Reportaje
Entre la negociación y la aplanadora. Horas cruciales vive el nuevo sistema electoral que propone el gobierno
18/05/2014 |
Por Luis Casanova R.
Lo único claro en el mundo político es terminar con el binominal. La UDI emprende defensa a favor de los independientes, pero son tildados de “hipócritas” por el PRO. Diputado PS abre a incluir a los fuera de pacto, pero “compartiendo principios comunes”. Ley de primarias de 2013 choca con las cuotas para las candidatas mujeres que propone el nuevo sistema, ante lo cual La Moneda llama a buscar soluciones en el seno del debate legislativo.
Por ahora, el proyecto de ley que termina con el sistema binominal e introduce una nueva modalidad proporcional moderada mantiene una sola convicción de parte de quienes apoyan la reforma: tiene que aprobarse.
Es más, ni siquiera el rechazo que tempranamente anunció la UDI complica la discusión parlamentaria que comanda el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, en la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia de la Cámara, toda vez que todas las restantes fuerzas políticas apuestan por la histórica modificación.
"Es una excusa para oponerse. El sistema binominal debiera llamarse más bien udinominal, porque satisface los intereses de un partido en particular", alegó el titular de la Secretaría General de Gobierno, Álvaro Elizalde.
En concreto, los inconvenientes radican en algunos contenidos esenciales del texto presentado por el Ejecutivo, como son las cuotas femeninas y el rol de los independientes, ítems que han sido cuestionados al interior de la Nueva Mayoría, como también de forma transversal por las congresistas mujeres y de los que no militan en ninguna colectividad, por cierto, enmarcado en el aumento de cupos a elegir y en el redistritaje que se propone finalmente.
El tema no delicado, tomando en cuenta que tanto para aprobar la "idea de legislar" como para que continúe con éxito la tramitación en el Congreso, antes del 21 de mayo, se requieren los votos de los "sin partido".
Acá se incluyen los tres diputados de Amplitud y el único representante de Evópoli, rostros de la centroderecha que están a favor de derogar el binominal, pero que también han redactado indicaciones y planteado reparos.
Para peor (o mejor), el experto de la Universidad Diego Portales, Claudio Fuentes, acusa "contradicciones" entre lo "ideal" y lo "real" que involucra la teoría y la puesta en marcha de la fórmula que elaboró La Moneda.
A su juicio, "no se avanza hacia un sistema perfectamente proporcional, por cuanto se reconoce la necesidad de seguir sobrerrepresentando a las regiones y no se avanza en redefinir el mapa de distritos existentes, sino que sólo se propone la fusión de ellos".
"Un eventual rediseño de distritos provocaría una fuerte incertidumbre entre los parlamentarios y abriría sospechas sobre la eventual manipulación de aquella reconfiguración (manipulación que ya se hizo en el diseño original del binominal)", agregó.
Además, Fuentes advierte que "no se amenaza la reelección de los actuales legisladores al mantener y/o aumentar el número de escaños por circunscripción o distrito. Como los umbrales para resultar electo bajarán, los actuales congresistas no debiesen temer que su eventual reelección esté en riesgo".
De espaldas a la ciudadanía
En opinión de las honorables mujeres que trabajan en Valparaíso, se torna casi urgente revisar las cuotas femeninas que exige el proyecto del gobierno versus la ley de primarias que se aprobó en 2013 para resolver las distintas candidaturas al Parlamento que se susciten al interior de los partidos.
Las dudas caen de maduras: ¿qué pasa si ninguna mujer logra ganar una elección previa a la legislativa? y ¿qué efecto y validez tendrían las cuotas?
Si bien la ministra de la Secretaría General de la Presidencia, Ximena Rincón, llamó a buscar "una solución" en el seno del debate legislativo, la senadora PPD Adriana Muñoz es tajante en afirmar que las primarias "complejizan" el sistema de cuotas.
Por lo tanto, de ahora en más, toda la responsabilidad recaerá en las cúpulas de los partidos que tendrán que trabajar en una "ingeniería electoral" que haga calzar el proceso de primarias con la proporcionalidad del nuevo sistema.
"Cuantas veces dijimos durante la discusión de la ley de primarias que era una mala idea legislar antes de reformar el binominal, porque obstaculizaba las cuotas", expresó por Twitter cientista política del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Marcela Ríos.
La analista, para fundamentar su visión, acudió a una columna de mayo de 2013 en la que afirmó que las dos grandes coaliciones aprobaron esta ley "en tiempo récord", lo que a la postre no sirvió para potenciar la competencia, dado que, a excepción de Renovación Nacional, "ninguno de los otros partidos legalmente inscritos ocupará éste mecanismo y tampoco se realizará primaria legal y vinculante alguna para seleccionar a postulantes al Senado".
"Realizar primarias parlamentarias entre distintas fuerzas políticas en algunos distritos y circunscripciones del país no era un antídoto para todos los males de nuestra democracia, pero era la única ventana que los custodios del poder habían permitido abrir. El fracaso de primarias voluntarias deja en evidencia que los cambios de fondo son urgentes y que no pueden ser dejados a la buena voluntad de quiénes hoy se benefician en forma directa por las reglas del juego", argumentó.
Como sea, la senadora de Amplitud Lily Pérez anticipó que se preparará un "artículo transitorio" en la ley que resolvería el problema de incompatibilidad que se cruza entre primarias y cuotas. Típico chileno...
Binominal 2.0
La diputada Alejandra Sepúlveda, aparte de estar en contra de las cuotas mientras siga vigente la ley de primarias, amenaza con rechazar el proyecto si no se revisa la situación de los independientes.
En diálogo con Cambio21, la parlamentaria explicó que "los que hemos luchado contra el binominal entendíamos que tenía que venir un perfeccionamiento de la democracia y la opción de sumar a la diversidad y dejarnos competir en igualdad de condiciones. Y eso no se da con esta iniciativa, porque no se nos permite tener un pacto, como sí ocurre con las coaliciones tradicionales. Por ende, vamos a tener que presentarnos solos contra 8 ó 16 candidatos".
"Otra cosa: tampoco se contempla una modificación a la ley de partidos políticos, para que a lo menos las entidades más pequeñas o los movimientos puedan fundar partidos y defender sus ideas. Ante esto, creemos que estamos en presencia de un binominal 2.0 con mucha letra chica", enfatizó.
De acuerdo a la ex militante del PRI, "no existe diálogo" entre el gobierno y los independientes. "Lo delicado es que se faltan a los principios sobre lo que se dijo en la campaña, como la profundización de la democracia y la inclusión de las minorías. Uno esperaba otra cosa después de habernos comprometido durante el 2013 y nos encontramos con un sistema que sólo ayuda a los partidos clásicos", lamentó.
Desde la Comisión de Constitución, el diputado PS Leonardo Soto esbozó una respuesta: "Ya que vamos a definir un nuevo sistema electoral para los próximos 40 ó 50 años, es clave que integre y le dé representación a la diversidad de las visiones políticas y sociales de Chile, entre ellos los independientes, que tienen un espacio bien ganado y la modalidad tiene que permitirles competir en una cierta igualdad de condiciones con los partidos".
"Por eso creo que es posible y factible que se prepare una modificación para que puedan agruparse en listas, pero compartiendo algunos principios comunes", sostuvo para esta crónica.
Renovación Nacional, amparada en el acuerdo que firmó con la DC en el verano de 2012, respalda el aumento de cupos que propicia La Moneda, pero a cambio de que éste sea menor al planteado en un inicio. Con la falange marcando las pautas y los demás sectores entregando su pliego de peticiones, ¿llegó la hora de negociar para el Ejecutivo?
"Al momento de votar en ambas cámaras se necesita una cantidad de apoyo no menor. Y para lograr el desmantelamiento de este sistema es obligatorio el concurso de la Nueva Mayoría, los independientes y gente del mundo liberal de la derecha, como Amplitud, Evópoli y esperamos que RN también. Obvio que van a quedar afuera los de siempre, que son los que no quieren que nada cambie. Usted sabe quiénes son", contestó Soto.
Por ahora, es lo que hay.
"Ni ellos se la creen"
La UDI y sus representantes de la Comisión de Constitución prepararon un conjunto de indicaciones al proyecto del gobierno, siendo una de ellas el rechazo al aumento de parlamentarios a elegir (de 120 a 155 diputados y de 38 a 50 senadores). Y lo hicieron tomando como base la defensa de los legisladores que ganaron el cupo fuera de los pactos.
"Significa el término de los independientes de la vida política", acotó el diputado Juan Antonio Coloma (hijo).
Acentuando lo anterior, los dirigentes exigen que "las declaraciones de candidaturas a senadores o diputados que presenten los partidos políticos o los pactos electorales podrán incluir como máximo el número de candidatos a cargos a elegir por circunscripción senatorial o distrito, según corresponda".
Por otro lado, el gremialismo se apresta a presentar como propuesta un esquema electoral "uninominal" con 120 distritos para 120 diputados, lo que en su visión fortalece la competencia y premia a los candidatos que obtienen un voto más que sus rivales.
"La UDI con esto no quiere proteger o ayudar a los independientes, sólo aspira a entrampar la discusión sobre el fin del binominal", reclamó el secretario general del PRO Camilo Lagos, quien sostuvo a este medio que "defender un sistema mayoritario en las actuales circunstancias, donde apenas obtendrían unos pocos diputados, ni ellos se la creen".
"La UDI fue la que apoyó la ley antidíscolos para bloquear la salida de los militantes de los partidos para que pudiesen ser candidatos por fuera o en otro partido. Por eso que creemos que todas las defensas corporativas en función de los independientes son falsas e hipócritas, porque todo su diseño político proveniente de Jaime Guzmán fue hecho para excluir", sentenció.
¿Sólo son opiniones distintas?
Fue oficial que el gobierno, por medio del ministro Peñailillo, se reunió con el que sería el próximo presidente de RN Cristián Monckeberg, de cara al acuerdo político que permitiría aprobar el nuevo sistema electoral.
En tal óptica, la tienda de Antonio Varas trabaja intensamente para reflotar el trato que firmó la directiva de Carlos Larraín con sus pares DC, el cual estipulaba subir los diputados a elegir de 38 a 44 y los senadores de 120 a 134.
Mientras las conversaciones amenazan con seguir hasta nuevo aviso, en la UDI admiten el estado de "aislamiento" que viven en el sector, pero mantienen en pie el "camino propio" después del cónclave que ratificó al diputado Ernesto Silva como nuevo mandamás gremialista.
En tal escenario, el diputado Arturo Squella negó que la cercanía entre RN y La Moneda termine separando las aguas en la derecha y ponga en serios aprietos el pacto electoral que ambas entidades deben firmar en 2017.
"No habrá quiebre, sólo son opiniones distintas. Nosotros consideramos que es muy importante tener la voluntad de generar proyectos comunes al interior de la Alianza más que con el gobierno, particularmente cuando se trata de propuestas tan malas como la que estamos discutiendo. Pero en ningún caso esto compromete las relaciones futuras. Lo que hacemos es invitar a RN a reestudiar y analizar en profundidad los efectos negativos que tiene la legislación que se propone", afirmó a Cambio21.
Según Squella, "la UDI ya tenía un proyecto, que fue el que presentó el (ex) presidente Piñera. Por lo mismo, estamos buscando alternativas distintas para agotar los esfuerzos de tener una propuesta conjunta. Ojalá que el debate no se cierre únicamente en una sola idea, porque a la fecha sólo se han buscado puntos de encuentro con quienes no han declarado el rechazo al aumento de parlamentarios. Mientras no se cambie eso, seguiremos estando en contra".
FUENTE: CAMBIO 21
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