Ignacio Walker y Osvaldo Andrade están jugando sus últimas cartas para evitar el acuerdo entre las tiendas lideradas por sus socios Carolina Tohá y José Antonio Gómez con el Partido Comunista, porque estiman que eso no favorece ni política ni electoralmente a la coalición ni a su objetivo de más largo plazo, que es volver a La Moneda. [Actualizada]
Todo indica que finalmente el pacto con el Partido Comunista (PC) podría terminar poniéndole la lápida a la Concertación. Ello, porque esta última semana lejos de aplacarse las diferencias internas, las recriminaciones mutuas han contribuido a aumentar la temperatura al interior del pacto opositor, al punto que esta mañana los timoneles de la Democracia Cristiana, senador Ignacio Walker, y del Partido Socialista, diputado Osvaldo Andrade, advirtieron a sus socios que “una decisión política produce consecuencias políticas”. Adicionalmente, el timonel falangista advirtió que “no vamos a ser nosotros los sepultureros de la Concertación”, aclarando que sus palabras no constituyen “una amenaza, no hay veto, no hay chantaje. Somos mayores de edad, que ellos asuman su responsabilidad, que nosotros asumiremos la nuestra”.
La sentencia del senador da cuenta del clima que se vive en el conglomerado opositor desde que el Partido por la Democracia (PPD) y el Partido Radical Social Demócrata (PRSD) decidieron concretar un pacto con el PC para confluir en una lista de candidatos a concejales, en el marco de las elecciones municipales del 28 de octubre. Aunque este último confirmará recién este fin de semana dicho acuerdo tras una serie de reuniones, la DC y el PS parecen estar ejerciendo su última posibilidad de presionar para frenar el avance de la concreción de un polo progresista.
Es por ello que Walker y Andrade optaron este viernes por ratificar públicamente “nuestra vocación de gobierno, lo que sólo es posible sobre la base de un entendimiento entre el centro y la izquierda que sea capaz de interpretar una nueva mayoría social y política. Con ese objetivo declaramos nuestra voluntad y decisión tendiente a concordar: una lista conjunta de concejales, un acuerdo parlamentario y una candidatura común DC-PS a las primarias presidenciales, que surgirá de un mecanismo democrático que convendrán ambos partidos”.
Ambos dirigentes recalcaron que esto no es más que una ratificación de lo acordado en noviembre del año pasado en que las dos colectividades establecieron que “Chile necesita reinaugurar la senda de la construcción de un país más justo y democrático, lo que sólo se consigue con el entendimiento entre el centro y la izquierda. Para lograrlo establecemos un acuerdo entre nuestros partidos para todo el período político que incluye la elección municipal, parlamentaria y presidencial”.
En este contexto, Walker advirtió que, dado el actual escenario entre el PPD, PRSD y la DC, “llegó el momento de sincerar las posiciones, nosotros hemos mantenido nuestra política de alianza, una alianza de centro izquierda es la que da mayor posibilidad de llegar a un gobierno que represente a la ciudadanía” y reiteró que a partir de ahora, “vamos a estar mirando con mucha atención lo que allí ocurra (…) porque las decisiones políticas, respetables, legítimas, producen efectos políticos”, aludiendo a lo que está por venir en relación con el pacto en materia de concejales. Y no dejó pasar la oportunidad de recordar que desde hace un año que tanto el PPD como el PR están tratando de matar a la Concertación, aludiendo a las diversas declaraciones que desde ambos partidos se han realizado en tal sentido.
Tan malo está el ambiente al interior de la Concertación, que el propio timonel del PRSD, senador José Antonio Gómez, terminó admitiendo que “están complicados los ánimos, sería mentiroso decir otra cosa”. Incluso calificó de “amenazas” las advertencias que se han hecho desde el subpacto PS-DC. Molesto por la actitud asumida por sus socios, Gómez señaló que el escenario es complejo cuando “alguien hace amenazas públicas, vetos públicos y creo que es más allá de una pataleta, es una forma de amedrentamiento”. Algo que Walker y Andrade han descartado de plano, asegurando que lo que buscan es “construir un liderazgo político capaz de canalizar las demandas del pueblo chileno”.
En esa línea, fue Andrade quien implícitamente aludió a la ex Presidenta Michelle Bachelet, al responder una consulta sobre la decisión de la DC y el PS de llegar “ a las primarias presidenciales” con una candidatura única común. Señaló que “a la primaria va a llegar una candidatura única entre los dos partidos (…). La ciudadanía hace tiempo se está manifestando sobre quien encausa aquello. Su pregunta está bastante respondida todos los meses”, aludiendo alas encuestas que ratifican ala ex mandataria como la figura mejor posicionada de la oposición para competir en las próximas elecciones parlamentarias.
Postura que contribuye a profundizar las diferencias al interior del pacto. Ello, porque aunque todos coinciden en que Bachelet es la mejor posicionada, están los que plantean que de todos modos hay que apoyar otras eventuales candidaturas en el supuesto caso de que la ex jefa de Estado opte por no volver a Chile a enfrentar una nueva carrera presidencial y que si la oposición sólo se centra en su figura impide que surjan y se desarrollen otras nuevas, con el riesgo de quedarse sin nada.
En medio de esta disputa, el vicepresidente del PPD, senador Ricardo Lagos Weber, quien respalda la decisión de su partido en esta materia. Al respecto señaló que “yo llamé a superar la Concertación, no a darla por superada. Tenemos que crecer, tenemos que ampliarnos”.
Mientras tanto, el PC se convirtió en la manzana de la discordia, puesto que en la DC y el PS están los que sostienen que la opinión pública no entenderá que la tienda de Guillermo Teillier esté con ellos en la papeleta de alcaldes y con el PPD y el PR en la de concejales. Aunque, pese a que en algún momento se temió que desahuciaran el acuerdo con los comunistas, Walker y Andrade lo ratificaron. Lo que para algunos observadores de la coalición opositora genera un desorden que va en contra del clima que se requiere para una eventual candidatura de Bachelet.
FUENTE:EL MOSTRADOR
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