La ley del insulto a Carabineros y la Ley Hinzpeter: Con estos proyectos, ¿quién podrá defendernos?
Por Javier Insulza M.
“Detrás de esto hay una nostalgia de la detención por sospecha, que es el mejor de los mundos desde el punto de vista de una acción policial poco rigurosa y contraria a las garantías constitucionales”, explica el diputado Jorge Burgos.
“Detrás de esto hay una nostalgia de la detención por sospecha, que es el mejor de los mundos desde el punto de vista de una acción policial poco rigurosa y contraria a las garantías constitucionales”, explica el diputado Jorge Burgos.
"Un
proyecto de ley para fortalecer el respeto de vida que requiere
Carabineros". Ese es el espíritu que el ministro del Interior, Andrés
Chadwick, espera que tenga la iniciativa legal que próximamente
presentará el gobierno ante el Congreso y que busca sancionar a quienes
insulten a funcionarios policiales en servicio.
"Vamos a presentar un proyecto de ley que sancione estas conductas", dijo Chadwick y agregó: "usted no puede insultar, usted no puede escupir, usted no puede intentar pegarle una patada, usted no puede denigrar a un carabinero en el ejercicio de sus funciones. Eso va a ser sancionado".
Ese texto, detalló la autoridad, irá acompañado además con un incremento en las penas que arriesgan quienes cometen el delito de maltrato de obra, homicidio o lesiones en contra de un policía.
Consultado si ha hablado del tema con la Concertación para lograr apoyo en la tramitación legislativa, el ministro del Interior señaló que "el Presidente me lo ha pedido, y espero tener dentro de unos 15 o 20 días más el proyecto, ya con una elaboración que me permita conversar con los distintos sectores".
Esta legislación pretende ser un "complemento" de la llamada ley Hinzpeter, la que hace unos días fue defendida por el primer mandatario, quien dijo que la propuesta "no pretende restringir las libertades", sino que "apunta a ser más eficaces en la lucha contra los encapuchados, que en forma cobarde se aprovechan de la libertad de manifestación que pertenece a todos los chilenos para cometer delitos".
Sin embargo, ambos proyectos parecen llegar en un mal momento. Hace unos días, Carabineros de Chile pasó por dos hechos polémicos en los que, de haber estado vigentes, habrían causado estragos y dudas, especialmente por su implementación y por el criterio utilizado en su aplicación.
Uno, que seguramente seguirá repitiéndose durante todo este año, fue la primera marcha estudiantil que, como ya es costumbre, terminó con incidentes y con representantes del movimiento estudiantil alegando provocaciones por parte de Carabineros, lo que pone un manto de duda sobre la efectividad de la ley.
El segundo caso fue registrado por las cámaras de un canal y fue la detención de una estudiante mechona mientras se encontraba recolectando dinero para poder recuperar sus pertenencias. El hecho generó indignación entre los transeúntes, que no entendieron la reacción del policía que alegó estar "sólo haciendo un control de identidad", algo bastante irrisorio si se conoce en qué consisten las dinámicas estudiantiles con las que se da la "bienvenida" a quienes recién entran a la universidad.
Reacciones a la "Ley del Insulto"
Lo cierto es que la tramitación en el Congreso no se ve muy fácil de llevar adelante.
La llamada Ley Hinzpeter, aunque goza de suma urgencia, tiene fuertes detractores en el Parlamento, lo que hace presumir poco éxito en su aprobación. Entonces, ¿qué pasará con este nuevo proyecto de ley para quienes insultan y agreden a policías en servicio?
"Hoy el Código de la Justicia Militar establece sanciones para las agresiones a carabineros. El Código Penal también establece algún tipo de sanción. Me tocó cuando era subsecretario de Carabineros aumentar las penas por las agresiones y la verdad es que hoy hay varios tipos penales establecidos", dice el diputado Felipe Harboe, quien anticipa su rechazo a una propuesta de este tipo.
Su colega democratacristiano y también ex subsecretario de Carabineros, Jorge Burgos, va un poco más allá y explica a Cambio21 que, en su parecer, a Carabineros de Chile le ha costado habituarse a actuar en un ambiente de libertades ciudadanas.
"Hay siempre una reivindicación de otros tiempos que ellos consideran, a mi juicio equivocadamente, mejores a la hora del actuar policial", explica el parlamentario, quien prosigue con su análisis diciendo que "detrás de esto hay una nostalgia de la detención por sospecha, que es el mejor de los mundos desde el punto de vista de una acción policial poco rigurosa y contraria a las garantías constitucionales".
El diputado concluye diciendo que "existen normas que inhiben a una persona a insultar e injuriar a otros y esas normas hay que aplicarlas, pero no creo que sea clara la necesidad de modificarlas".
Ex directores de Carabineros opinan
Consultado por Cambio21, Alberto Cienfuegos, ex director general de Carabineros, admite no estar en conocimiento del proyecto de ley. Sin embargo, igual da su opinión a priori diciendo que "me parece bien que se norme esta conducta, pero con algunos resguardos para que no se transforme en abuso por parte de la policía, por lo que debe haber medios de prueba y certezas de que no hubo provocación previa por parte del carabinero", dice el uniformado en retiro, quien reconoce que en ocasiones sí puede darse esa situación.
Por su parte, el también ex director general de la policía uniformada Fernando Cordero, al ser contactado por Cambio21, asegura que "es una de las leyes que le hacen falta al país. Si usted a un policía en Estados Unidos le levanta la voz se va detenido. Aquí se agrede a las fuerzas de orden impunemente y creo que a los carabineros no se les puede insultar, porque representan a las personas. Se deben cumplir las instrucciones de carabineros a la primera, como en países cultos".
El ex uniformado agrega que en naciones desarrolladas "la ausencia de injurias a la policía es una constante y está bien resguardada, pero no se trata de copiar modelos extranjeros al pie de la letra, porque en Chile tenemos nuestra propia realidad cultural y Carabineros pertenece a esta sociedad. Es en ese contexto en el que se deben establecer normas de convivencia y legales".
¿Y el criterio?
Lo cierto es que, normas más o normas menos, el actuar de Carabineros al detener a una mechona que pedía dinero para recuperar sus pertenecías fue ampliamente condenado por la sociedad, y así lo reconoce Alberto Cienfuegos, quien sale al paso diciendo que "si la prepotencia fuera el actuar cotidiano de Carabineros, no sería llamativo".
"La sola connotación pública y mediática que tuvo, incluso en twitter, y la amplia difusión, me llevó a la conclusión de que estamos en presencia de un hecho que los medios de comunicación no consideran que es el actuar común de Carabineros, que es una institución bien evaluada, por lo que este es un caso extraño", recalca.
El ex director de la policía uniformada cuenta que siguió el caso en las noticias, pudo observar en el mismo instante la reacción de la gente en las redes sociales y desde esa posición da su punto de vista: "Hubo un exceso de celo profesional por parte del carabinero, que pudo haber realizado una mediación entre la estudiante y la señora que la acusó, como muchas veces hace Carabineros, porque la acción de la estudiante no constituía delito", explica.
Cienfuegos prosigue diciendo que, "a mi juicio, la ley tiene que aplicarse por parte de la policía con flexibilidad cuando no hay terceras personas afectadas o perjudicadas, pero si hay un tercero denunciando Carabineros debe llegar hasta las últimas consecuencias. En este caso, con mayor razón, estamos hablando de un exceso de celo profesional y extralimitación de atribuciones por parte de Carabineros".
Pero ello no hace que Cienfuegos deje de defender a la institución que dirigió por cuatro años, entre 2001 y 2005.
"Carabineros, como política desde 1990, ha hecho un trabajo en el que se ha normalizado su rol histórico en un Estado de derecho pleno, en el que se empeña en tener buenos índices de credibilidad", dice el también candidato a diputado en 2009, quien cierra explicando que "la idea es integrar a la institución con la comunidad, porque deben solucionar en conjunto los problemas y no aisladamente".
FUENTE: CAMBIO 21
"Vamos a presentar un proyecto de ley que sancione estas conductas", dijo Chadwick y agregó: "usted no puede insultar, usted no puede escupir, usted no puede intentar pegarle una patada, usted no puede denigrar a un carabinero en el ejercicio de sus funciones. Eso va a ser sancionado".
Ese texto, detalló la autoridad, irá acompañado además con un incremento en las penas que arriesgan quienes cometen el delito de maltrato de obra, homicidio o lesiones en contra de un policía.
Consultado si ha hablado del tema con la Concertación para lograr apoyo en la tramitación legislativa, el ministro del Interior señaló que "el Presidente me lo ha pedido, y espero tener dentro de unos 15 o 20 días más el proyecto, ya con una elaboración que me permita conversar con los distintos sectores".
Esta legislación pretende ser un "complemento" de la llamada ley Hinzpeter, la que hace unos días fue defendida por el primer mandatario, quien dijo que la propuesta "no pretende restringir las libertades", sino que "apunta a ser más eficaces en la lucha contra los encapuchados, que en forma cobarde se aprovechan de la libertad de manifestación que pertenece a todos los chilenos para cometer delitos".
Sin embargo, ambos proyectos parecen llegar en un mal momento. Hace unos días, Carabineros de Chile pasó por dos hechos polémicos en los que, de haber estado vigentes, habrían causado estragos y dudas, especialmente por su implementación y por el criterio utilizado en su aplicación.
Uno, que seguramente seguirá repitiéndose durante todo este año, fue la primera marcha estudiantil que, como ya es costumbre, terminó con incidentes y con representantes del movimiento estudiantil alegando provocaciones por parte de Carabineros, lo que pone un manto de duda sobre la efectividad de la ley.
El segundo caso fue registrado por las cámaras de un canal y fue la detención de una estudiante mechona mientras se encontraba recolectando dinero para poder recuperar sus pertenencias. El hecho generó indignación entre los transeúntes, que no entendieron la reacción del policía que alegó estar "sólo haciendo un control de identidad", algo bastante irrisorio si se conoce en qué consisten las dinámicas estudiantiles con las que se da la "bienvenida" a quienes recién entran a la universidad.
Reacciones a la "Ley del Insulto"
Lo cierto es que la tramitación en el Congreso no se ve muy fácil de llevar adelante.
La llamada Ley Hinzpeter, aunque goza de suma urgencia, tiene fuertes detractores en el Parlamento, lo que hace presumir poco éxito en su aprobación. Entonces, ¿qué pasará con este nuevo proyecto de ley para quienes insultan y agreden a policías en servicio?
"Hoy el Código de la Justicia Militar establece sanciones para las agresiones a carabineros. El Código Penal también establece algún tipo de sanción. Me tocó cuando era subsecretario de Carabineros aumentar las penas por las agresiones y la verdad es que hoy hay varios tipos penales establecidos", dice el diputado Felipe Harboe, quien anticipa su rechazo a una propuesta de este tipo.
Su colega democratacristiano y también ex subsecretario de Carabineros, Jorge Burgos, va un poco más allá y explica a Cambio21 que, en su parecer, a Carabineros de Chile le ha costado habituarse a actuar en un ambiente de libertades ciudadanas.
"Hay siempre una reivindicación de otros tiempos que ellos consideran, a mi juicio equivocadamente, mejores a la hora del actuar policial", explica el parlamentario, quien prosigue con su análisis diciendo que "detrás de esto hay una nostalgia de la detención por sospecha, que es el mejor de los mundos desde el punto de vista de una acción policial poco rigurosa y contraria a las garantías constitucionales".
El diputado concluye diciendo que "existen normas que inhiben a una persona a insultar e injuriar a otros y esas normas hay que aplicarlas, pero no creo que sea clara la necesidad de modificarlas".
Ex directores de Carabineros opinan
Consultado por Cambio21, Alberto Cienfuegos, ex director general de Carabineros, admite no estar en conocimiento del proyecto de ley. Sin embargo, igual da su opinión a priori diciendo que "me parece bien que se norme esta conducta, pero con algunos resguardos para que no se transforme en abuso por parte de la policía, por lo que debe haber medios de prueba y certezas de que no hubo provocación previa por parte del carabinero", dice el uniformado en retiro, quien reconoce que en ocasiones sí puede darse esa situación.
Por su parte, el también ex director general de la policía uniformada Fernando Cordero, al ser contactado por Cambio21, asegura que "es una de las leyes que le hacen falta al país. Si usted a un policía en Estados Unidos le levanta la voz se va detenido. Aquí se agrede a las fuerzas de orden impunemente y creo que a los carabineros no se les puede insultar, porque representan a las personas. Se deben cumplir las instrucciones de carabineros a la primera, como en países cultos".
El ex uniformado agrega que en naciones desarrolladas "la ausencia de injurias a la policía es una constante y está bien resguardada, pero no se trata de copiar modelos extranjeros al pie de la letra, porque en Chile tenemos nuestra propia realidad cultural y Carabineros pertenece a esta sociedad. Es en ese contexto en el que se deben establecer normas de convivencia y legales".
¿Y el criterio?
Lo cierto es que, normas más o normas menos, el actuar de Carabineros al detener a una mechona que pedía dinero para recuperar sus pertenecías fue ampliamente condenado por la sociedad, y así lo reconoce Alberto Cienfuegos, quien sale al paso diciendo que "si la prepotencia fuera el actuar cotidiano de Carabineros, no sería llamativo".
"La sola connotación pública y mediática que tuvo, incluso en twitter, y la amplia difusión, me llevó a la conclusión de que estamos en presencia de un hecho que los medios de comunicación no consideran que es el actuar común de Carabineros, que es una institución bien evaluada, por lo que este es un caso extraño", recalca.
El ex director de la policía uniformada cuenta que siguió el caso en las noticias, pudo observar en el mismo instante la reacción de la gente en las redes sociales y desde esa posición da su punto de vista: "Hubo un exceso de celo profesional por parte del carabinero, que pudo haber realizado una mediación entre la estudiante y la señora que la acusó, como muchas veces hace Carabineros, porque la acción de la estudiante no constituía delito", explica.
Cienfuegos prosigue diciendo que, "a mi juicio, la ley tiene que aplicarse por parte de la policía con flexibilidad cuando no hay terceras personas afectadas o perjudicadas, pero si hay un tercero denunciando Carabineros debe llegar hasta las últimas consecuencias. En este caso, con mayor razón, estamos hablando de un exceso de celo profesional y extralimitación de atribuciones por parte de Carabineros".
Pero ello no hace que Cienfuegos deje de defender a la institución que dirigió por cuatro años, entre 2001 y 2005.
"Carabineros, como política desde 1990, ha hecho un trabajo en el que se ha normalizado su rol histórico en un Estado de derecho pleno, en el que se empeña en tener buenos índices de credibilidad", dice el también candidato a diputado en 2009, quien cierra explicando que "la idea es integrar a la institución con la comunidad, porque deben solucionar en conjunto los problemas y no aisladamente".
FUENTE: CAMBIO 21
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