Rectores de universidades y parlamentarios temen discriminación socio-económica y aparición de la "letra chica" en las medidas para mejorar financiamiento de la educación
Por Teresa Frías K.
Reacciones encontradas suscitó la propuesta del gobierno sobre un nuevo sistema de financiamiento de la educación superior. Si bien todos los sectores coinciden en que se trata de un avance, sobre todo por la salida de la banca del mecanismo de créditos, reconocen que el proyecto podría conllevar a la discriminación por situación económica.
Reacciones encontradas suscitó la propuesta del gobierno sobre un nuevo sistema de financiamiento de la educación superior. Si bien todos los sectores coinciden en que se trata de un avance, sobre todo por la salida de la banca del mecanismo de créditos, reconocen que el proyecto podría conllevar a la discriminación por situación económica.
Tras el anuncio del gobierno que enviará un proyecto de ley para mejorar las condiciones de los créditos para la educación superior, donde resalta que los bancos e instituciones financieras quedaran fuera, los expertos comenzaron a "desmenuzar" la idea presentada por el ministro de Educación, Harald Beyer, dudando de la efectividad de algunos de los mecanismos que se incluirán.
Tanto las becas como los créditos entregados por el Estado cubren hasta el arancel de referencia de cada carrera. Sin embargo, hay muchas carreras e instituciones cuyos aranceles reales sobrepasan este monto. Por esto, se propone que las instituciones de educación superior financien esta brecha de aranceles a través de becas o créditos. En este último caso, deberá ser bajo las mismas condiciones que la proporcionada por el Estado (2% de interés como tope).
Este cofinanciamiento de parte de la institución sería gradual, de acuerdo a la condición socioeconómica del estudiante: Financiamiento total de la brecha para los quintiles 1 y 2, y una proporción menor de financiamiento para los estudiantes de ingresos medios.
Y precisamente aquí radica el problema para los expertos en educación y los mismos estudiantes, quienes temen que las universidades comiencen a discriminar por situaciones económicas.
Uno de ellos es el diputado Mario Venegas (DC), integrante de la comisión de Educación de la Cámara, quien si bien encuentra que estas medidas son una buena noticia, agregó que "la verdad es que como lamentablemente nos hemos encontrado en otras oportunidades con letra chica, esperamos que los proyectos sean lo más inclusivos posible, y que las familias de clase media también sean beneficiadas".
A ello agregó que "esta nueva propuesta de financiamiento para la educación superior, dejando fuera a las instituciones bancarias, es una excelente noticia, pero debe ser ojalá para todos, porque es la clase media la que como nunca obtiene alguna beca o beneficio, termina endeudándose con los bancos"
Finalmente indicó que esa es la principal preocupación "a la que sumamos la necesidad de buscar una solución a quienes ya están pagando créditos con bancos que son realmente abusivos".
Por su parte la diputada Adriana Muñoz valoró la reforma indicando que "éste es un triunfo del movimiento estudiantil que con mucho esfuerzo y persistencia logró poner en jaque todo el sistema de financiamiento universitario, buscando poner fin a los cobros usureros de intereses que tenían endeudada a miles de familias chilenas".
Sin embargo, la parlamentaria agregó a Cambio21 que "los diputados del PPD compartimos la inquietud de los dirigentes estudiantiles en relación al detalle de este anuncio, y las sorpresas que pueda traer la letra chica, ya que no hay claridad respecto a cómo se van a fijar los aranceles de las carreras universitarias, ni de los mecanismos de compensación que el Estado le otorgará a la banca por perder un negocio tan rentable y seguro".
Universidades contra propuesta
Por su parte, desde las universidades no ven con buenos ojos la nueva medida que impulsará el gobierno. En referencia a esto, los rectores de universidades no tardaron en plantear sus dudas frente a este punto en la reforma de financiamiento.
Juan Manuel Zolezzi, rector de la Usach y vicepresidente del Consejo de Rectores (Cruch), aseguró que "es un tema complejo. Es lo más débil de la propuesta", señalando que deberán estudiar los anuncios realizados por el ministro para ver de qué forma se verán afectadas las universidades integrantes del Cruch y asegurando que muchas casas de estudios ya ayudan a sus alumnos a cubrir esta diferencia.
Opinión similar tuvo Pedro Uribe, rector de la U. Andrés Bello, quien aseguró que el sistema le parece "injusto" debido a los ingresos que reciben las universidades del Cruch, que son más altos que los recibidos por las universidades privadas: "Deberían considerar los gastos de las universidades. No es lo mismo una universidad que hace investigación, como la nuestra, a una que no la hace; se gastan más recursos y pagar los excedentes de los créditos nos deja con menos dinero para continuar con nuestro proyecto académico".
En la misma línea, Aldo Valle, rector de la U. de Valparaíso y presidente del Consorcio de Ues. Estatales, aseguró que los anuncios son "una noticia muy sensible", agregando que "hay anuncios muy generosos y no es posible ver el alcance que esto va a tener en el sistema de financiamiento de la educación superior".
Ignacio Sánchez, rector de la Universidad Católica y presidente del Grupo de los 9, aseguró que si bien las medidas referentes a la salida de la banca para el financiamiento de créditos y la baja de la tasa "son un gran anuncio", también se mostró cauto referente al rol que jugarán las universidades con los excedentes de los aranceles. "Tendríamos que trabajar conjuntamente con el ministerio para ver la manera de financiar estas diferencias de aranceles", y agregó que la U. Católica hace varios años subsidia al 40% de los alumnos más vulnerables con becas y al otro 60% con créditos para que cubran el excedente del arancel.
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