Tanto el senador como el diputado anunciaron que dejaban sus cargos de secretario general y de vicepresidente, respectivamente. Esto, a traves de dos cartas en las que condenaron la conducción del timonel de la tienda, a quien acusaron de no tolerar la disidencia ni tampoco el "sano debate democrático". También se quejaron de la nula autocrítica del dirigente tras los magros resultados que consiguió el partido en el proceso para elegir a los candidatos a alcalde de la Concertación. [Actualizada]
Con duras críticas a la conducción del diputado Osvaldo Andrade, el senador Fulvio Rossi y el diputado Marcelo Díaz, renunciaron este martes a la secretaría general y vicepresidencia de la tienda, respectivamente, a través de cartas abiertas a la militancia del partido Socialista de Chile.
Si bien ambos venían hace meses dando cuenta de su disconformidad con la gestión de Andrade, la gota que rebasó el vaso y que los empujó a concretar una decisión que veían evaluando hace semanas fue los magros resultados de la colectividad en las primarias de la Concertación, frente a las cuales el timonel no dio muestras de hacer una autocrítica. Estas renuncias demuestran la difícil etapa que está atravesando el partido y que se vienen configurando con la dificultosa relación de la dirigencia con la disidencia.
De allí que en su carta, Rossi afirme algo que ya era conocido tanto en las filas de la tienda como en toda la coalición opositora, y es su disconformidad con la manera como el timonel lleva las riendas de la colectividad. Para algunos de sus compañeros de partido, lo sucedido era algo “que se veía venir”, dado que el ahora ex dirigente había hecho públicos la mayoría de los reparos a la gestión de Andrade.
La misiva plantea que “me siento orgulloso de ser parte del partido de Salvador Allende y de Michele Bachelet. Sin embargo, no me gusta en lo que nos hemos transformado. No me gusta el estilo de conducción déspota y autoritario del compañero Osvaldo Andrade” y añade que “nos hemos transformado en un partido que no tolera ni la disidencia ni el sano debate democrático. Un partido muy en la lógica del pensamiento único. Osvaldo Andrade ha propiciado la existencia y crecimiento de un partido dentro de nuestro propio partido. Hoy en el Partido Socialista, las decisiones no se toman en los órganos de deliberación colectiva. Ni existe el derecho a discrepar”.
Algo que Rossi comparte con un importante sector de la tienda. El mismo que para las primarias de la Concertación sintió que no tuvo suficiente apoyo de la directiva del partido y de la Nueva Izquierda que, se especula, estaría tratando de debilitar a la disidencia. Por lo que varas de las cartas de la colectividad habrían perdido frente a candidatos de la DC. Y frente a lo cual la directiva no habría realizado ninguna autocrítica en la Comisión Política del lunes 2 de abril. Por lo que no faltan los que incluso la acusan de ser parte de una “conspiración”.
De allí que en la carta renuncia, enviada esta misma mañana al timonel del PS, sostenga cosas tales como que “las sesiones de Mesa Directiva y Comisión Política son reuniones de carácter meramente informativo, donde el que disiente es prácticamente censurado, como ocurrió en la ultima sesión de la Comisión Política, en donde “había” que autoconvencerse que al PS le había ido bien en las últimas elecciones primarias .Claro, el presidente nos quiere convencer que es posible comparar comunas de 500 mil habitantes con aquéllas de 10 mil”. Y que “incluso considerando el número absoluto de candidatos electos quedamos en tercer lugar a pesar de haber llevado más candidatos. Esto sin contar que perdimos en todas las capitales regionales, salvo Puerto Montt. Además de La Florida y Valparaíso”.
Más adelante, Rossi descarga sobre Andrade una serie de responsabilidades que le habrían impedido un mejor resultado al PS. “Nuestro presidente aceptó que no se realizaran primarias en Macul, Cabildo y Temuco, afectando los derechos de militantes que se inscribieron cumpliendo con todos los requisitos. En su defensa dirá que no he asumido a cabalidad mi responsabilidad en la Secretaria General. Y tiene razón. Cómo podría hacerlo si el partido lo conduce y controla su grupo de cercanos. Quién eligió al compañero Francisco Aleuy como representante eterno del presidente en toda instancia en donde se tome alguna decisión vinculada a la distribución del poder. He sido permanente bypasseado por quienes ostentan el poder absoluto dentro del partido. Los mismos que tienen un pacto con un sector de la Democracia Cristiana destinado a repartir cargos y poder en el próximo gobierno. Mi compromiso con Bachelet no es por más ministerios o más pegas. Mi compromiso es con un programa de cambio, innovador y progresista. Ese pacto ha terminado dinamitando nuestro entendimiento ” en las ideas ” con el PPD y ha fragmentado nuestro electorado. Ese pacto pretende dejar fuera del próximo Senado a todos y todas quienes no sean parte de este entendimiento. Cómo se interpreta que destacados militantes del sector del presidente apoyaran a quienes enfrentaron a Gazmuri en Talca o a Saldivar en La Serena o a Bachelet en La Florida”.
Y concluye la misiva advirtiendo que “quienes han administrado el poder durante 20 años, usando el timbre de la Concertación a su antojo quieren recuperar el poder en 2 años más. Pero lo quieren hacer sin convicción, sin ideas nuevas. No representan al nuevo Chile y se resisten a dar un paso al costado. No quiero ser cómplice de esto. Renuncio a la Secretaria General. Se que ya están tratando una vez más de torcer nuestra precaria institucionalidad intentando aplazar las elecciones. Espero que al menos frente a aquello haya una mínima resistencia. No pretendo con esta decisión provocar daño alguno a mi Partido, ni a la Concertación, pero no me es posible seguir avalando un proceder y un estilo de hacer política que no comparto ni en la forma ni tampoco en el fondo”.
La renuncia de Díaz
En la misma línea del senador, en una carta de tres carillas Díaz plantea que “el Partido Socialista es hoy un partido sin democracia ni Estado de Derecho interno, donde desde la propia conducción se violan permanentemente las normas internas, se gobierna desde las fracciones y no desde los órganos regulares del PS y cuyo caso más paradigmático lo encontramos en el compañero Francisco Aleuy que recorre el país hablando a nombre del PS anunciando la buena nueva y representando al partido ante todos y en todos los asuntos”.
Y añade que “se nos quiere convencer que habiendo sufrido 55 derrotas en 88 primarias en las que PS participó, incluyendo entre las pérdidas a todos las capitales, excepto Puerto Montt, o a grandes ciudades como Maipú o La Florida, ganamos igual por que llevaremos 15 candidatos más que hace 4 años. Esa interpretación no sólo es un insulto a la inteligencia sino que es una falta de respeto a la militancia. En suma, el PS es hoy gobernado desde una lógica cuyo único propósito es la recuperación del poder y conseguir un puesto de privilegio en repartija futura. Nada de debate de ideas ni de reflexión crítica sobre lo que hicimos o no hicimos cuando estábamos en el Gobierno. Ese debate se acalla a gritos o golpes en la mesa. Nada de debatir sobre la coalición porque eso molesta al frío eje pragmático y transversal que se ha constituido para el retorno al poder”.
En cuanto a la representación de la ex Presidenta Michelle Bachelet, el diputado sostienen que en su partido “no hay dos opiniones: Michelle Bachelet es nuestra candidata presidencial, pero también decimos con claridad que queremos un proyecto nítido de avanzada social que sea un verdadero contrato con los ciudadanos y entre la coalición que dé sustento a ese futuro Gobierno. No queremos que se repitan hechos como la imposición a sangre y fuego de la LGE que tanto daño hizo a la credibilidad de la Concertación ante el país. Para muchos de nosotros, Michelle Bachelet es la esperanza del reencuentro con los ciudadanos, de la articulación de un proyecto de bienestar social para Chile, de una agenda de cambios que avance decididamente hacia mayores niveles de igualdad en un país dramáticamente escindido entre ricos y muy ricos y todos los demás. No puede ser vista como el camino para recuperar cargos y ministerios, para que algunos recuperen el boato estatal que tanto añoran”.
A su juicio, “se es el trasfondo de la imposibilidad de que el PS juegue un papel decisivo en la reagrupación de la izquierda, en el reencuentro con el mundo social, o de su negativa a explorar la ampliación de la coalición, porque este articulación pragmática y conservadora cruza las fronteras del PS y forma parte de una red transversal conservadora que comparte el mismo propósito”. Y, por lo mismo, es que “renuncio la Vicepresidencia del Partido Socialista porque no quiero avalar con mi presencia prácticas y lógicas que no comparto. Creo haber hecho todo lo posible por ser fiel al mandato que los militantes me entregaron en la última elección de nuestro partido. Lo dije muchas veces: somos demócratas, sabemos ser minoría, pero no aceptaremos un clima de asfixia democrática como el que ha instalado la facción del Presidente del PS y de sus amigos en la dirección partidaria”.
Con ello, dice “asumo también con mi renuncia la responsabilidad que me pudiera caber en las derrotas sufridas en mi distrito porque me parece que eso es lo que corresponde. Espero que el Tribunal Supremo investigue seriamente los casos denunciados en la última Comisión Política de militantes y dirigentes que trabajaron en contra de las candidaturas del PS en distintas comunas del país y la inscripción irregular de un candidato con eventual infracción a las normas de la Concertación. Lamento que algunos se hayan alegrado con la derrotas de distintos compañeros por el sólo hecho de no ser del grupo de sus incondicionales o amigos. No habla bien de ellos. Yo asumo como propias todas y cada unas de las derrotas de quienes compitieron representando al PS en las primarias, para todos ellos mis respetos y agradecimientos por su coraje y convicción”.
FUENTE: EL MOSTRADOR
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