viernes, 27 de febrero de 2015

El alcalde de Machalí instruyó un sumario para aclarar el rol de funcionarios vinculados a la Municipalidad

Las pruebas del uso de información privilegiada en el Caso Caval

El director de Obras de Machalí entregó datos sensibles a Mauricio Valero mientras su firma negociaba el crédito para concretar el negocio con la banca, en tanto que una arquitecta –sobrina de Patricio Wiesner, vendedor de los terrenos en la VI región– hizo una tasación privada de los paños y trabajó en el estudio del Plan Regulador que era clave para el éxito económico de la operación.
El alcalde de Machalí, José Miguel Urrutia (UDI), instruyó un sumario al interior de la Municipalidad, a raíz de las pruebas contundentes que surgen respecto a que funcionarios municipales estarían involucrados en el Caso Caval. Esto, a partir del uso de información altamente sensible y que llegó a manos de Caval mientras negociaban la compra de tres terrenos en la zona. Como se sabe, la operación ha provocado un escándalo político al que está vinculado el hijo de la Presidenta Micelle Bachelet.
Este jueves, Ciper publicó detalles del negocio sobre la base de los antecedentes que acumuló Caval en el transcurso del proyecto inmobiliario. En dicha carpeta, está la tasación y el informe que hizo sobre los predios la arquitecta Cynthia Ross Wiesner, sobrina de Patricio Wiesner –socio y representante legal de Wiesner S.A.–, cuyo objetivo era vender los terrenos antes de abril de 2014 para evitar declararse en quiebra.
Cynthia Ross fue autora del documento titulado “Informe de Tasación terreno 44 Há. Santa Elena-Santa Cecilia-San Diego Machalí-VI Región”, que llegó al escritorio de Caval. El informe de nueve páginas, elaborado el 2009, consigna un dato clave: “La Seremi MINVU (Ministerio de Vivienda) de la VI Región se encuentra tramitando una modificación a su actual Plan Intercomunal, donde se incorporan los predios San Diego y Santa Cecilia al área urbana. Para el mes de julio”. Además precisa que los terrenos pasarían muy cerca de dos carreteras, y que con la inclusión de los paños dentro de la zona urbana se incrementaría la densidad poblacional a 12o habitantes por hectárea, lo que convertía a los predios en un espacio muy atractivo para proyectos inmobiliarios.
El problema es que al mismo tiempo que Cynthia Ross trabajaba como profesional independiente, tenía un contrato con la Dirección de Obras de la Municipalidad de Machalí, repartición que tenía entre sus asuntos importantes el estudio del Plan Regulador, al ser precisamente Machalí uno de los municipios que deciden su modificación.
Por otro lado, los papeles de la investigación incluyen un correo entre Mauricio Valero, socio de Caval, y Jorge Silva, director de Obras Municipales de Machalí. En el correo, Silva entrega detalles técnicos sobre la densidad poblacional proyectada a partir del cambio en el Plan Regulador y da a entender que había existido una comunicación anterior con Valero. “Se puede optar a un proyecto DFL-2 donde la densidad aumenta un 25% más llegando finalmente a los 120 hab/ha señalados por usted”, dice el correo de Silva a Valero, fechado en octubre de 2013, cuando Caval aún tramitaba el crédito en la banca.
En una declaración pública en donde anuncia que instruyó una investigación interna para aclarar los hechos, el alcalde José Miguel Urrutia confirmó que en el correo entre Mauricio Valero y Jorge Silva había “información sobre la propuesta de modificación, que evidentemente beneficiaría al comprador de los predios”. Urrutia contó a La Segunda que se comunicó con Jorge Silva, quien está con permiso administrativo como jefe de finanzas de la corporación. “Me dice que ya entregó toda la información y que no tiene nada que ocultar. Me dijo que los datos que le entregó al señor Valero son los mismos que le hubiera entregado a cualquiera que preguntara por el asunto. Era información pública”, afirmó el alcalde, quien esta tarde se reunió con el fiscal Luis Toledo.
Precisamente esta información se conoce cuando la Fiscalía concretó un allanamiento al domicilio de Caval, que significó la incautación de documentos.

FUENTE: EL MOSTRADOR

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