidades han hecho estragos en el Instituto de
Investigaciones Agropecuarias, INIA, corporación de derecho privado, sin
fines de lucro, dependiente del Ministerio de Agricultura, que maneja
un presupuesto anual aproximado de 12 mil millones de pesos.
Bajo la gestión de Guillermo Donoso al inicio del gobierno de
Sebastián Piñera y luego de Pedro Bustos, han aplicado una política
sistemática de despidos y debilitamiento de sus investigaciones, con el
claro objetivo de beneficiar a privados y de paso poniendo en riesgo la
alimentación de los chilenos.
Los antecedentes
Las irregularidades en el INIA no son nuevas, comenzaron bajo la
dirección de Guillermo Donoso Harris, quien debió renunciar en abril de
2011, tras enfrentar una querella criminal por fraude al Fisco y un mes
antes que la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados, emitiera
un informe sobre irregularidades y posibles hechos de corrupción, entre
estos aumentos de sueldos, despidos injustificados y realizar acciones
para favorecer a competidos privados, que fue aprobado por unanimidad en
la sala.
Entre las conclusiones de la investigación destaca un serio debilitamiento de sus objetivos y financiamiento, irregularidades en el despido de 74 trabajadores, abusos laborales reiterados, aumento arbitrario de asignaciones a funcionarios de confianza, desvío de recursos para fines no autorizados, violación normas de entrega de información confidencial y falta de planificación de la gestión.
La política de Donoso era "externalizar" una parte de los servicios
que prestan los funcionarios, lo que a juicio de los afectados, fue el
inicio de la política de "desmantelamiento del INIA que se prolonga y
profundiza hasta hoy.
El despido de los 74 trabajadores, entre ellos 12 investigadores con grado Master y 14 con doctorados en el extranjero, afectó el desarrollo de proyectos asignados con financiamiento del Conicyt, Innova y de la Fundación para Innovación Agraria. Además la institución debió pagar indemnizaciones por más de dos mil millones de pesos.
Los parlamentarios recomendaron nombrar como director nacional a una persona idónea, reincorporar a os profesionales y funcionarios despedidos y solicitar que la Contraloría investigue faltas a la probidad.
El informe que elaboró posteriormente el máximo organismo
fiscalizador confirmó las irregularidades al constar un "desorden
contable en la administración" y "la utilización de los recursos de la
transferencia en objetivos distintos a los establecidos en el convenio"
entre la Subsecretaria y el instituto, entre otras cosas.
La Contraloría interna
Tras la salida de Donoso, el entonces director interino del
organismo, Robinson Vargas solicitó un informe a la contralora interna
de la entidad, Olga Avendaño, cuyos resultados marcaron el principio del
fin de sus 25 años de experiencia en la institución.
En conversación con Cambio21 la profesional
recordó que su investigación confirmó las escandalosas irregularidades,
entre estas que la Dirección Nacional creó 12 nuevos cargos, sin
acuerdo de Consejo del INIA y no incorporados en el Manual de
Organización Institucional.
A los funcionarios de confianza de la nueva administración se les
otorgaron asignaciones de cargo desajustadas a la escala de sueldos y al
déficit existente. El gasto mensual en salarios y dotación de personal,
pese al despido de 74 funcionarios, aumentó en más de $ 76.000.000, en
un corto período. Sólo las asignaciones de cargo implicaron un gasto
mensual de más de $ 7.000.000 y los bonos (que antes no existían) a casi
$ 19.000.000, en beneficio de 14 personas.
También concluyó graves irregularidades en el proceso de
externalización de los servicios, con millonarias pérdidas económicas, a
raíz de una "inadecuada gestión de los contratos".
Se contrataron 26 nuevas asesorías externas, por montos que llegaron
en un año a 335 millones de pesos. Sólo el estudio jurídico Kast,
Pinochet y de la Cuadra, en pocos meses percibió más de 139 millones,
donde además se detectó conflictos de intereses del Subdirector de
Administración y Finanzas, Rodrigo Quiroga.
Se constató que "en general en las asesorías hay falta de
correspondencia entre los resultados con los objetivos perseguidos y el
costo pagado, y una falta de oportunidad dada la restricción
presupuestaria, en varios casos los honorarios excedieron a los de
mercado y se registraron cobros duplicados en las asesorías legales".
De este modo se registró un dramático aumento del endeudamiento. "un
año antes no había obligaciones bancarias de relevancia, y en julio de
2011 éstas ascendían a 2 mil 555 millones de pesos".
Finalmente concluye que "en la práctica no se acogieron, por la nueva
Dirección Nacional, casi ninguna de las recomendaciones de la Comisión
de Agricultura de la Cámara de Diputados, ni de la Contraloría Interna
del INIA".
El nuevo informe que sepultó a Avendaño
Por instrucciones del Consejo de Auditoría Interna General de
Gobierno y del Ministerio de Agricultura, Olga Avendaño realizó un nuevo
informe, que también sacó a la luz lapidarias conclusiones.
La "Auditoría sobre compras de bienes y servicios", de fecha 9 de
octubre de 2012, detectó una serie de irregularidades en la adjudicación
de un contrato de apoyo tecnológico del área de finanzas y
contabilidad, adjudicado a ASICOM, cuyo contrato no está firmado y no
tiene fecha.
El informe constató que no se entregaron especificaciones a las tres
empresas que participaron en el proceso, no se les pidió cotizaciones
por escrito, las ofertas fueron hechas en meses con objetivos y plazos
distintos, razón por la cual ASICOM resultó la de menor costo.
Además se detectó la compra directa de siete camionetas por un monto
cercano a los 100 millones de pesos, sin llamar a licitación como lo
exigen las normas.
La contralora interna recordó que un nuevo informe sobre control
interno de noviembre de 2012, hizo una serie de nuevas observaciones,
pero el Director Nacional no lo firmó ni envió al Consejo en la fecha
exigida. Posteriormente y cuando estaba un curso un nuevo informe la
despidieron. "me negaron los datos solicitados para este estudio, lo que
puede ser la ocasión del despido para evitar que se ejecutara".
El desmantelamiento
Existe coincidencia en que el desmantelamiento del INIA sería el
objetivo de esta política de despidos, externalización de servicios y
restricción de la gestión, mientras que los beneficiados serían por una
parte los nuevos funcionarios que se han inflado los suelos y por otro
el sector privado, que pretende hacerse del mercado de las semillas.
De este modo los perjudicados por estas irregularidades serían 17
millones de chilenos, que podrían ver hipotecada para siempre su
alimentación. Las semillas de los productos alimenticios de primera
necesidad como papas, arroz y legumbres son producidas por el INIA, que
traspasa la tecnología de manera gratuita a pequeños y medianos
agricultores, por lo que los precios de estos productos quedarían
cautivos de los privados propietarios de las semillas y las tecnologías.
Uno de los 74 despedidos por la gestión de Donoso, fue el jefe del
área de insumos tecnológicos, Belfor Portilla Rodríguez, quien en
conversación con Cambio21 consideró que este tema debería ser de especial preocupación en el país, pero lamentablemente se ha tratado de desvirtuar.
"La gente debiera movilizarse porque más del 60% del pan que comen
los chilenos se genera dentro del INIA, la única variedad de arroz grano
largo, las papas más consumidas y el abanico de productos elementales
para la mesa de los chilenos han sido históricamente generada dentro del
instituto, pero este trabaja con científicos puertas adentro que no
hacen propaganda, pero la gente no sabe la importancia de esta labor".
Consideró que la actual administración "no entiende lo que es la
investigación, porque son empresarios que vienen de otros sectores y
miran todo desde la óptica de negocios y no tienen la menor idea de lo
que es el concepto de innovación tecnológica y trabajar a largo plazo
con una política de Estado".
Recordó que "la gestión de Donoso pretendía entregar el negocio de las semillas del INIA sin licitación a una empresa de la competencia, pero eso fue detenido por un informe de la que constato que esto era nefasto".
Nuevos despidos
Hace unos días, una veintena de trabajadores de la Estación Experimental INIA Quilamapu, fueron despedidos en la octava región. La Razón el cierre de la lechería producto de la baja en la producción del producto.
El presidente del Sindicato, Alfonso Valenzuela, recordó que durante la gestión de Donoso había graves antecedentes de que quería privatizar los laboratorios y externalizar los servicios y que la nueva administración prometió que no se producirían más despidos.
Señaló que en su zona no sólo se han producido estos despidos, se
están entregando menos recursos lo que se traduce en que hay un "30 por
ciento menos de investigadores y el 20 por ciento de ellos son a
honorarios, lo que es una ilegalidad. La investigación del INIA no puede
deprender de trabajadores en condiciones precarias".
Cabe destacar que esta es la segunda lechería que se cierra en la
zona desde el 2010. De acuerdo a lo señalado por Belfor Portilla esto
demuestra que se está operando con "un enfoque equivocado, porque las
lecherías son unidades de investigación para generar conocimiento, no
son para ganar plata con el producto leche, es un subproducto de la
investigación, el propósito de una entidad de investigación que tiene
unidades lecheras, es generar conocimiento y no ganar plata. No se
entiende el concepto de investigación".
Los conflictos de intereses
Las asesorías jurídicas del estudio Kast, Pinochet, De la Cuadra y
Compañía, creado en 1989 por Francisco Pinochet Cantwell y el diputado
UDI José Antonio Kast, son el más claro ejemplo de las irregularidades
al interior del INIA.
Las faltas detectadas por los informes antes descritos se ven
agravadas con la permanencia del jefe de Administración y Finanzas,
Rodrigo Quiroga Arrau, quien fue gerente de la firma jurídica hasta el
2010, mismo año en que se concreta el primer contrato entre ambas
partes.
A juicio del abogado Mauricio Daza, representante de Olga Avendaño,
"las irregularidades no terminaron porque se mantiene el jefe
administrativo", quien inmediatamente después de dejar el estudio "sin
previa licitación y con cargo de fondos públicos, lo contrató por una
suma de 139 millones de pesos para defender al INIA en un conjunto de
juicios y ninguno tuvo éxito".
Agregó que "la incompatibilidad es clara y se agrava con la
información de que el estudio está vinculado al diputado Kast y la
derecha y por lo tanto directamente a la actual administración".
Al respecto, el ex director del INIA Leopoldo Sánchez, calificó el
pago de 139 millones de pesos por los juicios de los despidos "como una
brutalidad, porque son montos estratosféricos para la realidad de una
institución como el INIA" y recordó que durante su gestión el antiguo
abogado que ejercía esas funciones, Pedro Irureta, cobraba menos de $300
mil por juicio.
Además, otro conflicto de interés de Rodrigo Quiroga fue la contratación de ASICOM ya que su representante, Rainer Stehr, era su amigo y compañero de curso de universidad.
Cambio21 trató de contactar al Diputado Kast, pero no se encontraba disponible por estar en sesión parlamentaria, según informaron en su oficina.
La respuesta
Conocidas las denuncias, el director Pedro Bustos, respondió a La
Segunda que por ser una institución de derecho privado el INIA puede
hacer lo que quiera. Consultado por Cambio21,
respondió a través de un comunicado, que entre otras cosas señala que
mientras la causa está en tribunales no se referirán al tema. Además
fuentes de Cambio21 informaron que en la última sesión de consejo se
acordó no entregar mayores declaraciones al respecto.
Al respecto, Olga Avendaño señaló que la autoridad está tratando de
minimizar el tema, al circunscribirlo a su demanda laboral, obviando las
denuncias de fondo. "Las denuncias no son para nada pequeñas, puesto
que implican una enorme cuantía de recursos fiscales administrados
arbitraria y discrecionalmente y en beneficio de sus personas de
confianza o vinculadas a las nuevas autoridades. Además se han vulnerado
sistemáticamente las normas y procedimientos internos para favorecer en
consultorías y asesorías a su entorno político y social".
El abogado Daza consideró que las declaraciones de Bustos "van en
contra de dictámenes de la Contraloría durante décadas, por lo tanto no
solamente estamos frente a una situación irresponsable, sino
derechamente actuaciones fraudulentas que van en contra de su objetivo
de garantizar alimentos de calidad".
Al respecto el ex director del INIA Leopoldo Sánchez, afirmó que "se
están saltando normas básicas de la administración pública" y consideró
"vergonzosos y irresponsables" los dichos de Bustos respecto a que puede
hacer lo que quiera, lo que dijo que "a todas luces es falso".
Cabe destacar que siendo el INIA jurídicamente una corporación de
derecho privado, cumple funciones públicas. Más del 90 por ciento de su
presupuesto es fiscal, alrededor del 50% proviene de la Ley Anual de
Presupuesto de la Nación y el resto de fondos públicos concursables para
proyectos de investigación y transferencia de tecnología, como los
recursos de CONICYT, FONDECYT, FIA, Gobiernos Regionales, etcétera y
sólo una parte proviene de la venta de productos derivados de sus
investigaciones.
Los beneficiados Von Baer, Monsanto
Dentro de las funciones del INIA está la producción de semillas y en
la práctica regula el precio de las semillas, donde los principales
competidores privados son semillas Von Baer, propiedad del padre de la
ex ministra Ena Von Baer y ANASAC, que está en manos de la multinacional
Monsanto.
De este modo el desmantelamiento del INIA abriría las puertas a que
estas grandes controlen totalmente el mercado de las semillas, pues
cuentan con los recursos para desarrollar el perfeccionamiento y nuevas
investigaciones y los pequeños agricultores quedarían sin acceso a estas
nuevas tecnologías, que actualmente les son traspasados gratuitamente
por el instituto.
"Hacer desaparecer el INIA va en directo beneficio de estos dos
grupos económicos ya que en definitiva se formaría un duopolio que en la
práctica permitiría fijar por parte de estos capitales privados cual es
el precio de los alimentos en chile, afectando gravemente el interés
público", señaló al respecto el abogado Daza.
FUENTE: CAMBIO 21
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