Creador del lema “Misión Cumplida” con el que Pinochet y su gobierno se despidieron del poder, el edil de Providencia tuvo acceso a información privilegiada y de alta importancia para el régimen. Así se desprende de las tareas que lo perfilaron como asesor de confianza y colaborador permanente de la Segpres. Aunque nunca se le ha probado participación directa en asesinatos o torturas, los documentos del Ejército lo sitúan como destinado en comisión de servicio de la Escuela de Paracaidistas y Fuerzas Especiales a partir de octubre de 1973, período en que esa división partió rumbo al sur y protagonizó una fuerte represión en la que es conocida como “la otra Caravana de la Muerte”.
El 30 de julio de 1974 y por expresa orden del director de Inteligencia Nacional (DINA), Manuel Contreras, “el Teniente Sr. Labbé por su especial desempeño a cargo de la seguridad del Jefe Supremo de la Nación, se ha hecho acreedor a las notas que se indican en los conceptos que se detallan: Conducta (+1) Condiciones de Mando (+1). Por razones de seguridad no se deja constancia de los hechos concretos que motivaron esta anotación de mérito”.
Un misterio que el actual alcalde de Providencia declinó aclarar y que forma parte de las anotaciones que guarda su Hoja de Vida del Ejército, a la que tuvo acceso exclusivo El Mostrador. Esta minuta de servicios fue abierta en septiembre de 1967, cuando Cristián del Carmen Labbé Galilea era subteniente, asumiendo como comandante de sección del Escuadrón de Caballería, Jefe de la Rama de Box y a cargo del almacén de útiles de educación física.
Desde el principio el edil de Providencia se destacó y fue un alumno con excelentes calificaciones y sobresalió en diversas ramas, entre ellas la educación física. Sus calificadores se deshacen en elogios por su buen desempeño e inteligencia y recalcan “sus buenas aptitudes de educador e instructor”.
Paracaidista y Fuerzas Especiales
Apenas 11 días después del Golpe de Estado, el 29 de septiembre de 1973, el entonces teniente Labbé es destinado en comisión de servicio “y hasta nueva orden a la Escuela de Paracaidistas y Fuerzas Especiales del Ejército”. En su hoja de vida se puede leer que pasa en comisión a partir del 22 de septiembre.
El equipo de paracaidistas y Fuerzas Especiales fue clave en un operativo perpetrado durante septiembre y octubre de 1973 en el sur del país, conocido como “La otra Caravana de la Muerte”. En dicha operación se cuenta el caso Liquiñe del 11 de octubre de 1973, cuando fueron fusilados 11 campesinos y sus cuerpos arrojados al río. En el expediente de la causa, llevada en primera instancia por el ministro Alejandro Solís, y que terminó con dos condenados, figura el alcalde de Providencia. Esto, porque según señala un reportaje de The Clinic, Labbé habría sido nombrado por el teniente coronel (R) Arturo Antonio Bosch González, como parte de la comitiva militar que operó en la zona cuando ocurrieron los hechos.
A este respecto, la periodista y directora de Ciper, Mónica González, explica “todo el equipo de paracaidistas y Fuerzas Especiales se va hacia el sur. Es un grupo represivo con alto adiestramiento en guerra antisubversiva. Ellos llegan y arrasan”.
Conforme relata González, en 1973 Labbé a través de un decreto de Contraloría es destinado a la Escuela de Tejas Verdes. “La Dina no tiene existencia legal hasta 1974, pero igual existe algo que se llama Comisión DINA (…) Cuando Manuel Contreras forma la DINA lo hace en dos partes, en Escuela Militar y en Tejas Verdes. Por eso lo mandan (a Labbé) como instructor allá”.
No obstante, del paso por la DINA de Labbé no hay ninguna mención ni en la minuta ni en la hoja de vida del actual alcalde. Permanencia que se confirma, sin embargo, por la existencia de un oficio reservado de diciembre 1974. En este, Manuel Contreras solicita la extensión de pasaporte diplomático “al siguiente personal de DINA”, entre quienes aparece Cristián Labbé Galilea. El fin era “una urgente comisión en Perú”.
En todo caso al alcalde de Providencia nunca se le ha probado participación directa de asesinato o tortura. Aunque tal como se desprende de su hoja de vida su rol durante la dictadura no fue secundario: además de ser jefe de seguridad de Pinochet, tuvo acceso a información clave que le permitió convertirse en asesor de la Presidencia y planificar desde los viajes del ex mandatario a regiones, hasta desarrollar informes sobre diversos temas, como la situación universitaria del país o las implicancias de la visita del Papa Juan Pablo II.
En su hoja de vida queda patente que el actual edil actuaba bajo indicaciones directas de personajes claves del Régimen Militar, como el director de la DINA, Manuel Contreras, ministros de la Segpres y el propio Pinochet. Incluso en los últimos días de la dictadura fue nombrado ministro Secretario General de Gobierno, donde fue el cerebro del lema que coronó la salida del gobierno de Pinochet.
El guardaespaldas
Tal como el propio Labbé ha reconocido en diversas ocasiones, durante la dictadura cumplió labores de seguridad de Pinochet, lo que se registra periódicamente en su hoja de vida. Por ejemplo el 5 de marzo de 1974, durante los funerales del ministro de Defensa de la época, le correspondió la responsabilidad de la seguridad de Augusto Pinochet “y miembros de la Honorable Junta Nacional, labor en la que se destacó su iniciativa y su capacidad para dirigir a sus subalternos”.
En diciembre de 1980, cuando ya es mayor de Ejército, es destinado en “comisión de servicio al Comando en Jefe del Ejército —comisión extrainstitucional— para desempeñarse en la Comisión Nacional de la Reforma Administrativa”. En su minuta de servicio se señala que en octubre de 1982 continuará en dicha comisión “y seguirá desempeñándose en el Comité Asesor Presidencial, pasando a depender de la Comandancia General de Guarnición de Ejército”.
El equipo de paracaidistas y Fuerzas Especiales fue clave en un operativo perpetrado durante septiembre y octubre de 1973 en el sur del país, conocido como “La otra Caravana de la Muerte”. Entre sus operaciones se cuenta el caso Liquiñe del 11 de octubre de 1973, cuando fueron fusilados 11 campesinos y sus cuerpos arrojados al río. En el expediente de la causa, llevada en primera instancia por el ministro Alejandro Solís, y que terminó con dos condenados, figura el alcalde de Providencia. Labbé habría sido nombrado por el teniente coronel (R) Arturo Antonio Bosch González, como parte de la comitiva militar que operó en la zona cuando ocurrieron los hechos.
Una faceta que Labbé fortaleció durante estos años fue la docente, destacando su paso por la Universidad de Chile.
En abril de 1983 en su hoja de vida se alaba su preparación profesional, destacando “su actuación en exposiciones y debates con académicos y decanos de la Universidad de Chile, Universidad Católica y Universidad de Santiago. Sus actividades se han materializado en la creación de un Centro de Estudios Prospectivos en el Instituto de Ciencia Política de la Universidad de Chile, lo que en gran medida es fruto de su labor y le ha significado ser designado jefe de esa área de investigación en el instituto por expresa petición del sr. Rector de la U. de Chile al sr. Ministro Secretario General de la Presidencia”.
En esa época el rector de la Casa de Bello era el General Roberto Soto Mackenney, y el ministro de la Segpres era Ramón Suárez González.
El regalón de la Segpres
En la Segpres el actual alcalde de Providencia tuvo un importante rol, que se grafica en la anotación de 29 de diciembre de 1983, donde bajo el título “Vocación profesional”, se describe que “con ocasión de los acontecimientos de orden interno que han afectado al país, ha colaborado con gran eficiencia y abnegación con el ministro Secretario General de la Presidencia, en la preparación de apreciaciones y planes de gobierno, destinados a afrontar las diferentes situaciones”. El ministro solicitó dejar constancia de su “excelente” colaboración y de la “abnegación que ha mostrado”.
Incluso en marzo de 1984 “y durante el feriado anual del titular lo reemplaza en sus funciones administrativas, desempeñándose a cargo del personal de la División Ejecutiva de la Secretaría General”. Actuación que es destacada en su hoja de vida como “excelente” y que cumplió “sin dejar sus delicadas funciones asesoras”. En octubre de ese año incluso actuó en representación del ministro durante una gira a la VI Región en que acompañó a Pinochet.
Los ministros de la Segpres enviaban constantes felicitaciones a Labbé relativas a su desempeño.
En noviembre de 1985, año bajo el título de “Criterio y Discreción”, se deja constancia que por encargo del ministro de la Segpres le correspondió participar en el trabajo de “apreciación de la situación nacional que por disposición nacional se realiza en esta ocasión”. Derivado de este trabajo, se emitieron instructivos de Gobierno a los diferentes secretarios de Estado para la aplicación de políticas y medidas conducentes a coordinar la acción del Gobierno entre 1986 y 1989.
En febrero de 1986 incluso desarrolló un sistema computacional para mantener actualizada y codificada “la información disponible respecto a la totalidad de la documentación que se cursa en la División Ejecutiva de la Segpres”.
También se desprende de su hoja de vida, que a partir de 1983 Labbé empezó a preparar material y documentos para los viajes que Pinochet realizaba a regiones. Inclusive en abril de 1986 “a iniciativa propia concibe y desarrolla un sistema de información y un procedimiento especial para la preparación de los viajes a regiones que realiza el presidente de la República”.
En febrero de 1987 asumió como jefe (s) de la División Ejecutiva de la Segpres. En la oportunidad “debió presidir el comité especial de coordinación de gobierno referido a materias de derechos humanos así como también la comisión asesora especial de universidades”. Según el informe sobre el desempeño de su tarea, ésta “permitió significativos avances en las soluciones estudiadas por dichos grupos de análisis a su cargo”.
El asesor tras los discursos de Pinochet
El 17 de agosto de 1983 y “por orden expresa del ministro secretario general de la Presidencia de la República, organiza y dirige un grupo de trabajo que reúne y prepara los antecedentes de carácter político que requirió S.E. el Presidente de la República para resolver situaciones de gobierno interior que se presentaron en el país. Su desempeño fue excelente logrando gran eficiencia en el grupo de trabajo”. .
Asimismo ese año empezó a integrar el equipo encargado de preparar los antecedentes del mensaje presidencial del 11 de septiembre, cuya colaboración fue calificada de “excelente”. A partir de 1985 se convirtió en el encargado de la coordinación del grupo de asesores de la Presidencia que preparaban discursos presidenciales.
Su rol de asesor también se refleja en otras anotaciones, como una de julio de 1984 en que se deja constancia que ante un requerimiento de Pinochet, Labbé elabora una apreciación de la situación del país “trabajando fuera de las horas de servicio y durante el fin de semana para presentar un excelente trabajo que permitió aportar oportunamente al Jefe de Estado los antecedentes necesarios”.
Un año después, en agosto de 1985 integró un grupo especial constituido para analizar “la situación que generó en el gobierno a raíz de la renuncia del director General de Carabineros y miembro de la Honorable Junta de Gobierno”. El general en cuestión era César Mendoza, quien tuvo que dejar el cargo como consecuencia del caso “degollados”, en que fueron asesinados por agentes de la Dirección de Comunicaciones de Carabineros (DICOMCAR) José Manuel Parada, Manuel Guerrero y Santiago Nattino.
En junio de 1986 integra “una comisión especial de análisis de la situación universitaria en el país”.
Al mes siguiente continuó con una tarea similar, al ser designado en una comisión especial de estudio dispuesta por el gobierno para el análisis de la “situación crítica que experimenta la educación superior y en especial las Universidades”.
También tuvo un rol en primera línea en la visita del Papa Juan Pablo II en 1987, ya que elaboró un documento de análisis y proposiciones referidas a las implicancias de dicha visita. Bajo el título “Criterio y Discreción” su calificador destaca “la absoluta reserva con que desarrolló el cumplimiento de sus responsabilidades”.
El viaje a Estados Unidos
En abril de 1987 y por disposición de Augusto Pinochet, Labbé Galilea es designado en comisión de servicio al extranjero para estudiar un magíster en Ciencia Política en Estados Unidos, “quedando en comisión de servicio en el ministerio de Relaciones Exteriores”.
La fecha de este viaje coincide con la información develada por un documento desclasificado de Estados Unidos y publicado por El Mostrador, que relata que ese año el ex vocero de la Junta Militar, Federico Willoughby, informó a la embajada norteamericana en Santiago que la razón por la cual la familia Pinochet quería que el actual edil, que tramitaba su acreditación para desempeñarse como civil adjunto de la legación diplomática de Chile en Washington, se alejara del país era que sería padre de uno de los hijos de Jacqueline Pinochet.
Versión que fue desmentida por la hija de Pinochet y por el alcalde. A la vez, conforme al relato de Willoughby, el viaje de Labbé tenía como objetivo recolectar toda la información que pudiera sobre Fernández Larios, agente de la DINA involucrado en el asesinato de Orlando Letelier.
Misión Cumplida
Su estadía en el país del norte se extendió hasta 1989. En agosto de ese año es nombrado coronel y también es destinado al Comando en Jefe del Ejército, donde se desempeñó como Ministro Secretario General de Gobierno.
Bajo ese cargo recibió amplias felicitaciones por su “importante y decisiva participación” en el diseño, preparación y ejecución de diversas actividades comunicacionales, como “la sensibilización de la opinión pública respecto a terrorismo, ley de amnistía, derechos humanos y actuación de las Fuerzas Armadas en materias relacionadas con estos temas durante el gobierno militar”.
La inventiva del coronel habría sido clave en la despedida del régimen. Al menos eso consta en su hoja de vida, donde se explica que el inolvidable lema “Misión Cumplida” que ministros, funcionarios y el propio Pinochet utilizaron para dejar el gobierno “fue creado por el coronel Labbé”.
FUENTE: EL MOSTRADOR
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