Autoaumento de asignaciones parlamentarias en el Senado al banquillo de los acusados. ¿Disparo en el pie o desinformación ciudadana? Expertos opinan
Por Luis Casanova R.
Mientras la socióloga Marta Lagos tildó como “estupidez política” el alza en las asignaciones en el Senado, el director de Ciudadano Inteligente, Manuel Aris, acusa “poca transparencia” en el proceso, aunque también dijo que hay una “crítica desinformada” en las redes sociales.
Mientras la socióloga Marta Lagos tildó como “estupidez política” el alza en las asignaciones en el Senado, el director de Ciudadano Inteligente, Manuel Aris, acusa “poca transparencia” en el proceso, aunque también dijo que hay una “crítica desinformada” en las redes sociales.
Nada que hacer. El Consejo Resolutivo de Asignaciones aprobó en conjunto con el Senado el aumento de cerca de dos millones de pesos en las asignaciones para "gastos operacionales" a favor de los integrantes de la Cámara Alta, decisión que se hará efectiva, irónicamente, el próximo 1 de mayo, día del trabajador.
Este fondo, que cubre arriendos de oficinas, telefonía, bencina, asesores, entre otros ítems, subirá de $5.450.000 a casi $7.500.000 mensuales, lo que desató ácidos y agresivos comentarios en las redes sociales (Twitter y Facebook) y una fuerte polémica con la Cámara de Diputados, que a través de su presidente, Nicolás Monckeberg, efectuó un reclamo formal a la medida.
Lo curioso es que el mencionado Consejo Resolutivo, ente externo que se creó para fijar los montos destinados para cada legislador, había citado a los diputados para dar a conocer el estado de gastos de la Corporación. Además, Sergio Páez, ex senador DC y jefe del estamento, señaló que "los diputados debieran reconocer que están recibiendo los 2 millones de pesos desde enero".
"Poca sintonía"
De forma categórica, la socióloga y directora de Mori, Marta Lagos, escribió en Twitter que "el Parlamento se dispara en el pie cuando solo un tercio de los chilenos confían en él al pedir aumento de $2.000.000. Estupidez política"
"El Parlamento debe volver a Santiago. Mientras más tarden en hacerlo más pierden", añadió en la misma red social.
De la misma manera, Manuel Aris, director de la fundación Ciudadano Inteligente, expresó a Cambio21 que "la forma en la que se hace el aumento no es la adecuada. No responde a un debate que haya sido transparente que le permita a la ciudadanía darse cuenta que, tal vez, ese gasto es justificado. En ese sentido, hubo un error de procedimiento".
Sin embargo, el profesional dice "que las críticas que han surgido en el aumento de las asignaciones parlamentarias son desmedidas, porque efectivamente los senadores tienen gastos importantes y en la medida que tengan más recursos para poder cumplir mejor su rol representativo en el territorio van a poder efectuar mejor su labor, y eso va a terminar favoreciendo a la ciudadanía".
En contraposición, Consuelo Labra, del Observatorio Ciudadano, aseguró a este diario que "los legisladores no están en la misma sintonía con los electores. De eso damos cuenta en el balance parlamentario que efectuamos el 2011, donde tenemos un estudio respecto de la participación ciudadana en la realización de proyectos de ley, en el que queda claro que las personas no son escuchadas y que se le da preferencia a los grupos denominados think tank y los institutos de investigación, como el CEP, además de la clase empresarial".
No comparte esta visión el director del Instituto de Investigación en Ciencias Sociales de la Universidad Diego Portales, Claudio Fuentes. En radio Cooperativa, el académico explicó que es "poco serio" tratar de "ladrones" a los parlamentario".
En su opinión, "es importante que el país tenga una política financiada en forma seria y con buenos recursos. Lo contrario debilita a la democracia y genera el riesgo de parlamentarios empresarios, donde quien accede al poder es sólo quien tiene los recursos para hacer campañas políticas. Y algo de esto ya se da con la altísima participación en sociedades de los congresistas".
Lo "políticamente correcto"
Patricio Gajardo, investigador del Instituto Libertad, sostuvo en diálogo con este medio que, a raíz de este caso, "hemos llegado a una especie de censura de lo políticamente correcto a través de lo que dicen las redes sociales. La decisión de otorgar estos dos millones a los senadores siempre va a generar un cuestionamiento profundo hacia los políticos. No obstante, creo que no se ha hecho una evaluación real si es necesario o no este aumento".
"Todo lo que involucre tomar una decisión en temas de gastos va a parecer como algo políticamente incorrecto, por lo que aquí hay dos alternativas: o dejarse someter a lo que dicen las redes sociales y las opiniones emocionales o seguir tomando determinaciones al margen de estas visiones", añadió.
El cientista se manifiesta "en desacuerdo con que los políticos tengan que estar sometidos a decir lo que la gran mayoría de la gente piensa, lo cual genera autocensura, donde nadie puede decir nada y en el que se generan iniciativas distintas a lo políticamente correcto".
"Seamos claros: nunca el momento va a ser el adecuado. Eso te lo puedo asegurar. Un ejemplo: ¿Cuándo sería adecuado hablar sobre el financiamiento de los partidos por parte del Estado y la transparencia en el gasto electoral? Nunca. Hay una baja evaluación de la política, por lo tanto, siempre cualquier medida que motiven determinaciones que vayan en esa dirección, van a ser percibidos de manera negativa", indica el analista.
Para finalizar, Manuel Aris, de Ciudadano Inteligente, sostiene que "es importante que los ciudadanos fiscalicemos el cómo se está realizando esta gasto, si efectivamente están recorriendo el territorio, si las oficinas parlamentarias están recibiendo a la gente, si los senadores y los diputados a través de sus equipos realizan consultas sobre proyectos de ley, si están legislando, etc."
"Tenemos que fiscalizar y no lanzar una crítica -a mi juicio- desinformada, porque lo que se está diciendo en las redes sociales es que los parlamentarios se subieron el sueldo. Y eso no es así. Ellos se subieron las asignaciones parlamentarias, que son gastos operacionales que tienen que hacer con sus equipos y que, además, tienen que rendir ante el comité de auditoría parlamentaria que se efectúa una vez al año", agregó.
"No me parece que este momento sea particularmente malo -destaca la autoridad-. Si se discute esto en la misma semana del sueldo mínimo, para los chilenos hubiera sido mucho mejor, dado que tal vez los parlamentarios se hubieran sentido interpelados para subir el sueldo mínimo. Son en esos los momentos cuando los ciudadanos tenemos que hacer una crítica: el por qué sube poco el sueldo mínimo y por qué los precios de los alimentos están caros. Entonces, a partir de ahí podrían aplicarse medidas desde el Poder Legislativo para así paliar estos gastos", concluyó.
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