jueves, 23 de junio de 2011

Variaciones en torno a la Derecha chilena y de como Cierta izquierda no lee la realidad y Otra izquierda podría hacerlo

Pero como no quiero ni pretendo hacer la tarea de los dirigentes de  la izquierda aliada a la Concertación, me basta con presentar este análisis, no con la esperanza de que se pongan a pensar, sino con la gratificación del deber cumplido, es decir de dejar un modelo de análisis y prospectiva política para la Otra izquierda, esa incipiente que es opositora tanto de la Derecha como de la Concertación y de sus nuevos aliados.
Por Fesal Chain, sociólogo.
 
 
1.- Analizar a la derecha es fácil, no porque ésta carezca de complejidad, sino porque actúa bajo un mismo modelo siempre, aún cuando bajo el mismo modelo flexibilize sus acciones acorde a nuevos escenarios. Al respecto, recomiendo un gran debate entre Jaime Guzmán Errázuriz y Claudio Orrego Vicuña en 1978, reproducido en la Revista Hoy de la década de los 80. Sintetizándolo en extremo, ambos hombres muy capaces e inteligentes y acaso la gran alianza intelectual orgánica del golpismo, se trenzan en un debate no menor sobre una cuestión central ¿Cuáles serían, para la época (y dado la profundidad de la conversación, para toda época) las premisas o los requerimientos de la reconstrucción democrática?
 
Guzmán Errázuriz defiende la creación y obtención de un estadio de desarrollo económico que permita las libertades democráticas sin poner en riesgo el funcionamiento total del sistema económico y político. Orrego Vicuña, que con sus tesis se adelanta muchos años a las tesis de la Concertación o más bien las antecede, plantea que lo defendido por Guzmán Errázuriz, no es sino para otros objetivos, a saber la revolución capitalista, el mismo modelo de análisis del leninismo y de  los socialismos reales. Es decir la obtención de un cierto nivel de desarrollo de las fuerzas productivas, que permitirían acabar con la dictadura (en ese caso del pinochetismo) y abrir así un espacio democrático de gestión de la economía y de la política. Orrego Vicuña plantea que la instauración de la democracia representativa no sería sino el requisito fundamental para el desarrollo de las fuerzas productivas y a su vez el término de la Dictadura (Militar en este caso) y la inauguración de un régimen de libertades y de respeto a los derechos humanos.
 
2.- La derecha es economicista, que duda cabe. Por ello es que el Gobierno de Sebastián Piñera, confía plenamente que el crecimiento económico y  que la gestión de su Ministro de Hacienda, serán las bases centrales de la buena administración  de los conflictos sociales y políticos.
 
3.- Por ello es relativamente simple analizar a la derecha en el gobierno, pues el Piñerismo, a pesar de verse distante de la UDI y de las tesis de Guzmán Errázuriz, no hace sino actualizarlas al régimen democrático. Así  a mayor crecimiento económico se obtendría una deflación casi "natural" de los conflictos socio políticos y a la postre este crecimiento terminaría por desflacionar al bloque opositor, que hoy ciertamente va desde la DC hasta el Partido Comunista.
 
4.- Esto a grandes rasgos, pues hay una cuestión o conflicto central que es relativamente nuevo, viniendo las nuevas oposiciones al interior del régimen justamente desde donde vienen. Pues es la UDI hoy, es decir los hijos de Guzmán Errázuriz quienes defienden, sino las reformas políticas al menos un mayor manejo de la clase política de derecha sobre los conflictos sociales y políticos.
 
5.- La UDI tiene razón hoy como también tuvo razón Guzmán Errázuriz en el debate con Orrego Vicuña. Es decir que la Concertación recibió al país de manos del Pinochetismo con un capitalismo al menos instalado, y que a partir de la gestión democrática pudo efectivamente optimizar dicho capitalismo y terminar de completar las 7 modernizaciones pinochetistas, redactadas por el "Brujo" Melnick.
 
No habría podido haber democracia en Chile tal cual se configura hoy, es decir bajo dominio compartido entre la burguesía democrática y la burguesía pinochetista, si el Pinochetismo no hubiese creado e inaugurado el moderno capitalismo chileno y a su vez el comando político de la derecha no se hubiese agotado en su administración. Así la democracia chilena, tal cual la conocemos, no fue sino en esencia un cambio del comando político del capitalismo o dicho de otro modo, un cambio del comando político que a su vez inauguro un nuevo régimen, el régimen democrático parlamentario y representativo bajo dominio del proyecto y de los destacamentos burgueses, que ciertamente permitió un desarrollo enorme de las fuerzas productivas capitalistas.
 
6.- Vista así las cosas  y no entrando en el comidillo tan típicamente democrático burgués y pequeño burgués sobre las capacidades o incapacidades de la derecha chilena, ciertamente que el gobierno Piñerista debe hacerle caso a sus socios de la UDI, por una cuestión igualmente simple como todo lo anterior planteado. Cuestión estratégica y totalmente contraria a la realidad de la Dictadura pinochetista, por ello la UDI lo enarbola. Que no estamos en Dictadura y el Ministro Hinzpeter no puede convertirse en el sheriff de la sociedad civil y política con piñuflientos Programas de Seguridad Barrial o de Observación de las Redes Sociales. Es decir debe, para evitar la desgracia de su gobierno y de sus socios,  ser Ministro del Interior, y dejar de ser el encargado o el mayordomo de la Seguridad Pública. Hinzpeter no puede, pues no corresponde al desarrollo del régimen democrático o de las relaciones socio políticas y de las Fuerzas Productivas erguir un Estado Vigilante para que se desarrollen estas mismas Fuerzas Productivas. Eso fue tarea de la Dictadura. Hoy el Ministro del Interior (no este por supuesto), debe ser el articulador para la deflación de los conflictos sociales y políticos junto al Secretario General de Gobierno, al Secretario General de la Presidencia, a los Jefes de Partidos y llegar a acuerdos con las bancadas parlamentaria propias y de la oposición, es decir tal cual lo hizo la Concertación muy bien para sus objetivos de optimizar el capitalismo en democracia al menos durante el Gobierno de Aylwin, bajo el dúo Boeninger-Correa.
 
7.- De esta manera el éxito o fracaso del Piñerismo será un correlato directo de seguir o no los consejos de la UDI, que entre otras cosas requiere como antecedente desmantelar el modelo de Seguridad para el Desarrollo de las Fuerzas Productivas.  Si no sigue los consejos y no desarrolla un Modelo de Coordinación para el Desarrollo de las Fuerzas Productivas, terminará su período sin pena ni gloria; si los sigue, la derecha chilena en su totalidad seguirá gobernando por mucho tiempo.
 
8.- Ciertamente que este artículo se podrá leer como una especie de consejos para el Piñerismo, pero no es así. Lo que pretendo mostrar y mostrarle sobretodo a la izquierda que desarrolla un Frente de Oposición con la Concertación,  son los mecanismo de análisis que permiten leer como en una especie de plano o cartografía, los mecanismos de reproducción del poder burgués, ya sea democrático o pinochetista. Lo que haga esa izquierda depende en gran medida, de una vez por todas de aprender a leer en este plano. Ciertamente que no lee el plano ni la cartografía, acaso ni siquiera la prefigura, pues si lo hiciera, no haría la oposición que hace y no tendría los aliados que tiene.
 
Pero como no quiero ni pretendo hacer la tarea de los dirigentes de  la izquierda aliada a la Concertación, me basta con presentar este análisis, no con la esperanza de que se pongan a pensar, sino con la gratificación del deber cumplido, es decir de dejar un modelo de análisis y prospectiva política para la Otra izquierda, esa incipiente que es opositora tanto de la Derecha como de la Concertación y de sus nuevos aliados.
 


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